SEGUNDO DOMINGO DE PASCUA

               SEGUNDO DOMINGO DE PASCUA

 

1ªLct.: Hch.5,12-16: Crecía el número de los creyentes.

Sal.117,2-4.22-24.24.25-27ª.:Dad gracias al Señor porque es bueno

Apocalipsis 1,9-11ª.12-13.17-19:Estaba muerto y ya ves vivo por los siglos de los siglos.

Evangelio: Juan 20,19-31: A los ocho días se les apareció Jesús.

 

 

  TOMÁS,NO SEAS INCRÉDULO SINO CREYENTE

 

Los discípulos de Jesús van renaciendo lentamente a una nueva vivencia que les regala el resucitado. Había sido tanto el sufrimiento y el desconcierto por la muerte ignominiosa del maestro…Ahora van confesando como comunidad de creyentes, como iglesia que han visto al Señor resucitado o mejor que Jesús resucitado se ha dejado ver y por eso confiesan que Jesús vive y es el Señor.

Las mujeres, Juan, Pedro, los de Emaús y otros muchos testifican que han visto al Señor refiriéndonos también que no lo han reconocido inmediatamente porque Jesús resucitado, lleno de gloria trasciende nuestra pálida, limitada y frágil realidad y nuestros ojos no están habituados para captar  tamaño  misterio.

Ahora ellos mismos ,los apóstoles, sus presencias, son como la prolongación de la sombra de Jesús y asisten asombrados, a los signos y prodigios que a su paso se producen.Y “la gente se hacía lenguas de ellos y crecían el número de los creyentes hombres y mujeres que se adherían al Señor.” Es el encanto sanador del Espíritu Santo que continúa la inauguración por Jesús del reino de Dios con los signos que indican su presencia hasta que vuelva de nuevo el Señor.

“La piedra que desecharon los arquitectos es ahora la piedra angular. Es el Señor quien lo ha hecho. Ha sido un milagro patente”. De tanto dolor por amor del Ungido brotó la vida abundante y feliz: «Este es el día en que actuó el Señor, sea nuestra alegría y nuestro gozo¡

Y así se expresa el discípulo amado a quien se atribuye el libro del Apocalipsis la nueva dimensión en que vive Jesús glorificado. ”Vi una figura humana, vestida de larga túnica con un cinturón de oro a la altura del pecho que me dijo: No temas: Yo soy el primero y el último yo soy el que vive. Estaba muerto y ya vives vivo por los siglos de los siglos”

Pero  aquellos discípulos se sintieron  tentados como a nosotros por la incredulidad.          Tomás ante la noticia de sus amigos: Hemos visto al Señor, inmediatamente  apostilla:  si no lo veo no lo creo, si no lo toco con mis manos…no lo creo. Pero si ya la realidad de cada día que nos entra por los sentidos es tan compleja para comprenderla ¡qué será la realidad divina¡

La fe, el creer, el conocer, el amor supera a nuestro conocimiento humano y limitado y al mismo tiempo es amplia, grande nuestra capacidad de conocer y amar. El encuentro con Jesús resucitado, el mismo que habían crucificado ,sobrepasa nuestra visión y El con su delicada pedagogía muestra a Tomás las llagas gloriosas de sus manos y costado como signo o puente entre su cuerpo de dolor y su cuerpo glorioso. Nos ha dicho el evangelista que “entró estando las puertas cerradas”. Y ha apostillado con el saludo:¡Paz a vosotros, recibid el Espíritu Santo¡ pues el espíritu humano no puede captar las cosas de Dios ya ha de ser dilatado para acoger la feliz novedad de Jesús vivo.Él abre las puertas de nuestra alma encogida.

Ellos se llenaron de alegría. Al incrédulo Tomás no lo avasalla pero si le reprocha y le anima a ascender y a decidirse: “No seas incrédulo sino creyente”. Y la confiada y amistosa respuesta, toda una confesión de fe: ¡Señor mío, Dios mío¡

Pues esta vivencia singular y excepcional de los primeros testigos, los apóstoles es también para nosotros una gracia pues damos crédito a lo que ellos nos dicen: hemos visto al Señor. Nos encontramos con el resucitado en los sacramentos, signos visibles de la gracia invisible o encuentro con Jesucristo, en la Palabra que se proclama, en la comunidad reunida en torno a los pastores, en la caridad. Jesús. se deja ver en la fe, en la visión del amor no calculado o medido.

Señor, que comprendamos mejor la inestimable riqueza del bautismo que nos ha purificado, del Espíritu que nos ha hecho renacer y de la sangre que nos ha redimido

Que la fuerza del sacramento pascual que hemos recibido persevere siempre en nosotros Que renovados por la fe y el bautismo  consigamos la eterna bienaventuranza

 

 

DOMINGO DE LA RESURRECCIÓN DEL SEÑOR

               DOMINGO DE PASCUA 2019

 

1ª Lct.: Hechos de los Apóstoles 10,14a.37-43: Lo mataron colgándolo de un madero pero Dios lo resucitó.

Sal117,1-2.16ab-17.22-23: :Este es el día en que actuó el Señor.

2ª Lct.:Co.3,1-4: Vuestra vida está con Cristo escondida en Dios.

Evangelio: Jn.20,1-9:El otro discípulo vio y creyó.

 

             EL DISCÍPULO AMADO,JUAN.VIO Y CREYÓ

 

La impresionante manifestación de duelo que supone la Procesión del Viernes Santo y la de cada cofradía en particular ,apuntan a un mar de sufrimiento e injusticia en que sumergieron a Jesús, el Hijo de Dios y con Él a tantos hombres y mujeres inocentes.

Además en nuestra limitada percepción tendemos a pensar que el mal es más fuerte que el bien. Como si una pesadísima losa cayera impidiendo cualquier otro remedio o solución: ”Lo arrancaron de la tierra de los vivos”. Los mismos discípulos de Jesús, lo negaron, traicionaron y abandonaron.

Pero ocurrió algo inesperado e inaudito. El apóstol Pedro lo refiere: a quien, ungido por el Espíritu, pasó haciendo el bien y curando enfermedades y dolencias, lo crucificaron colgándolo de un madero pero Dios lo resucitó y nos lo hizo ver, no a todo el pueblo, sino a los testigos, a nosotros .”Y aquí se desencadena una noticia insuperable que cambió y cambia la faz de la tierra, aunque nos parezca que el mundo no ha cambiado y sigue siendo cruel ,pues el testimonio es unánime :»los que creen en Él reciben por su nombre el perdón de los pecados y el Espíritu Santo.

Quien ha acogido a Jesucristo a pesar de su pasado confiesa que : Este es el día EN QUE ACTUÓ  EL SEÑOR,SEA NUESTRA ALEGRÍA Y NUESTRO GOZO»(Sal.117,2ss)

 Cuenta un sacerdote de Milán , párroco de una notable iglesia, que se acercó una mamá y su hijo de 5 años para contemplar los cuadros y esculturas del templo. En un momento determinado el niño ,señalando a un inmenso crucificado, preguntó y ¿Éste quién es? Por mi mente- refiere el sacerdote-pasaron muchas respuestas eruditas y aprendidas pero ¿qué responder a un niño de 5 años? Este-contestó el sacerdote- es Aquél que me ha hecho sentir muchas veces feliz. A mí  también y estoy seguro que a vosotros igualmente. Porque «nuestra vida está escondida con Cristo en Dios y cuando aparezca Cristo, vida nuestra, entonces también vosotros apareceréis juntamente con Él en el gloria».

A nosotros nos agradan los detalles sobre la Resurrección de Cristo, sobre las idas y venidas al sepulcro ante el que se sienten desconcertados: se han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos dónde lo han puesto. Buscan un cadáver, ven en orden los vendas y sudario y …”No busquéis entre los muertos al que vive. No está aquí .Ha resucitado

El que había llegado el primero vio y creyó pues hasta entonces no habían entendido las Escrituras: que Él había de resucitar de entre los muertos.El Espíritu los lleva a un plano más elevado para que en la visión de la fe gratuita vean la maravilla de Dios que ha resucitado a Jesús no para devolverle a ese espacio y tiempo sino a la gloria.

Nos ha abierto las puertas de la vida por medio de su Hijo, vencedor de la muerte. Que seamos renovados por tu Espíritu para resucitar en el reino de la luz y de la vida. Que renovados por los sacramentos pascuales lleguemos a la gloria de la resurrección. Rebosantes de gozo de gozo pascual, la Iglesia renace y se alimenta en los sacramentos.  

 

DOMINGO DE RAMOS

                                                          DOMINGO DE RAMOS

Evangelio: Lc.19,28-40:Bendito el que viene en el nombre del Señor

Hemos escuchado este delicioso relato de la entrada de Jesús en Jerusalén…Junto al monte de los olivos, ordena a sus discípulos que le traigan un borrico “porque el Señor lo necesita”. Quiere  realizar un  gesto simbólico, cargado de una profunda realidad:” El Mesías, el ungido de Dios, desde la humildad y la fiesta, se muestra como uno rey pacífico a quien la multitud reconoce los milagros y curaciones que ha hecho en su favor y por eso grita aclamándolo:¡Bendito el que viene como rey en el nombre del Señor…paz en el cielo¡

Los fariseos, ofuscados por el signo del maestro intervienen  y protestan. Jesús, elocuente y sabio como siempre, responde :”Si callan gritarán hasta las piedras”. Si los hombres callasen ante la grandeza de Dios, ante la injusticia perpetrada contra un inocente, condenado injustamente, hasta el mundo inanimado gritaría que el Inocente tiene  toda la razón.

Nosotros vamos  a realizar el mismo gesto creyente y festivo  porque Jesús que se manifestó como rey pacífico, también se manifiesta hoy y continuará manifestándose en la debilidad, sencillez y hondura de la carne ya glorificada.”El es el mismo hoy ayer y siempre”(Hb.13,8)

   VERDADERAMENTE ESTE ERA EL HIJO DE DIOS

1ªLct.Is.50,4-7:No oculté el rostro a insultos y sé que no quedaré avergonzado 

Salmo.21: Dios mío, Dios mío ¿por qué me has abandonado?

Flp.2,6-11:Se rebajó a sí mismo y Dios lo levantó y le dio un Nombre

Pasión de Nuestro Señor Jesucristo según S. Lucas:  Lc.22,14-23,56.

El siervo duramente castigado y golpeado se expresa con un lenguaje de iniciado y sublimado: ”cada mañana me espabila el oído para que escuche como los iniciados”, como los experimentados que trascienden la realidad y la comprenden más y mejor.” El Señor me ha abierto el oído” para que escuchando su espíritu, su sabio susurro,  interprete, descifre este actuar inhumano sobre un inocente. Por eso  ”no me he rebelado, ni me he echado para atrás”. “El Señor me ayudaba y por eso sufría con paciencia y calma ”sin quedar confundido”

Si el lamento de Jeremías perseguido(Jr.20,10-13,que escuchábamos el viernes de la 5ª semana), se desahogaba así :”que yo vea la venganza de ellos que tomas de ellos porque a ti encomendé mi causa”; ahora el Siervo doliente confiando en el Señor que le ayuda,  contará su fama a todos sus hermanos…y como el salmista:» Alabará al Señor  e invitará a glorificarlo. Esta superación y amplitud de miras  llega al colmo en las palabras jamás pronunciadas en la humanidad sino es por Jesús en la cruz:” Padre, perdónalos porque nos aben lo que hacen”.

Hemos escuchado el relato de S. Lucas. En varios cuadros: Cena de despedida e institución de la Eucaristía y servicio  fraterno y profecía sobre Pedro; Oración en Getsemaní y prendimiento; Juicio ante Sanedrín, Pilato y Herodes, con la suma confesión:¿Eres el Hijo de Dios vivo?-Vosotros lo decís:  yo lo soy; Flagelación , vía dolorosa y crucifixión .Y entre otras, dos  palabras :»Perdónales porque no saben lo que hacen» y la palabra del centurión: «Verdaderamente este hombre era un justo.» 

Al ver la película Jesucristo Superstar (1971),me han llamado la atención dos escenas. Después de la horrible flagelación(40 golpes) y contemplar el rostro de Jesús doliente y extenuado, la cámara comienza a dar una vuelta sobre la imagen de Jesús que parece ahora fulgurante, transfigurado, excelso sobre todo, resucitado. De la cruz a la luz, del dolor a la paz, de la crucifixión y muerte  a la resurrección. Al terminar la representación los actores ahora de calle vuelven pensativos, apesadumbrados por lo que han representado y en un autobús destartalado regresan a la vida.Ellos seguramente han quedado impresionados

Dos palabras vuelven a nuestra mente y meditación:» Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen… y  la del centurión, un pagano, un extranjero: «Verdaderamente este hombre era justo»

Jesús que llama amigos a los que guardan su palabra en este domingo de Ramos nos pide guardar estas dos palabras ,que nos dan vida :»murió por nosotros perdonándonos «era verdaderamente justo» como confesaba el centurión, y nosotros ampliando más la confesión de fe: porque era el Hijo de Dios. Y a Él a Jesús anonadado y obediente, le dio «el Nombre sobre todo Nombre» .Es «el Señor para gloria de Dios Padre»

En la oración colecta de la misa pedimos a Dios que nos conceda que las enseñanzas de su pasión nos sirvan de testimonio y que un día participemos en su gloriosa resurrección. Pues el Señor quiso que su Hijo nuestro Salvador, se hiciese hombre y muriese en la cruz para mostrar al género humano el ejemplo de una vida sumisa a su voluntad»

QUINTO DOMINGO DE CUARESMA

                   QUINTO DOMINGO DE CUARESMA

1ªLct.:Isaías 43,16-21: Mirad que realizo algo nuevo.

Sal.125,1-2ab.2cd-3.4-5.6.:El Señor ha estado grande con nosotros  y estamos alegres.

2ªLct.:Filipenses 3,8-14:Todo lo estimo pérdida comparado con Cristo.

Evangelio: Juan 8,1-11:El que esté sin pecado que le tire la primera piedra.

 

  VETE EN PAZ Y NO PEQUES MÁS

 

El profeta Isaías, aludiendo al libro del Éxodo 14,16-21 y recordando la poderosa intervención del Señor que domina el ímpetu del mar y abre un camino a su pueblo y sepulta a los guerreros egipcios, ofrece a su pueblo una esperanza aún más viva :”No recordéis lo antiguo, mirad que hago algo nuevo. Ya está brotando, ¿no lo notáis?» Esta nueva realidad, nueva creación ,tiene visos de un mundo reconciliado pues ”me glorificarán las bestias del campo” y abundante vegetación con agua de vida que calme la sed propiciará también que “el pueblo que yo formé proclamará mi alabanza” :”El Señor ha estado grande con nosotros y estamos alegres”. A estas alturas del tiempo cuaresmal, tiempo de ayuno, oración, limosna, escucha de la palabra ¿cómo resuena en mi corazón este “mirad que realizo algo nuevo, ya está brotando, ¿no lo notáis?” Con el salmista también hemos orado: ”los que sembraban con lágrimas cosechan entre cantares”. ¿Estimamos que el Señor también nos acompaña en las oscuridades y tribulaciones? También con el salmo 33,en estos días hemos orado: «El Señor está cerca de los atribulados, salva a los abatidos”. En todo caso, elevemos ardientemente esta súplica:” Que el Señor cambie nuestra suerte como los torrentes del Negueb, una tierra desierta que al paso del agua torrencial deja una espléndida vegetación.

Después de tantos avatares sufridos por el apóstol Pablo en su misión con los gentiles, esta es su convicción: ”ganar a Cristo no con mi justicia, sino con la que viene de la fe en Cristo, la justicia que viene de Dios y se apoya en la fe”. Dios,  gratuitamente en su Hijo Jesús, nos ofrece la salvación y lo que tenemos que hacer es creer, aceptar, apropiarnos de este don. S.Pablo tenía la convicción de que no es con la ley, el esfuerzo, el mérito propio cómo se alcanza la salvación que es don gratuito de Dios. Esta es la justicia de Dios :la misericordia. Después de sus correrías ¡que grandiosa su confianza: ”todo lo estimo pérdida con tal de llegar al conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor”. Su premio: Jesucristo mismo , su cielo: Jesucristo”. ¡Verdad que merece la pena leer y meditar muchas veces este pasaje de la carta a los Filipenses 3,8-14¡San Pablo no oculta que “para conocerlo a Él y la fuerza de la resurrección”, vive en comunión con sus padecimientos, ”muriendo su misma muerte”. Y cada día, hermanos a través de nuestra actividad diaria, con su carga penitencial, vivimos este misterio de Cristo.

Hoy a Jesús en el evangelio lo apreciamos frente a la miseria de una mujer adúltera desplegando la misericordia. Ante la avalancha de la maldad disfrazada de justicia y derecho ,ante el torbellino de unos potentes acusadores, dispuestos a apedrear a aquella mujer, aplicando la ley de Moisés, Jesús con la parsimonia de un sabio escrutador de corazones penetra en la intimidad de aquellos hombres con finura y energía exquisitas. Creando un muro de contención invisible, se pone a garabatear en el suelo esquivando los dados envenenados que lanzan contra él y la mujer. Y Él con tanta dignidad sentencia :»El que esté libre de pecado que lance la primera piedra” .Se fueron escabullendo y tampoco el condenó a la mujer sino que la liberó del peso del mal y del pecado. Y al liberarla y perdonarla, le dio la gracia de vivir con la dignidad de hija de Dios llamada a dar frutos de caridad.

El camino del bien, de la gracia, de la acción de Dios a favor de los hombres, no es clamoroso, espectacular u opresor sino un camino de amor, de servicio, de sencillez y a veces intensamente doliente. Es el camino de Jesús que “cuando llegue su hora” se entregará como cordero llevado al matadero: ”se sometió incluso a la muerte y muerte de cruz y por eso Dios le dio el nombre sobre todo nombre”

Señor, que tu gracia nos ayude para que vivamos del mismo amor que movió a tu Hijo a entregarse a la muerte por la salvación del mundo” “Tú nos has iniciado en la fe cristiana, purifícanos por la acción de este sacrificio” ”Que

nos cuentes siempre entre los miembros de Cristo cuyo cuerpo y sangre hemos recibido”    

 

 

CUARTO DOMINGO DE CUARESMA

CUARTO DOMINGO DE CUARESMA

1ªLct.:Josué 5,9ª.10-12:El pueblo de Dios celebra la pascua al entrar en la tierra prometida.

Sal 33,2-3-.4-5.6-7:Gustad y ved qué bueno es el Señor.

2ªLct.:2ªCo 5,17-21:Dios nos ha reconciliado consigo en Cristo

Evangelio: Lc.15,1-3.11-32:Este hermano tuyo estaba muerto y ha revivido

 

Nuestro viaje de peregrinos, catecúmenos o aprendices de discípulos de Jesús, escuchando y viviendo su Palabra, nos ha llevado del desierto de las tentaciones al monte de la Transfiguración o disfrute de estar con el Señor; nos ha acercado a la zarza ardiente donde se manifiesta el Dios vivo trascendente ,  cercano y salvador y nos ha instado a convertirnos para no perecer.

Pues bien, este cuarto domingo de cuaresma también nos acerca a la zarza ardiente de la Eucaristía para ser nutridos y fortalecidos por la Palabra siempre viva y eficaz  y por su cuerpo y sangre   

En la lectura del libro de Josué se nos refiere que el pueblo de Israel celebra la pascua como recuerdo de la liberación del oprobio de Egipto. Es la fiesta principal de este pueblo que ha pasado de la esclavitud de Egipto y se dirige a la tierra prometida Y nos recuerda que la entrada en la tierra prometida supuso el cese del maná, alimento gratuito en el desierto por un alimento nuevo: panes ácimos y espigas, fruto de la tierra. Algo así como un alimento de madurez en que el hombre agradece el don de Dios labrando con su trabajo la tierra nueva y rica de Canaán. De ahí que brote un sentimiento de gozo y admiración por lo bueno que es el Señor: «Proclamad la grandeza del Señor, ensalzad su nombre.  Contempladlo y quedaréis radiantes.

Al creyente cristiano, el apóstol Pablo como a los cristianos de Corinto  ,le recuerda que ha recibido la gracia de Dios ,que es una nueva criatura que ha dejado atrás lo antiguo, lo viejo, lo inmaduro  y ha de desplegar la madurez cristiana. Y le recuerda que esta situación  agraciada ha sido posible porque “al que no había pecado Dios  lo hizo expiar nuestros pecados, para que nosotros unidos a él recibamos la salvación”.

De ahí la palabra ardiente y conmovedora del apóstol ”En nombre de Cristo os pedimos que os reconciliéis con Dios”, ”Dios nos reconcilió por medio de Cristo y nos encargó el servicio de la reconciliación”.

El verbo reconciliar nos dice el diccionario: volver a las amistades; restablecer la concordia. Es algo más que una paz recuperada entre personas ofendidas o distanciadas. La reconciliación con Dios o con otras personas o conmigo mismo, la concordia afecta a la reconciliación profunda entre las personas. A veces nosotros mismos nos expresamos diciendo: “perdono pero no olvido”, con lo que queda una dosis de resquemor o voluntarismo por el que  el corazón no siente pacificado e integrado, sino que , a pesar de la buena voluntad se siente todavía herido.

Entonces ¿cómo se verifica la reconciliación? ¿Qué hemos de hacer para estar en paz con Dios y con los hermanos y con nosotros mismos? Hemos escuchado la archiconocida parábola del Hijo pródigo o del padre misericordioso que tanto nos conmueve. Un padre bueno y rico y tiene dos hijos. El padre siempre busca el bien de los hijos pero en cierto momento el hijo menor decide recorrer el sólo la aventura de la vida. Dominado por un vitalismo juvenil, siente tantas ganas de vivir movido por el impulso de placer que pidiendo la parte que le corresponde de la fortuna de su padre llega a malgastarlo en los placeres de la vida hasta llegar a la ruina. La necesidad le obliga a realizar trabajos infames “como cuidar cerdos” y a mal comer y mal vivir.. Pero su memoria,  bien por propio egoísmo o por la presencia del amor incondicional de su padre, le recuerda: “lo bien que lo podría pasar en casa del padre” “y su situación de hijo desagradecido”.

Por eso en un arranque de humildad y sinceridad  se dice: Me pondré en camino adonde está mi padre y le diré: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti; ya no merezco llamarme hijo tuyo; trátame como a uno de tus jornaleros”.

Un autor espiritual de nuestros días, Henri Nowen, escribió un libro maravilloso que quizá muchos hayáis leído porque fue un bestseller:”El regreso del hijo pródigo”. De la contemplación del cuadro de Rembrant que se halla en uno de los museos de San Petersburgo se sirvió para analizar los personajes que en él se encuentran .Resalta como el plano central del cuadro las dos manos del padre: una de las manos tiene el tono femenino de acogida, consuelo, perdón y el otro masculino  : fortaleza, sostén, apoyo.

Viene a decirnos que en cada persona se pueden desarrollar cada uno de los personajes de la parábola. Porque si decepcionante es la situación del hijo pequeño sensual, inmaduro , inconsciente e irresponsable, el hijo mayor se muestra como resentido, envidioso de la situación de su hermano. De modo que el Padre al uno le da la medicina del amor y de la comprensión y al otro de la verdad y la alegría de sentirse hijo y hermano: ”Deberías alegrarte porque este hermano tuyo estaba muerto y ha revivido, estaba perdido y lo hemos encontrado”.

A ambos El Padre los lleva al centro de su corazón para reconciliarlos consigo mismo ,con Dios y con el hermano .El Señor nos lleva al corazón para vivir concordes.

Señor, que reconcilias contigo a los hombre por medio de tu Palabra hecha carne, ilumina nuestro espíritu con la claridad de tu gracia para que nuestros pensamientos sean dignos de ti y aprendamos a amarte de todo corazón.

¡Qué sabia es nuestra madre la Iglesia que- atendiendo a la recomendación de Jesús: ”antes de acercarte al altar de las ofrendas si tienes algo contra tu hermano ve y reconciliate – nos mueve al comenzar a celebrar la Eucaristía a reconocer nuestros pecados. ¡Qué mejor que la palabra y el cuerpo y sangre de Jesús para crecer en la reconciliación profunda e interior para vivir en paz con nosotros mismos, con nuestros hermanos y con Dios¡

¡Qué llamada más hermosa para acercarnos al sacramento de la Penitencia y vivir profundamente la gracia del perdón de los pecados, reconciliación vivísima y estreno de  un corazón nuevo y un espíritu nuevo

 

Uso de cookies

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies