TIEMPO LITÚRGICO DE CUARESMA

 

      MIÉRCOLES DE CENIZA

Comenzamos hoy  el tiempo litúrgico de Cuaresma que se despliega desde el miércoles de ceniza al jueves Santo. Un tiempo de cuarenta días antes de la celebración del triduo pascual (misterio de la pasión, muerte y resurrección del Señor).Son cuarenta días que  aluden a los que Moisés, Elías y Jesús estuvieron retirados en la montaña  o a los 40 años  de Israel por el desierto.Un camino de Penitencia, conversión, oración , despojo para dejar que Dios actúe gratuitamente en nuestras vida.

Y este inicio lo comenzamos con el rito de la imposición de la ceniza, signo de caducidad, debilidad, lamento cono el anhelo de que acontezca algo nuevo.

Después de la homilía bendeciremos la ceniza y la impondremos con estas o semejantes palabras: Conviértete y cree en el evangelio—Memento homo quia pulvis es et in pulverem reverteris.

 

    OPCIÓN BAUTISMAL-PENITENCIAL

 

1ªLct.: Joel 2,12-18: Convertíos a mi de todo corazón, con ayuno, llanto y luto.

Salmo 50:Misericordia,Señor,hemos pecado.

2ªCo.5,20-6,2: Dejaos reconciliar con Dios…Por nosotros Dios hizo pecado al que no conoció pecado

.Mt.6,1-6;16-18:Tu limosna quedará en lo secreto.

 

Cantos: –Escúchanos, Señor, misericordia, perdona nuestros pecados . A ti, Redentor, Rey del Universo, arrepentidos, hoy te suplicamos perdón y gracia por nuestros pecados.Danos, Señor un corazón nuevo…Levanto mis ojos a los montes…Señor ,ten piedad(Aragües)-Tu palabra ,Señor es la verdad-Santo(Aragües).Mientras recorres la vida.

 

Este tiempo de gracia que es la cuaresma viene a llamar nuestra atención personal y comunitariamente para preparar y vivir intensamente los misterios centrales de nuestra salvación: Pasión, Muerte y Resurrección de Jesucristo. Una preparación para renovar en la vigilia pascual nuestra condición de bautizados.

A semejanza de los catecúmenos que durante un tiempo de enseñanza y aprendizaje cristianos se preparaban para recibir el Bautismo en la noche santa, nosotros, aunque cristianos bautizados también estamos en camino , somos peregrinos, necesitados de renovación, de reforma y crecimiento: ”mantengamos en espíritu de conversión…la austeridad penitencial(arrepentimiento) nos ayude en el combate cristiano contra las fuerzas del mal” henos suplicado en la oración colecta.

La Palabra de Dios que hemos escuchado es como un toque de arrebato urgente:” tocad la trompeta, proclamad, convocad…” ” porque esta humanidad nuestra alejada de Dios, herida, rota, empecatada. .. sigue siendo elegida de Dios. Dios sigue siendo celoso del amor de su gente. ”Dios lento a la cólera, rico en piedad se arrepiente de las amenazas…La clave está en “convertíos de todo corazón” pues “reconozco mi culpa ,Señor, tengo siempre presente mi pecado “ y “nuestro Dios es compasivo y misericordioso”. Así hablaba y continúa hablando el Señor por el profeta Joel.

S.Pablo profundiza esta dinámica de la conversión y de la gracia: ”dejaos reconciliar por Dios, el cual por nosotros  hizo pecado al que no conocía pecado para que por Él llegáramos a ser justicia de Dios(Dios ejerce su justicia siendo misericordia).

Jesús nos ha indicado tres actitudes básicas en las que se concentra la situación penitencial (arrepentimiento) del creyente: ayuno, limosna y oración.

En una sociedad de abundancia, los médicos animan a ayunar , caminar, correr, quemar energías, “estar en forma” y se gasta mucho dinero en las famosas dietas mientras otros padecen hambre.

El creyente, al ayunar, al controlarse, contenerse, dispone su corazón para sentirse “ligero de equipaje” y caminar libre con Jesucristo.

Centrándonos un poco más: ayunar de palabras vacías y ociosas, de críticas resentidas de comentarios ociosos. Hemos de ser constructivos. Decir la verdad con caridad.

El ejercicio penitencia implica desprenderse, compartir, dar, donar para que el otro también viva. Vivimos de los demás y para los demás. Esta penitencia, este esfuerzo, este sufrimiento no es  fin en sí mismo.es “para tener dispuestos el corazón para la abundancia de Dios”.

Por eso necesitamos penetrar en el misterio de Dios para suplicar, alabar, adorar, invocar, admirar y combatir. Al fondo está el hombre nuevo que muere y resucita con Jesús y se siente libre e hijo de Dios.

Nuestra obra de caridad y penitencia nos ayude al dominio de nosotros mismos .Que estos sacramentos hagan nuestros ayunos agradables a tus ojos y sea remedio saludable de todos nuestros males

 

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