DOMINGO DE RAMOS EN LA PASIÓN DEL SEÑOR
Conmemoración de la Entrada del Señor en Jerusalén.
Ciclo B:Mc.11,1-10:Bendito el que viene…
Hemos escuchado el relato de S.Marcos en que se nos describe la entrada de Jesús en Jerusalén, una entrada triunfal, alborozada, alegre, feliz pero con una actitud humilde de quien siendo el verdadero Mesías, lejos de cualquier potencia o amenaza guerrera de poderosos cab allos, lo expresa en la sencillez pacífica cabalgando en un asno, en uno pollino, hijo de acémila(mulo o macho de carga).¡Viva el Hijo de David¡Bendito el que viene en nombre del Señor¡Viva el Altísimo¡ La gente preguntaba ¿quién es éste? Otros decían: ¡Es Jesús el profeta de Galilea¡
Nosotros también realizamos un ejercicio procesional, estamos en el camino cristiano y mientras caminamos dejando vagar nuestra imaginación ,buscamos una respuesta a nuestra pregunta. ¿Quién es éste Jesús?¿Quién digo, confieso o aclamo que es para el mundo, para mi Jesús de Nazareth que entra en Jerusalén en son de paz, alegría y júbilo alborozado ,pero que va a morir en la cruz?.
Liturgia de la Palabra:
1ªLct.:Is.50,4-7No oculté el rostro a insultos y sé que no quedaré avergonzado
Sal.21,8-9.17-18:Dios mío,Dios mío ¿por qué me has abandonado?
2ªLct.:Flp.2,6-11: se rebajó a sí mismo y por eso Dios lo levantó sobre todo.
Pasión según S.Mateo 26,14-27,66
Fue traicionado por Judas. Durante la cena pascual instituye la Eucaristía y explica lo que acontecerá:”…derramar su sangre para el perdón de los pecados”
En Getsemaní, durante una oración violenta y angustiosa, doblega su voluntad ante el Padre(recordamos a lucha de Jacob con el ángel durante la noche para doblegar su voluntad)
Habiéndose escabullido en varias ocasiones(“no había llegado su hora”) y …ahora sí,se deja apresar.
Jesús se manifiesta como el enviado de Dios, el Cristo, el Hijo del hombre, majestuoso que viene…Pero Judas le traiciona y Pedro, el amigo ,niega conocerlo…También Pilato desconcertado y temeroso, le condena cediendo a los que desean que muera en la cruz.
Lo llevaron al Gólgota…lo crucificaron porque :¡¡¡ESTE ES EL REY DE LOS JUDÍOS¡¡¡.
Y ahora estando en la cruz, una cascada de desafíos tentadores y maliciosos :”…¡si eres el Hijo de Dios baja de la cruz…Tírate de ahí que los ángeles ante tomarán…¡¡”(tentación en el desierto)…”A otros ha salvado, que se salve a sí mismo”…Las mismas tentaciones: …como a Lázaro a quien resucitó “ o …”uno que ha abierto los ojos a un ciego no podría…” o como el rico epulón: “manda a anunciar a mis familiares que se conviertan..¡¡ Pero…¡ Ni aunque resucité un muerto harán caso..”¡ Creed a mis obras¡. Jesús no destruye el mal por la fuerza y la violencia, no destruye la libertad del hombre sino que lo vence cargando con el pecado
El grito de Jesús:”¡ Dios mío, Dios mío porque me has abandonado¡…¡ A tus manos encomiendo mi espíritu…¡” y otros movimientos de este hombre divino llevan a un centurión, un extranjero, un pagano ,a exclamar al ver esto:” Realmente este era Hijo de Dios.. Si no es explícitamente una confesión de fe ,sí una confesión de su inocencia y su humilde grandeza que perdona.
Hermanos, tomemos las palabras del centurión y con nuestra fe de creyentes agraciados volvamos a confesar como el rescatado apóstol Pedro después de la resurrección : “Este Jesús a quien vosotros crucificasteis colgándolo de un madero, Dios lo resucitará y lo constituirá Señor y Mesías para nuestra salvación” ”Jesucristo es el Señor para gloria de Dios Padre”
Señor, quisiste que nuestra salvador se hiciese hombre y muriese en la cruz para mostrar una vida sumisa a tu voluntad…Que su pasión nos sirva de testimonio y un día participar en su gloriosa resurrección.Por la pasión de tu Hijo sé propicio(favorable),inclinado al bien) a tu pueblo. Que la celebración que actualiza el único sacrificio de Cristo nos de la misericordia que no merecen nuestros pecados.
Fortalecidos por los santos misterios. Estas súplicas del mismo modo que la muerte de Cristo nos ha hecho esperar lo que nuestra fe nos promete, que tu resurrección nos alcance la plena posesión de lo que anhelamos.
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