DECIMOSÉPTIMO DOMINGO DEL TIEPO ORDINARIO
1ªLct.:1º Re 3,5.7-12: Pediste discernimiento.
Sal.118,57.72.76-77.127-128.129-130:¡Cuánto amo tu voluntad, Señor¡
2ª Lct.:Rm.8,28-30:Nos predestinó a ser imagen de su Hijo.
Evangelio: Mt.13,44-52:Vende todo lo que tiene y compra el campo
¡Qué acertada la oración de Salomón(Shalom=paz).Un corazón dócil para gobernar, discernimiento para distinguir el bien del mal. Sabiduría, sensatez, buen juicio.Y el Señor le responde : “te doy un corazón sabio e inteligente”.
He aquí un ingrediente fundamental para la humanización y socialización de las gentes.
Hemos de renovar el sentido hondo y profundo que tiene en la Liturgia de la Misa, la oración universal o de los fieles en que se pide por la Iglesia, por las autoridades, por las necesidades más urgentes y por la comunidad reunida. Que el Señor nos dé a todos sensatez y sabiduría plena.
En la Lectio continua de los días pasados, Jesús nos hablaba de la semilla que cae en tierra .Si está preparada dará mucho fruto pero si cae entre espinas, abrojos y zarzas ,la semilla será negada y abrasada. Y estas zarzas y abrojos ,indica Jesús, son los afanes de la vida(riqueza, poder, placer)que distraen nuestra alma de la verdadera alegría.
Más todavía, el Señor eleva el grado de suma sabiduría y gracia ,concentrando nuestra atención sobre el sublime mensaje del fragmento de la Carta a los Romanos :”…a los que aman a Dios, todo les sirve para el bien…” Nos ha llamado conforme a su designio: A los que había escogido…los predestinó…los llamó…los justificó(los hizo justos, santos, los liberó del pecado ) y los glorificó(los llenó de gloria, les concedió la condición de Hijos)”. Así con estos verbos(predestinó,eligió,llamó,justificó y glorificó) resume S.Pablo la maravilla de Dios salvando al hombre por su Hijo.
La Predestinación de Dios que no es una decisión mecanicista, determinista y angustiosa para el hombre sino que “nos ha destinado a ser sus hijos por el amor que espera respuesta del amor”.
Martín Lutero ,tan obsesionado por la salvación, se expresó en alguna ocasión diciendo: «Cuando descubrí esto, me sentí renacer y me pareció que se me abría de par en par las puertas del paraíso. Había descubierto en S.Pablo que la justicia de Dios no es dar a cada uno lo suyo sino que es su misericordia. Ya S.Agustín había escrito: “La justicia de Dios es aquella por la cual llegamos a ser justos por la gracia(De Spiritu et lettera 32,56)
Esta altísima Sabiduría, gracia de salvación, esta perla preciosa la pone de relieve Jesús al predicar el Reino de Dios mediante las admirables parábolas con que nos instruye.
Es como un tesoro escondido que alguien encuentra en un campo, la vuelve a enterrar y lo vende todo para comprar el campo llenándose de alegría.
La consecución de la perla implica desposesión ,a veces fatigosa y difícil pero reconfortante como la de los pescadores de perlas de los mares del sur que tienen que sumergirse hasta lo profundo con gran esfuerzo para poder liberar la perla que gozosos muestran al regresar a la superficie.
Un devoto musulmán recibió en sueños la noticia de que un sannyasi(vagabundo indio) que descansaba cerca de su casa tenía una piedra preciosa que le podría cambiar la vida.Se levantó y fue donde el vagabundo gritando. ¡la piedra¡¡la piedra, dame la piedra. El vagabundo miró en su bolsa y le dijo: ¿ésta?..¡tómala¡ Regresó aquel devoto a su casa y durante toda la noche estuvo pensando en aquel desprendido vagabundo a la mañana siguiente va en busca del vagabundo para pedirle: ¡Dame la riqueza que te permite desprenderte de esta piedra preciosa¡¡…
Nosotros le pedimos al Señor: “multiplica, Señor los signos de tu misericordia para que sirviéndonos de los bienes pasajeros podamos adherirnos a los eternos”…Que estos sanos misterios donde tu Espíritu actúa eficazmente, santifique nuestra vida y nos conduzca a las alegrías eternas.