DOMINGO TRIGÉSIMO SEGUNDO
1ªLct.:Mac.7,1-2.9-14:El Rey del universo nos resucitará para una vida eterna
Sal.16,1.5-6.8b y 15:Al despertar me saciaré de tu semblante, Señor.
2ªLct.:2ªTes.2,16-3.5.:El señor os dé fuerza para toda clase de palabras y de obras buenas.
Ev.:Lc.20,27-38:Dios no es un Dios e muertos sino de vivos.
El martirio de los siete hermanos macabeos y su valerosa madre, su disposición a “morir antes que quebrantar la ley de nuestros padres” es la expresión suma de la rectitud moral y pureza de intención a que puede llegar la persona humana en situaciones heroicas pues a pesar de la mediocridad y comodidad que nos inclinan, el corazón del hombre es atraído por la verdad.
¡Qué fructuoso impacto produce en nosotros cuando nos enteramos que alguna persona ha sacrificado una ocasión ventajosa porque su conciencia no le permitía aceptar un soborno, una mentira o una trampa. Estas personas redimen a la humanidad tan inclinada al mal.
Recordamos el asunto de Tomás Moro, Canciller de Enrique VIII de Inglaterra que prefirió morir antes que traicionar a su conciencia cristiana ligada al Sucesor de Pedro. No podía aceptar un segundo matrimonio del rey si el Papa no declaraba nulo el anterior. ”El Papa es el último eslabón que nos une a Cristo”.
Es notable este precioso relato de los Macabeos porque la revelación de Dios en la Sagrada Escritura, en la Historia Sagrada del pueblo de Israel, alcanza un punto novedoso y estimulante . La Palabra de Dios abre al hombre la ventana del “más allá”, de la vida plena, del más allá de la muerte. Es el segundo hermano el encargado de explicar aún más esa difícil situación de martirio que deciden soportar: ”cuando hayamos muerto por su ley, el rey del universo nos resucitará para una vida eterna”. Ha resonado en la revelación divina la existencia del más allá y de la retribución a los justos.Se promete la resurrección de los muertos en cuerpo y alma.
En nuestro tiempo , un autor judío, no creyente, Horkheimer, se enfrentaba al interrogante que se plantea ante el mal, producido por unos delincuentes sobre víctimas inocentes.Lo señalaba en una entrevista en Der spigel ,1970:»que hay que mantener la viva conciencia de que el mundo no es la verdad absoluta ni lo último, es decir, la esperanza de que lo injusto no puede ser la última palabra de esta vida. En esa labor, un aliado de la teoría crítica es la teología entendida no como conocimiento de Dios ni como dogma sino como expresión de anhelo…de que el asesino no pueda triunfar sobre la víctima inocente. A los hombres lo más que les queda es la añoranza de una justicia plena pero no su realización: incluso si se llegara a una sociedad justa, la miseria pasada ya no podría evitarse.
En el relato evangélico de S.Lucas , unos saduceos, casta sacerdotal que negaban la resurrección ,recurren a una pregunta capciosa para poner a prueba a Jesús. Imaginando la disparatada situación de una mujer con siete maridos en el cielo : ¿de cuál de ellos será la mujer?
Jesús desmonta la confusión de planos que erróneamente han establecido aquellos saduceos. La historia humana se desarrolla por el proyecto que Dios tiene sobre la pareja hombre y mujer. El amor del hombre y la mujer responsablemente abierto a la vida crea los hogares y perpetúa la familia humana. Ellos mismos se van haciendo dignos de la vida futura y la resurrección. El amor entre ellos que cada vez madurará y se purificará será superado ,trascendido y coronado por el amor de Dios y ya no necesitarán casarse, poner casa ,porque su casa de amor, su morada de amor será Dios mismo.
Un físico y teólogo, recientemente fallecido El P. Manuel Carreira dirá» Durante el tiempo el espíritu se limita a vivir en lo corpóreo y en la eternidad lo corpóreo será movido por el espíritu».
Y luego la definitiva, radical y grandiosa confesión: Dios no es un dios menor de muertos sino un Dios de vivos. Esto es lo que han creído nuestros padres: Abraham, Isaac y Jacob. Ellos murieron y pero Dios continúa su historia. Por Dios vivo somos llamados a la vida y destinados a la resurrección. Porque El vive y continúa viviendo nosotros sus hijos también viviremos con El.
El camino que nos lleva a la Jerusalén celestial no está libre de pruebas y contradicciones y por eso con el apóstol suplicamos que Jesucristo nuestro Señor y Dios Padre que nos ha amado tanto y nos ha regalado un consuelo permanente y una gran esperanza nos consuele internamente y nos de fuerza para hacer el bien y para que la Palabra de Dios avance gloriosa”
Interioricemos esta semana el estribillo del salmo que resume el anhelo cumplido de todo corazón: ”Al despertar me saciaré de tu semblante, Señor”.
Que el Espíritu Santo mantenga siempre vivo el amor a la verdad en quienes han recibido la fuerza de lo alto.“Señor, que al celebrar la pasión de tu Hijo en este sacramento, gocemos de sus frutos en nuestro corazón”.“Señor, aparta de nosotros todos los males para que bien dispuesto nuestro cuerpo y espíritu, podamos libremente cumplir tu voluntad.