LA ASCENSIÓN DEL SEÑOR A LOS CIELOS

LA ASCENSIÓN DEL SEÑOR A LOS CIELOS

1ªLct.:Hech.1,1-11: Se elevó a la vista de ellos

Sal.46,2-3-6-7.8-9:Dios asciende entre aclamaciones, el Señor al son de trompetas

2ªLct.:Ef.1,17-23: Se sentó a su derecha en el cielo.

Evangelio. Mt.28,16-20: Se me ha dado pleno poder en el cielo y en la tierra.

En este relato del libro de los Hechos de los apóstoles,  S.Lucas a quien se atribuye este libro, nos refiere que “Jesús después de su pasión se les presentó dándoles numerosas pruebas de que estaba vivo””se les apareció durante cuarenta días y les habló del Reino de Dios”.De nuevo S. Lucas une dos acontecimientos de la vida de Jesús:”su pasión”,tan real como su resurrección, glorificación, exaltación o ascensión aunque en una nueva dimensión que les sorprende y maravilla. S.Lucas insiste en ese acontecimiento tan extraordinario :”numerosas pruebas de que estaba vivo””se les aparecía”,se dejaba ver .Les hablaba del Reino de Dios, de lo definitivo: Dios, plenitud,.salvación. Y con estas instrucciones ,un encargo:”ser sus testigos hasta los fines del mundo”.

¿Qué significa que Jesús ascendió a los cielos? La ascensión de Jesús a los cielos es otra forma confesar su resurrección, exaltación o glorificación. Con la Ascensión de Jesús a los cielos termina como un periodo pedagógico en el que hace caer en la cuenta a sus discípulos de que El vive:”Dios ha actuado  poderosamente” rescatándolo de entre los muertos y sentándolo a su derecha en el cielo” pues El es su Hijo predilecto, “este es mi Hijo muy amado”. Esto es lo que significa “a la derecha del Padre”.

Más allá de la dimensión espacial:”lo vieron levantarse hasta que una nube se lo quitó de la vista”, Jesús deja de manifestarse resucitado y de ser  visto por sus discípulos.Los envía a la misión de prolongar su presencia salvífica con el poder del Espíritu Santo que les enviará:”cuando el Espíritu Santo descienda sobre vosotros, recibiréis fuerza para ser mis testigos en Jerusalén y hasta los confines del mundo””seréis bautizados con Espíritu Santo”.

Jesús ausente seguirá presente por el Espíritu Santo que enviará de parte del Padre.:Yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo”

También hoy nosotros por la potencia del Espíritu Santo rememoramos dicho acontecimiento ,lo celebramos, nos sentimos concernidos haciéndonos saber:

“que Jesús en su Ascensión es nuestra victoria como Cabeza nuestra que es y  nos hace esperar llegar también a esa victoria como miembros que somos de su cuerpo”.

S.Agustín predicando sobre la Ascensión del Señor dice: “Mientras El está allí, podemos ya estar allí con el .El fue exaltado a los cielos pero sigue padeciendo en la tierra todos los trabajos que experimentamos. El está con nosotros por su divinidad, poder y amor. Nosotros con El por el amor””No se alejó del cielo cuando descendió hasta nosotros ;ni de nosotros cuando regresó hasta él.”Cristo descendió él sólo pero ya no ascendió El sólo pues “la unidad del Cuerpo pide que éste no sea separado de la Cabeza”.Que gran tino eclesial el de S.Agustín que apunta a la comunión de lo santos y a la salvación en la comunidad.(Ser.98,1-2.Lit.de las horas v.2,p.803)

“Que el Señor nos de “espíritu de sabiduría y revelación para conocerlo, ilumine los ojos de vuestro corazón para que comprendáis cuál es la esperanza a la que os llama”.

Concédenos exultar de gozo, darte gracias en esta liturgia de alabanza porque la Ascensión de Cristo es nuestra victoria”



SEXTO DOMINGO DE PASCUA

SEXTO DOMINGO DE PASCUA

1ªLct.:Hch.8,5-8.14-17:Les imponían las manos y recibían el Espíritu Santo

Sal.65,1-3ª.4-5.6-7ª.16 y 20:Aclamad al Señor tierra entera.

2ªLct.:1ªPe.3,15-18:Murió a la carne, pero volvió a la vida por el Espíritu.

Evangelio: Jn.14,15-21:Yo le pediré al Padre que os dé otro Defensor.

Sienten los apóstoles que el amor de Dios ha sido derramado en sus corazones con el Espíritu Santo de Jesús resucitado y no pueden por menos de anunciar a Jesucristo como Felipe que junto con el pueblo se asombra ante los signos y prodigios: exorcismos, curaciones. Y el fruto abundante:”la ciudad se llenó de alegría”.

El fragmento de los Hechos pone de relieve que en Samaria habían recibido la Palabra de Dios, habían sido bautizados en el Nombre de Jesucristo “pero no había bajado el Espíritu Santo sobre ninguno de ellos”.¿Acaso el bautismo en el nombre de Jesús no lo es también el Espíritu Santo? Parece que el Apóstol S.Lucas a quien se atribuye el libro de los Hechos  desea resaltar primero la presencia de la Iglesia madre de Jerusalén significada en los Apóstoles Pedro y Juan por medio del signo de la imposición de manos. Y en segundo lugar resaltar que toda efusión y manifestación del Espíritu Santo ,tal como se nos narra en otros lugares de los hechos, iba acompañado de la imposición de manos y una intensa oración que contagiaba a los presente pues como en Pentecostés: “todos quedaban llenos de Espíritu Santo y oraban intensa y gozosamente según el Espíritu les permitía expresarse”.

La Iglesia continúa la obra de Jesús de anunciar el evangelio y dando razones de su esperanza con mansedumbre, respeto, buena conciencia incluso en los momentos de persecución e injusticia contra él porque sabe ”que Jesús el justo murió por los injustos””murió en la carne pero volvió a la vida por el Espíritu”.

La fe en Jesucristo, se confiesa, celebra y se expresa en el amor: “Si me amáis , guardaréis mis mandamientos”.Guardar la palabra, guardar el mandamiento de Jesús implica :”conocer al Padre y a su Hijo Jesús y dar la vida por los amigos”.

Jesús continúa su acción pedagógica con sus discípulos. Les ha mostrado el rostro misericordioso de Dios Padre-ese es el sentido de las parábolas, de la acción curativa y del perdón. Les ha mostrado que quien le ve a él ve al Padre “porque yo y el Padre somos una sola cosa””nadie puede ir al padre sino es por mí”. Y ahora les prepara para el tiempo de su ausencia o presencia de otro modo. “le pediré al Padre que os dé otro Defensor que esté siempre con vosotros, el Espíritu de la verdad”.Es el Espíritu Santo que Jesús resucitado enviará de tal manera que “el mundo no me verá pero vosotros me veréis ,y viviréis porque yo sigo viviendo”.Jesús se hace invisible pero presente de otro modo . Y es el Espíritu Santo que nos dará la conciencia de “saber que Jesús está en el Padre, vosotros conmigo y yo con vosotros”

Jesús así, guardando la palabra y el mandamiento del Padre, cumpliendo su voluntad, se convierte en modelo y motivo para sus discípulos: ”el que acepta mis mandamientos y los guarda, ese me ama; al que me ama lo amará mi padre y yo también lo amaré y me revelaré a él.”

Jesús ahora en esta celebración actúa, está presente por el poder del Espíritu Santo y el amor del Padre.”El es el mismo hoy ,ayer y siempre” que actualiza su palabra y los signos de curación y de amor:”Si crees verás la gloria de Dios””Que se cumpla según crees”.También la ciudad, mi familia, tu mismo te llenas de la alegría del Espíritu Santo

Que los misterios que estamos recordando transformen nuestra vida y se manifiesten en nuestras obras.

QUINTO DOMINGO DE PASCUA

QUINTO DOMINGO DE PASCUA

1ªLct.:Hch.6,1-7:Escogieron a siete hombres llenos de Espíritu Santo.

Sal.32,1-2.4-5.18-19.:Que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros como lo   esperamos de ti

2ªLct.:1ªPe.2,4-9:Vosotros sois una raza elegida, un sacerdocio real.

Evangelio:Jn.14,1-12:Yo soy el camino, la verdad y la vida.

Jesús resucitado, el Señor glorioso ,prolonga su presencia en la comunidad cristiana que crece por el poder del Espíritu Santo y en la que también comienzan a aparecer desavenencias pues “los discípulos de lengua griega se quejaron” ya que “en el suministro diario no atendían a las viudas”.Los apóstoles deciden elegir a siete hombres de buena fama, llenos  de espíritu de sabiduría” para la “administración”.Así la Iglesia se configura como una comunidad de la palabra, de la celebración y de la caridad.

Así se expande la iglesia o comunidad de creyentes en Jesús crucificado y glorioso,”piedra viva desechada por los hombres pero escogida y preciosa ante Dios”.Y así se designa a la comunidad de bautizados:”raza elegida, sacerdocio real, nación consagrada ,pueblo de Dios que proclama sus hazañas del que nos llamó a salir de la tiniebla y a entrar en su luz maravillosa”.

El tiempo de Pascua en el que Jesús se deja ver por sus discípulos es un tiempo de maduración y crecimiento en la fe en Jesús glorioso.”No perdáis la calma, creed en Dios y creed también en mi”.Jesús se dirige directamente a sus discípulos pidiéndoles la actuación vigorosa de la fe, de la confianza en El y en el Padre. Escuche a un eminente pensador español:”Toda mi vida de catedrático estudiando y leyendo a tantos autores a quienes les iba dando mi fe y confianza hasta que me encontré con Jesucristo e hice esta sencilla reflexión:¡Cómo no dar crédito a este hombre divino en la sencillez y riqueza de lo que me ofrece¡

Después de haber estado con ellos, haberlos instruido y haber ejercitado señales de poder curando a los enfermos, les pide un acto de fe y confianza porque la comunicación y revelación          que les hace es impactante:”Yo y el Padre somos una misma cosa. Quien me ve a mi ve al Padre. Yo estoy en el Padre y el Padre en mi.”


Felipe, Tomás, Pedro, nosotros mismos, exageradamente, groseramente realistas nos equivocamos pidiendo una fulgurante manifestación del Padre:”Señor, muéstranos al Padre y nos basta”.Solo en la fe, “con los ojos nuevos” descubrimos la presencia del Hijo en el Padre y la del Padre en el Hijo”

“Si me conocierais a mi, conoceríais también a mi Padre”.Los relatos de las apariciones nos refieren los ojos con que los discípulos miraban a Jesús. Se habían quedado en el crucificado o le habían mirado como un Mesías espectacular y ahora no lo veían a Jesús resucitado. No daban crédito a sus manifestaciones.

Se les abrieron los ojos y lo reconocieron, se acordaron de que les había dicho:”subiré a Jerusalén, me condenarán y al tercer día resucitaré…”.”Jesús, dice S. Agustín responde a Tomas que no sabe a dónde va el Maestro: ellos lo sabían, aunque no sabían que lo             sabían y les va a convencer de que conocen lo que hasta ahora creían que no conocían.”(Com. San.Juan 14,1ss,P.Pío,v.1,p.453))

He aquí la fe vigorosa: fiarse, confiar, entregarse. Jesús nos refiere:”Yo soy el camino, la verdad y la vida”.En la humanidad de Jesús se revela y manifiesta la divinidad de Dios que es familia trinitaria.

Tan pobres y débiles son nuestros ojos nuevos en la fe que hemos de realizar un camino e ir en el camino que no es otro que Jesús. No es que la revelación o manifestación de la verdad sea parcial, fragmentaria o relativa sino que es desmesurada por lo que al mismo tiempo que la revelación es manifestación de Dios  al mismo tiempo velada.

Y hemos de hacer un recorrido con Jesús hacia el Padre hasta que al fin se manifieste tal cual es.”Aún no se ha manifestado lo que seremos. Cuando se manifieste seremos semejantes a Él porque lo veremos tal cual es”. Así también dirá S.Agustín:”La obra mayor del hombre en este mundo es curar lo ojos del corazón para ver a Dios”.

“Creedme :Yo estoy en el Padre y el Padre en mi. Si no creed a las obras. El que cree también el hará las obras que yo hago”.He aquí el ejercicio de la f e que realiza las obras en el amor: perdonar, dar la vida, compartir, consolar, escuchar, ayudar, sonreír aprender a morir y a sufrir. Porque Jesús es el camino y ya sabemos el camino que nos lleva a la verdad y a la vida.

“Señor, haz que cuantos creemos en Cristo alcancemos la libertad verdadera y la herencia eterna…Nos has iniciado en los misterios de tu Reino…que vivamos desde ahora la novedad de la vida eterna”.

CUARTO DOMINGO DE PASCUA

CUARTO DOMINGO DE PASCUA

1ªLct.:Hech.2,14ª.36-41:Dios lo ha constituido Señor y Mesías.

Sal.22,1-3ª.3b-4.5.6.:El Señor es mi pastor, nada me falta.

2ªLct.:1ªPe.2,20b-25:Habéis vuelto al pastor y guardián de vuestras vidas.

Ev.:Jn.10,1-10:Yo soy la puerta de las ovejas

Las manifestaciones de Jesús resucitado a sus discípulos desencadenan el testimonio vibrante:”Todo Israel esté cierto de que al mismo Jesús a quien vosotros crucificasteis, Dios lo ha constituido Señor y Mesías”. “Aceptaron sus palabras, se bautizaron y se les agregaron unos tres mil “.Una ola de alegría  inundó la ciudad.

San Pedro amplía el kerigma o anuncio potente del evangelio:”cargado con nuestros pecados subió al leño para que muertos al pecado vivamos para la justicia. Sus heridas nos han curado. Andabais descarriados como ovejas, pero ahora habéis vuelto al pastor y guardián de vuestras vidas”.

La alusión al Pastor que busca buenos pastor para su rebaño de ovejas, que las conoce una a una y que dala vida por ellas sirve como telón de fondo para acercarnos a Jesús resucitado digno de ser amado y seguido “porque El nos ha amado antes”.

Las palabras de Jesús con esa imagen de fondo destacan lo que significa ser sus discípulos y seguidores .En cuanto discípulo tiene el creyente la cualidad de percibir y apreciar la voz de Jesús y el don de sentirse conocido y amado pues sabe que Jesús ha entregado su vida para que nosotros “tengamos vida abundante”.

Ser pastoreados por el Señor crucificado y glorioso impulsa al creyente a dar la vida, a convertirse en pastor de sus hermanos. Tantos de vosotros. padres, profesores, servicio doméstico, religiosos, sacerdotes…todas las profesiones ,tod0s los trabajos pueden llevar el tinte del cuidado y pastoreo de los demás. Sin ir mas lejos,dentro de la tragedia del seísmo de Lorca, he aquí una luz: un hombre libera de los escombros a una madre y sus dos niños pequeños. Y así tantos casos.

En nuestra cultura a veces indiferente, escéptica, insensible a los valores del Reino, pastorear implica escuchar, acompañar, señalar el más allá. Constancia, paciencia, comprensión resistencia pacífica al mal.

La comunidad de Jesús necesita de testigos especiales que consagren su vida a “administrar los misterios de Dios” anunciando su palabra, celebrando los sacramentos y guiando a la comunidad. Son los pastores: diáconos sacerdotes, obispos. Y además otros testigos que imitan a Jesús, pobre, célibe y obediente viviendo en comunidad.

Es urgente invocar la presencia poderosa del Espíritu Santo de Jesús resucitado que haga arder fuego de amor y generosidad en los hogares cristianos y que fascine a los jóvenes para seguirle con radicalidad y calurosa alegría.

Señor, has dado a tu iglesia el gozo inmenso de la resurrección de Jesucristo, concédenos la alegría eterna del reino de tus elegidos “Que la actualización repetida de nuestra redención sea para nosotros fuente de gozo incesante”.

SEGUNDO DOMINGO DE PASCUA

SEGUNDO DOMINGO DE PASCUA

1ªLct.:Hch.2,42-47:Los creyentes vivían todos unidos y lo tenían todo en común

Sal.117: Dad gracias al Señor porque es bueno

2ªLct.:1ªPe 1,3-9:Por la resurrección de Jesucristo para una esperanza nueva.

Evangelio. Jn.20,19-31:A los ocho días llegó Jesús.

Los relatos evangélicos nos refieren que los discípulos de Jesús tenían las puertas cerradas por miedo a los judíos.

A Jesús lo abandonaron, huyeron, lo traicionaron y negaron, se dispersaron. Ahora se reúnen al menos para compartir la pena y la tristeza por el maestro tan querido.

Algunas mujeres alertan  que han visto al  Señor. Pedro y Juan corren al sepulcro y se sorprenden al verlo vacío.”Juan vio y creyó”.Los dos discípulos de Emaús lo reconocen al partir el pan y “en el ardor de las Escrituras”.Juan lo vuelve a reconocer al lado del lago:¡Es el Señor¡ Y ahora cuando están reunidos aparece Jesús resucitado. Los apóstoles balbucean para narrarnos este acontecimiento excepcional: HEMOS VISTO AL SEÑOR….

No dejan de ser tan racionalista y carnales como nosotros a dos mil años de distancia de estos testimonios. Por eso Tomás, uno de ellos ,que todavía no había gozado de aquella revelación de Jesús resucitado, no da crédito a lo que le dicen sus compañeros: “Si no veo, no creo…”

La exclamación de Tomás:”Señor mío y Dios mío” es una confesión de fe, una respuesta a la gracia de Jesús resucitado que excede su capacidad natural de querer abarcarlo todo, controlarlo y conocerlo todo.

La presencia poderosa de Jesús resucitado es tan desmesurada que sólo con unos “ojos nuevos” y una respuesta desde la fe y desde la gracia podemos acoger esta entrañable y esencial verdad: ¡JESÚS VIVE¡,¡HA RESUCITADO¡. Está lleno de gloria, sentado a la derecha del Padre. Los apóstoles “que vieron al Señor” en una experiencia singular dieron también un paso en la fe. Nosotros hemos de dar un paso en la fe ante tal fecundo testimonio. Por eso Jesús exclama. “Dichosos los que crean sin haber visto”.

Todos los signos, las apariciones de Jesús resucitado movieron a los apóstoles   a confesarlo vivo y glorioso :“para que creáis que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios y para que creyendo tengáis vida en su Nombre”.

Lo que Jesús resucitado  desencadena en los creyentes  nos lo ha referido S.Lucas en el fragmento de los Hechos de los apóstoles. Salieron de su escondrijo  y acudían a la enseñanza, a la oración, vivían la fraternidad y “alababan a Dios con alegría”.

Por el poder del Espíritu Santo la iglesia que permanece, permanentemente nos ofrece estos testimonios de fe que ha  cambiado la vida de tantos creyentes.

A nosotros mismos nos ocurre lo que dice S.Pedro en su carta:”no habéís visto a Jesucristo y lo amáis, no lo veis y creéis en El y os alegráis con gozo inefable y transfigurado””Alegraos aunque de momento tengáis que sufrir un poco en pruebas diversas” y “seáis acrisolados como el oro”.

Acrecienta en nosotros la gracia para que comprendamos mejor la inestimable riqueza del bautismo que nos ha purificado, del Espíritu que nos ha hecho renacer y de la sangre que nos ha redimido”

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