CUARTO DOMINGO DE PASCUA

CUARTO DOMINGO DE PASCUA

1ªLct.:Hch.13,14.43-52:Nos dedicamos a los gentiles.

Sal.99,2.3.5.:Somos su pueblo y ovejas de su rebaño

2ªLct.Apoc.7,9.14b-17:El cordero será su pastor y los conducirá hacia fuentes de aguas vivas.

Ev.:Jn.10,27-30:Yo doy la vida eterna a mis ovejas

  SERÁ SU PASTOR Y LOS CONDUCIRÁ A FUENTES DE AGUA VIVA

A partir del capítulo 9 de los Hechos de los apóstoles va entrando en escena otro personaje relevante en los primeros momentos de la comunidad cristiana: Saulo de Tarso. El apóstol Pablo, furibundo perseguidor de los cristianos ,convertido a Jesucristo en el camino de Damasco pasa a ser “apóstol de los gentiles”.Pablo comienza a anunciar a Jesucristo acudiendo a las sinagogas, lugar de reunión de los judíos, ambiente propicio para conocer a este judío relevante a quien, crucificado por amor y perdón, Dios lo ha resucitado y lo ha constituido Señor y Mesías, el Elegido, el Hijo.  Pero de nuevo ,ante el rechazo de algunos de éstos, prueba anunciarlo entre los no judíos, los gentiles y recibe esta palabra del Señor : «Te haré luz de las naciones para que seas la salvación hasta el extremo de la tierra». Pablo sufre en su corazón la cerrazón de su pueblo a la Palabra de Dios, incluso dirá en un exceso verbal y sentimental que «desea ser anatema(excluído) de Cristo(Rm9,3) para que se salve Israel»; y celebra “la difusión de la palabra del Señor por toda la región”. Constatan Pablo y Bernabé que “los gentiles oyéndolos se alegraron mucho y alabaron la palabra de Señor” y además ”los discípulos quedaron llenos de alegría y de Espíritu Santo”.

Se difunde la Palabra de Dios, la salvación con poder y con oposición. Jesús continúa siendo «signo de contradicción». Y hoy también. El grado de bondad y perfección moral, un bien para el crecimiento de la humanidad encuentra resistencias.

El evangelio de Jesucristo, la salvación de Dios ya no se dirige a un pueblo elegido, Israel, sino que tiene que convocar a todas las gentes pues “Dios no tiene acepción de personas ”y “además quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la verdad” .Pero esta verdad de Dios es peligrosa, desata la oposición y la persecución”. Recientemente decía una religiosa católica de la India que cuando llega el evangelio de Jesucristo y promociona la fraternidad, el perdón y la elevación de las personas a una mayor dignidad y respeto, siempre solivianta los ánimos de aquellos que prefieren que todo siga igual.

Los testigos de Jesucristo,  ”una muchedumbre inmensa” están delante del trono y del cordero. Estos son los que “vienen de la gran tribulación” ,”han lavado y blanqueado sus mantos en la sangre del Cordero” que ahora es su pastor, enjugando las lágrimas de sus ojos y conduciéndolos hacia fuentes de agua viva” De nuevo Juan, en la isla de Patmos nos ofrece sus visiones excelsas y descorre el velo de la ciudad triunfante y maravillosa de Dios, la Ciudad de la eterna, Jerusalén con un espectáculo maravilloso de alegría y fiesta sin fin entorno al trono del Padre y al Cordero que «en adelante será su pastor y los conducirá hacia fuentes de aguas vivas»

Y así también en el Evangelio Juan nos ofrece la imagen de Jesús como buen pastor que conoce a sus ovejas y es conocido por ellas llevándolas a buenos pastos, dando la vida por ellas. Esta imagen, aplicada a Jesús, despierta en todos nosotros una simpatía y fortaleza para “sentirnos contentos de nuestras condición de cristianos, discípulos y seguidores de Jesucristo”

Sentirnos pastoreados por el Señor crucificado y glorioso nos impulsa a dar la vida y a convertirnos en pastores de nuestros hermanos. Recordad los momentos de vuestra dedicación a los hijos , los padres , los enfermos y a los vecinos .¡Qué hermoso pensar en el bien que ha brotado de vuestro corazón y a veces no agradecido e incluso incomprendido¡

¡En un mundo indiferente incrédulo o insensible a los valores de reino, pastorear es escuchar, dar palabras de vida, acoger, acompañar, señalar el más allá, resistir al mal, constancia, paciencia y compartir la fe en Jesucristo¡

Pero aún más, nuestras comunidades cristianas necesitan vocaciones de consagración especial, carismas o dones para la misma comunidad como son los sacerdotes y religiosos.

El Señor me ha dado conocer familias cristianas sanas y contentas, a seglares competentes y creyentes, a religiosos agustinos y de otras congregaciones estupendos   y entregados. Mis padres, mis catequistas, tantos agustinos a los que he conocido y con los que he convivido me han ayudado a ser sacerdote agustino para la causa del Reino de Dios.

No nos faltará la gracia de “experimentar el gozo inmenso de la resurrección de Jesucristo” ni la alegría eterna del reino de tus elegidos” a los que somos ”el débil rebaño de tu Hijo” que tiene parte en la admirable victoria de su Pastor”

Señor, que la celebración de estos misterios, actualización repetida de nuestra redención , sea para nosotros fuente de gozo incesante”.

Que cada uno de vosotros se convierta en intercesor ante el Padre para que envíe vocaciones a la vida consagrada y sacerdotal

 

 

 

 

 

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