VIGÉSIMO DOMINGO ORDINARIO

DOMINGO VIGESIMO DEL TIEMPO ORDINARIO

1ªLc.:Proverbios 9,1-6:Venid a comer mi pan y a beber el vino que he mezclado
Salmo 33,2-3-10-11.12-13.14-15:Gustad y ved qué bueno es el Señor
2ªLct.:Ef.5,15-20:Dejaos llenar del Espíritu Santo
Evangelio: Jn.6,51-59:Mi carne es verdadera comida y mi sangre es verdadera bebida

GUSTAD Y VED QUÉ BUENO ES EL SEÑOR

Todos nos alegramos de que lleguen estos días de descanso de vacaciones de verano para descansar, para interrumpir el ritmo del trabajo diario y recuperar fuerzas y energías, encontrarnos más relajados, menos nerviosos y respirar, vivir el amor, la amistad, la familia. Vivir la felicidad compartida.
Necesitamos abrir de par en par las puertas de nuestro corazón, de nuestra intimidad, de nuestra conciencia, allí donde nos cuesta llegar porque somos perezosos y fácilmente queremos llenarnos con lo inmediato y dejarnos invadir por la sabiduría, el sabor de Dios. Esta es la palabra de Dios: “Los inexpertos que vengan aquí…Venid a comer mi pan y a beber el vino que he mezclado”.
Poco a poco entre los católicos hemos ido descubriendo la importancia de la Sagrada Escritura como alimento y fortaleza, como fuente de vida espiritual que anime y transcienda nuestro acontecer diario. No necesitamos ser unos expertos estudiosos en los estudios bíblicos para meditar sabrosamente en la palabra de Dios. Agradecemos las aportaciones de los exegetas o biblistas pero todo creyente puede recibir la sal y la gracia de la Palabra. Únicamente debe acercarse con corazón sencillo ”renovado en el Espíritu Santo ”,”recitando salmos y cánticos inspirados, cantando, tocando con todo el alma para el Señor”.Hemos de poner a prueba lo que el Señor nos dice:”¡GUSTAD Y VED QUE BUENO ES EL SEÑOR¡”
Hoy es el cuarto domingo en el que continuamos proclamando el capítulo 6 del evangelio de San Juan que narra el signo o milagro de la multiplicación de los panes y peces y que le sirve a Jesús realizar una catequesis amplia y desarrollada sobre su identidad personal como el pan de vida para el hombre y para la humanidad.Es el contenido del Sacramento de la Eucaristíamemorial,sacrificio de alabanza,banquete de comunión,sacramento de Jesús y de la Iglesia.Vuelve a situarnos en el centro de su mensaje. Jesús en su humanidad llena de misericordia y sabiduría, insinúa una identidad divina y humana que no puede ser captada en una mirada superficial y rutinaria: “Yo soy el pan de vida, “Si no coméis la carne del Hijo de Hombre no tenéis vida en vosotros”. El clama:”Convertíos y creed que el Reino de Dios está en medio de vosotros”. Dejaos llenar de Dios, apropiaos del don.,confiad,”creed para ver” como dice S.Agustín
Nuestra lucha, nuestra tentación es reducir la realidad a lo que entra por los sentidos, lo que podemos calcular y medir, lo que decimos :”razonable”: ¿Cómo puede darnos este a comer su carne? Y reducir nuestro alimento a lo que podemos calcular y medir llega a hartarnos porque “mi carne es verdadera comida” y “mi sangre es verdadera bebida”. No se puede vivir sin amar y ser amado, sin recibir y entregar la vida en la gratuidad, en el don en el regalo. Esta tentación diaria a la que nos vemos sometidos y la resistencia a la misma Jesús la resumió así: No sólo de pan vive el hombre sino de toda palabra que sale de la Boca de Dios”. El sentido, la palabra de vida, la Eucaristía ,el conocimiento y amor de Jesucristo nos convierten en “expertos y prudentes” como se expresa el autor del los Proverbios.Este es el sentido de la Eucaristía como banquete de comunión:Jesús entra en comunión personal con nosotros y con la comunidad eclesial para que está también viva en comunión fraterna y sea fermento en medio del mundo.De ahí que la Iglesia es sacramento de unidad en medio del mundo.
“Señor, que has preparado bienes inefables para los que te aman, que podamos alcanzar tus promesas que superar todo deseo” ¡Qué estupenda oración colecta.¡ Señor”…que al ofrecerte lo que tu nos diste ,merezcamos recibirte a ti mismo””Después de haberte recibido a Cristo, transformados en la tierra a su imagen merezcamos participar de su gloria en el cielo.Amén

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