TERCER DOMINGO DE PASCUA
1ªLect.: Hech.3,13-15.17-19:Matasteis al autor de la vida pero Dios lo resucitó
Sal.4,2.4.7.9:Haz brillar sobre nosotros el resplandor de tu rostro
2ªLect.: IJn.2,1-5ª:El es víctima de propiciación por nuestros pecados
Evangelio: Lc.24,35-48: Les abrió el entendimiento ara comprender las Escrituras.
Continuamos confesando y celebrando que a Jesús crucificado injustamente Dios lo ha resucitado. ¡Aleluya¡
Ahora, hoy, humildes ,anhelamos que esta gran noticia recibida de unos testigos excepcionales y privilegiados por los encuentros con Jesús Resucitado, llegue a conmovernos a nosotros ,a tantos años de distancia y que ahora la recibimos en la Iglesia, heredera apostólica y guiada por el Espíritu Santo.
Los apóstoles continúan realizando signos y prodigios en el nombre de Jesús a quien anuncian con valentía, como la curación del paralítico a la entrada del templo. Lamentan lo que han hecho con Jesús las autoridades judías.Lo han matado colgándolo de un madero pero “Dios lo ha resucitado y nosotros somos testigos”. Los disculpan por su ignorancia pues así Dios cumplió lo que había dicho por los profetas: “que el Mesías tenía que padecer”.Por tanto, lejos de arrojarles a la desesperación, les ofrecen una gracia: ”Arrepentíos y convertíos para que se borren vuestros pecados”.
En nuestra historia humana lo trágico del pecado no es su comisión sino “no reconocerlo”. Todos necesitamos que nos perdonen los pecados y en Jesús ,como nos dice S.Juan, tenemos nuestro abogado, nuestro intercesor si pecamos. La tragedia se acentúa si no guardamos los mandamientos del Señor y no permanecemos en la verdad. Si nos oponemos y resistimos a la gracia se pone de relieve el pecado de impiedad y de endurecimiento de corazón. Así pues: ”convertíos, bautizaos en el nombre de Jesús, se os perdonarán lo pecados y recibieres el don del Espíritu Santo”. Esta es la feliz cantinela que acompaña al Kerigma: Jesucristo, el crucificado ha resucitado, es nuestra esperanza. Anunciadlo a todo el mundo.
Al mismo tiempo continuamos recibiendo los testimonios concretos y reales de las apariciones de Jesús a los apóstoles estando reunidos. Los de Emaús cuentan cómo lo reconocieron al partir el pan. Y ahora mismo Jesús les ofrece una prueba muy carnal(por algo el Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros llevándoos del mundo visible al invisible)Así que Jesús les mostró las llagas gloriosas de sus manos y pies, mientras sentían miedo, sorpresa, temor, alucinación…¡¿Qué es esto? ¿Qué nos está pasando ?Y también alegría y dudas…Y Jesús comió pescado asado. Ellos seguían sorprendidos porque se encontraban con el resucitado en una dimensión de gloria. El volver de Jesús con vida gloriosa no es el volver a la vida de Lázaro, la hija de Jairo o el hijo de la viuda de Naim que vuelven con un cuerpo que ha de morir. Jesús vive en otra dimensión de gloria. Por eso las dudas, las sorpresas, el estupor ante quien se les aparece,Jesús resucitado.
Jesús entonces les abrió el entendimiento para comprender la Escritura: El Mesías padecerá y resucitará y se predicará la conversión y el perdón de los pecados. Y esto tenía que suceder.
Franco Zeffirelli, el director de la película Jesús de Nazareth en 1977 después de unas 130 horas de filmación cae en la cuenta que no queda clara la confesión de que Jesús ha resucitado en esta admirable la película y ese es su propósito: confesar que Jesús vive gorioso. Con un operador se pasa dos días buscando alguna escena y la encuentra: Jesús con Pedro ,Santiago y Juan como en una honda comunicación con los amigos le dirige estas palabras: ”Esto tenía que suceder: lo condenarán, lo crucificarán y al tercer día Dios le resucitará. Id por todo el mundo y anunciad esta noticia”.
¿Qué le pedimos hoy al Señor? Que tu pueblo exulte al verse rejuvenecido en su espíritu…Que tu iglesia exultando de gozo por la resurrección de Cristo con tanta alegría pueda recibir el godo eterno en la resurrección gloriosa.Amén