CONMEMORACIÓN DE LOS FIELES DIFUNTOS
1.Lament.3,17-26: Es bueno esperar en silencio la salvación
Rm.6,3-9: La vida nueva
Sal.129:Desde lo hondo a ti grito,Señor
Jn.14,1-6:En la casa de mi Padre hay muchas estancias.
Ayer celebrábamos la Solemnidad de todos los Santos. Hoy celebramos la Conmemoración de los fieles difuntos. Las numerosas visitas que se hacen a los cementerios vivifican la memoria común, el recuerdo de nuestros seres queridos que permanece en nosotros y que anhela el encuentro ,de otro modo ,con ellos en la eternidad.
Nuestra razón, nuestra inteligencia iluminada por la fe exorciza y reprime con energía toda tentación de nihilismo y desaparición radical al final de nuestra vida. Por eso “aunque la certeza de morir nos entristece, nos consuela la promesa de la futura inmortalidad, pues con la muerte la vida no termina, se transforma”,como rezamos en el Prefacio de difuntos.
Con el profeta Jeremías lamentamos los efectos inmediatos de la muerte:”me han arrancado la paz y ni me acuerdo de la dicha”, pero ,como elevado impetuosamente por uno resorte salvífico, inmediatamente acude a “su memoria lo que le da esperanza: la misericordia del Señor no termina ni su compasión”. ”Es bueno esperar en silencio la salvación” .
S.Pablo nos recuerda nuestra condición de bautizados, sumergidos en la muerte y resurrección de Cristo motivados a llevar una vida nueva de gracia.Y si hemos muerto con Cristo viviremos con Él, pues esta es la gran noticia esplendorosa de energía expansiva y vivificante: Jesús ha resucitado y nosotros también resucitaremos y viviremos con Él. La muerte ya no tiene dominio sobre Él.
Continuamos recibiendo palabras consoladoras del evangelio: “Que no tiemble vuestro corazón, creed en Dios y creed en mi” .En la casa de mi Padre hay muchas estancias y yo os voy a preparar sitio. Quiero que donde esté yo estéis vosotros”.
Una bóveda invisible de amor nos acompaña hasta que finalmente entremos en la región de la luz y de la alegría eterna con Dios y nuestros seres queridos. Esperamos ver realizado esto que anhelamos, soñamos y recordamos. El amor no pasará nunca