SOLEMNIDAD DE LA EPIFANÍA DEL SEÑOR

SOLEMNIDAD DE LA EPIFANÍA DEL SEÑOR

 

1ªLct.Is.60,1-6:La gloria del Señor amanece sobre ti.

Sal.71,2.7-8.10-11-12-13:Se postrarán ante ti los reyes de la tierra.

2Lct.:Ef.3,2-3ª.5-6:Ahora ha sido revelado que también los gentiles son coherederos

Evangelio. Mt.2,1-12:Venimos de Oriente para adorar al Rey.

 

“Levántate, brilla Jerusalén, que llega tu luz: la gloria del Señor amanece sobre ti¡ Levanta la vista en torno ¡Entonces lo verás radiante de alegría ;tu corazón se asombrará, se ensanchará”…

Esta palabra de Dios ,ofrecida por el profeta Isaías, propicia un vuelco en el corazón del creyente que prorrumpe el júbilo y anima e impulsa a vivir con sentido optimista. Se trata de un fruto del Espíritu Santo.

Pues el Señor está dispuesto ahora a realizar esta palabra en ti y en mí. Está en medio de nosotros, rodeándonos, caminando  con nosotros, ejercitando su misericordia. Sí, con nosotros que ya hemos vivido bastante, que sabemos lo que dan las cosas, con sus luces y sus desencantos. También  vosotros que habéis realizado muchas cosas en vuestra profesión y en vuestra familia, hemos de dejar obrar a Dios en nosotros dejarnos llenar de su encanto, de su gloria, de su alegría.

A todos, tan curtidos por la vida ,nos conviene renacer a la ingenuidad adulta del evangelio que es buena noticia y a veces fuerte noticia como la sal que sala y cura.

Estamos celebrando la Epifanía o la manifestación de Jesús a los pueblos extranjeros. En las figuras entrañables de los magos de Oriente apreciamos el corazón , la búsqueda anhelante de la verdad, la luz, la felicidad. Y la estrella que les salió al paso, la corazonada, la intuición que  los guió ellos, es la fe que nos guía a nosotros a Jesucristo, el camino la verdad y la vida. Como a tantos científicos que antes de llegar a sus descubrimientos han hecho un ejercicio de fe científica mediante cálculos, barruntos, intuiciones hasta llegar al descubrimiento y  la formulación concreta.

Cuando nos sintamos desencantados, desilusionados, secos,  identifiquémonos con los personajes mágicos del nacimiento .Ante la revelación de Jesucristo depositemos el oro de las coronas que nos han deslumbrado y no pueden darnos más de lo que son, el incienso de nuestro deseo ilimitado de ser felices que se eleva hasta Dios   y la mirra o perfume de los momentos en que somos delicados y cariñosos  y ungimos los pies del necesitado y  enjugamos las lágrimas de quienes sufren o alegramos la vida de los atribulados.

Postrados de rodillas como los magos suplicamos que “los que ya te conocemos por la fe podamos contemplar un día cara a cara la hermosura infinita de tu gloria”   

Hoy, en los magos de oriente contemplamos  a Dios rico en misericordia que “quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la verdad” “que ya no hay judíos y paganos sino que todos somos uno en Cristo que ha roto el muro que dividía a los pueblos” y por eso Jesús clamó. “cuando sea elevado de la tierra atraeré a todos hacia mi”

Esta manifestación de Cristo a los gentiles a los no judíos, esta llamada universal a la vocación cristiana es una llamada personal a redescubrir la dignidad y el honor de creer en Jesucristo de haber experimentado su presencia en nuestra vida, de sentirnos amados por El y de querer que los demás lo conozcan y lo amen.

Que humildemente podamos anunciarlo en el ámbito donde el Señor  nos ha colocado y que nuestro argumento vital y testimonial lo expresemos como Pablo.”Sé de quien me he fiado” 

«Señor, concédenos a las que ya te conocemos por la fe  poder contemplar un día cara a cara  la hermosura infinita de tu gloria»

 

 

 

 

SEGUNDO DOMINGO DE NAVIDAD

SEGUNDO DOMINGO DESPUÉS DE NAVIDAD

 

1ª Lct.:Eclesiástico 24,1-4.12-16:La sabiduría habita en medio del pueblo elegido

Sal.147,12-13.14-15.19-20:La Palabra se hizo carne y acampó entre nosotros.

2ªLct.:Efesios 1,3-6-.15-18:Nos predestinó a ser hijos suyos por Jesucristo.

Evangelio. Juan 1,1-18:La Palabra se hizo carne y acampó entre nosotros.

 

A todos nos agrada el escuchar a personas ya mayores, cargadas de méritos y sabiduría a los que se les nota con una visión realista de la vida pero con un tono de optimismo esperanzador. Con trabajo y esfuerzo han alcanzado metas llenas de sentido, han disfrutado y han sacado partido de lo sencillo. Han hecho el bien, se alegran por sus hijos y sus familias.Se les iluminan los ojos cuando se les escucha. Digamos que son sabios, hablan con sabor que contagia optimismo.El fragmento del Eclesiástico que hemos escuchado hace un elogio de la Sabiduría de Dios que es como uno de los atributos o propiedades del ser y hacer de Dios.Y el autor sagrado reconoce esta propiedad al Dios de Israel, de Sion,  al Creador del Universo: ”me estableció en la ciudad escogida y me hizo descansar en Jerusalén; echó raíces en un pueblo glorioso, en la porción del Señor, en su heredad”

El mismo salmista se admira del don de la Sabiduría que Dios ha regalado a su pueblo: Anuncia su palabra a Jacob…con ninguna nación obró así ni les dio a conocer sus mandatos”.

En la plenitud del tiempo, la Sabiduría de Dios se visibilizó en su Palabra hecha carne, su Hijo Jesús: ”A Dios nadie lo ha visto jamás; el Hijo único que está en el seno del Padre, es quien lo ha dado a conocer”. ”Nadie conoce al Padre sino el Hijo y aquel a quien se

lo quiera revelar”.Y en la Palabra había vida y la vida era la luz de los hombres. Por medio de la Palabra se hizo todo y sin ella no se hizo nada de lo que se ha hecho.La Palabra vino a los suyos y no la recibieron. He aquí el drama de la Humanidad pecadora que quiso aprisionar a la palabra y a la luz. Así pareció ser el dramático final de Jesús, Palabra eterna del Padre, llena de gracia y verdad. Jesús resucitado por el Padre continúa siendo la Palabra salvadora. Cada vez que nos reunimos para celebrar la Eucaristía participamos en el banquete de la Palabra y del Cuerpo y Sangre de Jesús. Cada domingo al escuchar la Palabra de Dios por el fuerza del Espíritu Santo Dios nos habla al corazón, nos llena de sabiduría y nos ayuda en el conocimiento y comprensión del misterio que nos da vida.

Celebrado el Sínodo mundial de los Obispos sobre la Palabra de Dios en la vida de la iglesia, el Papa ha promulgado una Exhortación ”Verbum Domini”,Palabra del Señor en la que se nos estimula a la lectura ,meditación y contemplación de la Palabra de Dios para nuestro alimento espiritual.En muchas parroquias de las diócesis españolas se distribuyen los evangelios de cada día con una repercusión notable.

San Agustín, con su maestría habitual nos habla de la riqueza de la palabra de Dios Mi verbo estaba dentro de mí y se encarnó en la voz : el Verbo de Dios  estaba

en el Padre y se hizo carne”(Serm.119,6,6).Mi verbo quiere salir a vosotros y no halla  un vehículo digno .El vehículo del Verbo es el sonido de la voz. Lo que pienso dentro de mi, os lo quiero comunicar y me fallan las palabras. Pues pretendo hablar del Verbo de Dios. He aquí que estoy distribuyendo mi palabra que a todos llega .Mas ¿se divide acaso para esto? Si, en vez de refocilar vuestro espíritu con mi palabra  os repartiese panes, tendríais que dividirlos para que pudiesen llegar a todos.Y he aquí que reparto mi palabra y nadie queda privado de ellas; toda entera llega a todos .Cada uno la recibe entera y todos juntos reciben lo mismo ¡ Oh maravillas de mi palabra ¡¿Qué será pues la palabra de Dios? Oíd otra cosa : He hablado y todo lo que os he comunicado a vosotros lo conservo dentro de mi .Ha llegado todo íntegro a nosotros, sin perder yo ni una migaja .Antes de hablar , todo lo tenía yo y vosotros carecíais de ello; he comenzado a hablaros y vosotros a participar de mi palabra sin yo perderla.¿Oh milagro de mi palabra ¡¿Qué es pues la palabra de Dios? De todas las cosas pequeñas conjeturad las grandes(Serm.120,3) Esta es nuestra confianza: la última palabra la tendrá el amor y la alegría a pesar de los difíciles vericuetos que atraviese la historia humana.Lo que nos queda es que el Señor nos dé espíritu de sabiduría y revelación para conocerlo, ilumine los ojos de nuestro corazón para comprender  cuál es la esperanza a la que os llama y cuál la esperanza de gloria que da a los santos

“Dios, luz de los que en ti creen, que la tierra se  llene de tu gloria y que te reconozcan los pueblos por el esplendor de tu luz”, ”por el nacimiento de tu Hijo nos has señalado el camino de la verdad y nos has prometido la vida de la gloria”, ”que la eficacia de este sacramento nos purifique de nuestros pecados y de cumplimiento a nuestros mejores deseos”,  

 

 

 

SOLEMNIDAD DE STA.MARIA,MADRE DE DIOS.

SOLEMNIDAD DE STA MARÍA MADRE DE DIOS

 

EL SEÑOR ILUMINA SU ROSTRO SOBRE NOSOTROS.

1ªLct.:Números 6,22-27:Invocarán mi nombre y los bendeciré.

Sal.66,2-3.5.6 y 8:El Señor tenga piedad y nos bendiga.

2ªLct:Ga.4,4-:Dios envió a su Hijo nacido de mujer.

Evangelio: Lc.2,16-21:Encontraron a María, a José y al niño.

Se nos dice en la Historia de la Iglesia que al anochecer, enterada la comunidad cristiana de Éfeso (a.431) ,con antorchas acudió al lugar donde los padres conciliares habían declarado solemnemente que al ser María, madre de la persona del Verbo, Dios y hombre, María era Madre de Dios-Teotokos.

Al confesar la maternidad divina de María confesamos la humanidad y divinidad de Jesús, el sublime consorcio de Dios con el hombre Acampando entre nosotros se reveló “que por nuestra salvación bajo del cielo”.

Nacido de una mujer, nacido bajo la ley para rescatarnos a los que estábamos bajo la ley, para que pudiéramos ser hijos nos ha dicho San Pablo en la carta a los Gálatas. Dios entrando en la corriente de la vida humana impregnada por la ley del pecado, en su Hijo Jesús,  el Hijo de mujer ,quiebra el embrollo y confusión de la humanidad  herida para elevarla a “la plenitud de los hijos de Dios” si creen en Él, como se nos manifiesta en le prólogo al evangelio de San Juan.

Una vez más en la Maternidad divina de María celebramos el don, lo que Dios hace por nosotros sin nuestra intervención. Dios viene a nosotros ,nos desconcierta con su amor, grandeza y entrega.

  1. S.Agustín se expresa en estos términos ante el misterio de la maternidad divina de María.”Antes de dar a luz a su Hijo ya ha sido discípula de Jesús. Formémosle en nuestro corazón”(Serm.215,4)

María conservaba todas estas cosas meditándolas en su corazón. No es pura pasividad la suya sino asentimiento y reconocimiento de Dios en sus obras grandes.

María José, los pastores dando gloria y alabanza a Dios por lo que habían visto y oído son expresión del estupor, la admiración del impacto, la gloria que desprende el misterio de Dios, manifestado en Jesucristo.

Si no nos sentimos impactados y admirados ante el misterio quizá podamos tener obturada nuestra sensibilidad espiritual para lo que nos trasciende: la gracia, el don, la alegría. Si nuestra mirada humana se ilumina más ante una riqueza humana: dinero, poder, prestigio, placer, que ante un gesto de solidaridad, de perdón o compasión, algo falla en nuestra urdimbre humana y necesitemos el fuego del Espíritu para acrisolar nuestra alma. Porque nuestra vida está llamada a ser divinizada por el encanto de Dios hecho hombre.

Por eso hemos sido bendecidos por Dios bendito. Dios dice bien de nosotros, Está a nuestro favor: «El Señor te bendiga, te proteja, ilumine su rosto y te conceda su favor».»Así invocarán mi nombre sobre los israelitas y yo los bendeciré».

Qué bien recibimos las palabras amables, alentadoras, amistosas o agradecidas que sinceramente nos dan los personas. Son una bendición, son un bien decir que nos edifican y construyen ¡Qué destructivas las palabras fuertes, maliciosas…son malditas y a veces hacen mucho daño¡ Por eso ante la gran noticia de que Dios se ha hecho hombre en el seno de María Virgen: «por nuestra salvación bajó del cielo y se encarnó en María Virgen» y a Dios le podemos llamar con confianza filial: Abba Padre, expulsando todo temor y a María ,Madre de Dios y Madre nuestra ¡nos unimos a la alabanza infinita, a la bendición, que se inicia aquí en la tierra con palabras que Dios nos regala:¡Que canten de alegría las naciones, que todos los pueblos te alaben, que Dios nos bendiga¡

Ayer en la oración después de la comunión, le pedíamos al Señor que sostenidos por el consuelo de las cosas temporales nos ayude a aspirar con confianza a los bienes eternos. Que no perdamos de vista que  el desarrollo y uso de los bienes de la tierra ha de estar iluminados por el amor Absoluto de Dios Creador a fin de que no nos cieguen y deslumbren a nosotros criaturas y colaboradores de Dios.

Ahora también le pedimos al Señor nos conceda experimentar la intercesión de aquella de quien hemos recibido a tu Hijo Jesucristo el autor de la da, Príncipe de la paz.

Que así como nos llena de gozo el comienzo de la salvación, nos alegremos un día de alcanzar su plenitud.

 

 

 

 

 

FIESTA DE LA SAGRADA FAMILIA

FIESTA DE LA SAGRADA  FAMILIA

 

1ªLct.:Eclesiástico 3,3-7.14-17ª:El que teme al Señor honra a sus padres

Sal.127,1-2.3.4-5:Dichoso el que teme al Señor y sigue sus caminos

Col.3,12-21:La vida de familia vivida en el Señor.

Evangelio :Lc.2,22-40:Presentación en el templo

 

La palabra de Dios que ha sido proclamada es como un foco de luz abundante sobre la familia de Nazareth : José, María y Jesús.

El misterio de Dios en la vida de María y José ha dilatado su fe, su visión, su apertura de corazón para acoger la vida de Jesús.

Los sencillos y parcos relatos  que los evangelios nos dan de la Encarnación y nacimiento del Hijo de Dios ponen de manifiesto cómo María y José elaboran en su interior con madurez y fe sincera todo lo que desborda sus cálculos humanos. Sus preguntas, preocupaciones, su temores son guiados por la luz del Espíritu que les ayuda a entregarse a los designios de Dios.

Hoy dos personas santas y justas, Simeón y Ana, con su visión creyente, guiados por el Espíritu Santo, profieren palabras de esperanza y salvación. Simeón a quien el Espíritu Santo le había revelado que no moriría sin haber visto al Mesías, prorrumpe lleno de plenitud:” Ahora, Señor, según tu promesa puedes dejar a tu siervo irse en paz porque mis ojos han visto a tu Salvador” .Y dirige a la madre una profecía atravesada de dolor porque él, Jesús, será signo de contradicción, bandera discutida para los que caigan y se levanten. Igualmente la anciana Ana, llena de Espíritu Santo se siente encantada de ver aquel niño de quien hablará a todos. María y José van recibiendo palabras para madurar, asistiendo a la vida de su hijo Jesús  que va ”creciendo en sabiduría, en estatura y en gracia ante Dios y los hombres” Confortados por el Espíritu Santo contemplamos como  un orden, sentido y pedagogía de Dios en relación a esta bendita familia de Nazaret

Hoy dejamos que la luz del Señor ilumine nuestras familias. Con vosotros nos alegramos por tantos momentos de alegría y éxitos logrados y compartidos en familia. Nos unimos a vuestras dificultades, sufrimientos, incomprensiones, silencios de convivencia. Comprendemos el necesario y a veces dificultoso ejercicio de la autoridad.

En medio de  las convulsiones sociales que afectan a la institución familiar los cristianos estamos a testificar que la unión matrimonial hombre y mujer responsablemente a la vida, elevado a la categoría de sacramento por Jesús ha ayudado a humanizar el amor, la elección y el afecto intersexual con el fruto de los hijos. Con la gracia sacramental de estado ha sido y continúa siendo un ámbito de salud, alegría cariño para los esposos y los hijos.

Ante la plaga de la poligamia en la periferia de Paris, un joven francés de origen africano, Kofi Jumeau comenta:”Yo estaría contra la poligamia incluso en África. He crecido entre cuarenta hermanos nacidos de las once mujeres de mi padre. Todos mis hermanos y yo hemos sido víctimas de la misma descomposición familiar

El cristiano sabe que la familia es un don de Dios que se despliega en el amor, el cuidado, la ternura, la comprensión ,el, sacrificio y se fortalece  en torno al cuarto mandamiento: honrarás a tu padre y a tu madre. La sensibilidad cristiana con nuestros padres se expresa así:”sé constante en honrar a tu padre, no lo abandones mientras viva; aunque flaquee su mente ten indulgencia, no lo abochornes mientras seas fuerte”

Vuestra presencia vecinal, en tantas ocasiones, los grupos de cáritas que ayudan a las familias, los grupos de matrimonios que preparan a los novios o que se reúnen para compartir  y comunicarse  son iniciativas para que el  mundo sea más humano y divino que se construye desde la familia.

Que el Señor nos bendiga y nos dé entrañas de misericordia, bondad, humildad, dulzura y comprensión. ”Concédenos, Señor que imitando las virtudes domésticas de la Sagrada Familia, lleguemos a gozar de los premios eternos en el hogar del cielo” ”Guarda a nuestras familias en tu gracia y tu paz” Nos unimos a la gran jornada familiar .

 

 

 

SOLEMNIDAD DE LA NATIVIDAD DEL SEÑOR

NAVIDAD 2020

1ªLct.:Isa.52,7-10:Los confines de la tierra verán la victoria de nuestro Dios

Sal,97,1.2.-3ab.3cd-4.5.-6:Los confines de la tierra han contemplado la victoria de nuestro Dios.

2ªLct.:Hebreos 1,1-6:Dios nos ha hablado pro su Hijo.

Evangelio: Juan 1,1-18: La Palabra se hizo carne y habitó entre nosotros.

 

EL VERBO SE HIZO CARNE

En el principio del mundo Dios con su palabra creó esta realidad maravillosa donde vivimos. Dijo Dios:”Hágase la luz, el mar, la tierra, el sol, los animales E hizo al hombre a su imagen  y semejanza. Dios con su palabra, con su espíritu ordenó el Caos y lo transformó en Cosmos, lleno de sentido y de orden.

Pero las palabras tan llenas de posibilidades para crear, pueden ser torcidas, manipuladas, mentirosas, malignas y pueden trastornar el orden,  el sentido, pueden matar a la vida.

Las palabras destilan vida, amor, encanto, entusiasmo, orden ,sentido. Algunas generan odio, violencia, resentimiento.

En medio de esta ambigüedad de las palabras vuelve a sentirse presente la Palabra de Dios que desde la humildad del profeta anuncia la paz:¡Qué hermosos son sobre los montes los pies del mensajero que anuncia la paz.¡El Señor consuela a su pueblo.

En la humildad de un niño en Belén” reflejo de su gloria e impronta de su ser”,Dios con su palabra poderosa sostiene el universo”.

La Palabra se hizo carne y acampó entre nosotros y hemos contemplado su gloria. Y en la palabra había vida y la vida era luz de los hombres.

Vino a los suyos y no la recibieron .A los que la recibieron les da poder para ser hijos de Dios. Somos hijos de Dios, hemos sido creados, recreados para la vida, la verdad ,la plenitud. Y en este mundo frágil ,fragmentado, Jesús, la Palabra de Dios hecha carne que curó consoló ,perdonó, murió y resucitó nos dijo que El es “el Camino ,la verdad y la vida”,”quien cree en El tiene vida eterna”

Somos llamados por la Palabra de Dios a ser palabra de comunión , construcción del amor, del bien, de la dignidad de todos los hombres. En «Un hombre para la eternidad» sobre el testimonio de Tomás Moro hay un vibrante diálogo sostenido entre su hija Meg y Tomás Moro. Su hija le presiona para que jure aceptar el nuevo marimonio de Enrique VIII. Y le dice así:-Dios mira más los sentimientos del corazón que las palabras», me has dicho en ocasiones. Di las palabras del juramento y piensa en otra cosa.

Y replica Tomás Moro:-¿Y qué es un juramento sino palabras que decimos a Dios». Cuando un hombre presta juramento tiene a su propia persona en sus manos como si fuera agua y si se arriesga a abrir los dedos renuncia a la esperanza de volver a encontrarse. Hay hombres que son capaces de hacerlo pero sería horrible que tu padre fuera uno de ellos. Cuando la injusticia, la maldad están tan presentes en la humanidad más que la verdad y la caridad es preciso rebelarse aún a riesgo de ser héroe.”

Esta palabra de vida que hoy llama a nuestro corazón nos llama a realizar un gesto, una palabra visible de solidaridad y caridad con los necesitados a través  de tantos gestos. Hoy renovamos nuestro propósito de acudir al banquete de la Palabra de Dios. Dice S. Agustín sobre el milagro de la Palabra:

“Hablamos hoy del Verbo de Dios. ¿Cómo podía este Verbo, que creó las cosas y gobierna el universo coartarse y encogerse en las entrañas de la virgen ?¿Cómo podía dejar el mundo y abandonar a los ángeles y para encerrarse en el seno de una mujer ?No sabéis aún meditar en las osas de Dios. El Verbo de Dios- te hablo, ¡oh hombre ¡,de la omnipotencia del Verbo divino- todo lo podía, porque es omnipotente ;podía quedarse con el Padre y venir a nosotros; podía presentarse corporalmente entre nosotros, y estar latente en sí mismo…¿De qué te maravillas? Te estoy hablando de Dios. El mismo verbo humano puede ayudarnos en este aprieto; aunque muy disímil y no admite por su distancia comparación con Aquél, no obstante eso, nos insinúa una semejanza.

Mirad : esta  palabra, este verbo que es os estoy comunicando, ha estado guardado en mi pecho hasta ahora; y en este momento sale de mí para ir a vosotros, pero sin alejarse de mí. Ya comenzáis a participar de los que hasta ahora os faltaba; mas cuando procedió de mí, ofreciéndose a vosotros, no   abandonó el seno de mi espíritu. Mi palabra ha resonado en vuestros oídos sin apartarse de mi corazón .Mi verbo estaba dentro de mí y se encarnó en la voz :el Verbo de Dios estaba en el Padre y se hizo carne”(Serm.119,6,6)

Mi verbo quiere salir a vosotros y no halla un vehículo digno .el vehículo  del Verbo es el sonido de la voz. Lo que pienso dentro de mi, quiero comunicaros y me fallan las palabras. Pues pretendo hablar del Verbo de Dios. He aquí que estoy distribuyendo mi palabra que a todos llega .Mas ¿se divide acaso para esto? Si, en vez de refocilar vuestro espíritu con mi palabra, os repartiese panes, tendríais que dividirlos para que pudiesen llegar a todos. Y he aquí que reparto mi palabra y nadie queda privado de ellas; toda entera llega a todos .Cada uno la recibe entera y todos juntos reciben lo mismo¡ Oh maravillas de mi palabra ¡¿Qué será pues la palabra de Dios? Oíd otra cosa: He hablado y todo lo que os he comunicado a vosotros lo conservo dentro de mi .Ha llegado todo íntegro a nosotros, sin perder yo ni una migaja .Antes de hablar , todo lo tenía yo y vosotros carecíais de ello; he comenzado a hablaros y vosotros a participar de mi palabra sin yo perderla ¿Oh milagro de mi palabra ¡¿Qué es pues la palabra de Dios? De todas las cosas pequeñas conjeturad las grandes(Serm.120,3)

Que el Señor bendiga vuestros hogares, os colme de abundante bendición y ilumine  y unja vuestra palabra para ser constructores de la paz.Señor, concédenos compartir la vida divina de aquel que hoy se ha dignado compartir con el hombre la condición humana.»

 

 

Uso de cookies

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies