TRIGÉSIMO SEGUNDO DOMINGO

TRIGÉSIMO SEGUNDO DOMINGO ORDINARIO

 

1ªLct.:1º Re 17,10-16:La viuda hizo un panecillo y se lo dio a Elías

Sal.145,7.8-9ª.9bc-10:El Señor sustenta al huérfano y a la viuda.

2ªLct.:Hebreos 9,24-28: Cristo se ha ofrecido una sola voz para quitar los pecados del mundo.

Evang..:Mc.12,38-44:Esa pobre viuda ha echado más que nadie.

 

En una situación de grave necesidad, una mujer viuda de Sarepta está dispuesta a compartir con Elías, un hombre de Dios, el poco de pan  que disponen ella y su hijo y luego esperar a la muerte.La reacción del profeta que ve más allá de lo inmediato es afirmar que “el Señor no permitirá que la orza de harina se vacíe y la alcuza de aceite se agote hasta el día en que el Señor envíe lluvia sobre la tierra”

Dios puja por entrar en la corriente sanguínea de la vida no con la estrategia del poder y la fuerza, del prestigio y la apariencia sino de lo sencillo y humilde haciendo comprender que lo “pequeño  hermoso”.

También Ester con su valor ante Asuero, Judit con su audacia ante Holofermes y María ante el ángel de Dios con su actitud sencilla y confiada hacen posible que Dios actúe haciendo posible lo imposible  al hombre.”El Señor ha hecho obras grandes porque ha mirado la humillación de su sierva”.

Pues el “Señor abre los ojos al ciego, endereza a los que se van  a doblar, ama a los justos, sustenta al huérfano y a la viuda y trastorna el camino de los malvados”

El justo afirma que Dios también está en el momento de la desgracia y del sufrimiento y Dios confirma la actitud valiente y decidida de quien hace lo que sabe que debe hacer y deja que Dios luego actúe.

La Palabra de Dios que llega hasta las últimas junturas del alma descubre la intencionalidad profunda de la persona como el de la mujer de Sarepta y la halla digna de sí porque es capaz de dar la vida por los demás.

“Dichosos los limpios de corazón porque ellos verán a Dios”, dichosos los transparentes y sinceros porque de ellos es el reino de los cielos. He aquí cómo Jesús nos muestra a una pobre anciana encarnando el evangelio del Reino en su prodigalidad pues “ha echado en el cepillo más que nadie porque ha echado todo lo que tenía para vivir” y “ha echado sin que la mano izquierda sepa lo que ha hecho la derecha”. Y Dios que ve en lo oculto le premiará.,”pues ningún vaso de agua dado por el reino de Dios quedará sin recompensa”

Jesús nos ayuda a ensayar la irrupción del Reino con un corazón quebrantado y humillado , un corazón sincero lleno de la sabiduría que ha venido a servir y no a ser servido .

Como la viuda de Sarepta, como la anciana viuda del evangelio que donaron lo que necesitaban para vivir, Jesús  que siendo de condición divina se anonadó, se vació, “se ha ofrecido una sola vez para quitar los pecados de todos””El se ha manifestado una sola vez, en el momento culminante de la historia  para destruir el pecado con el                     sacrificio de sí mismo”

La fe, la confianza en Dios de aquellas dos viudas se ha expresado en la donación, en el amor hasta el extremo.

 Señor, imploramos de tu misericordia que el Espíritu Santo mantenga siempre vivo el amor a la verdad en quienes han recibido la fuerza de lo alto””Que al celebrar la pasión de tu Hijo en este sacramento, gocemos de sus frutos en nuestro corazón”Que podamos libremente cumplir tu voluntad”.

 

TRIGÉSIMO PRIMER DOMINGO

TRIGÉSIMO PRIMER DOMINGO ORDINARIO.

1ªLct.:Deuteronomio 6,2-6:Escucha ,Israel. Amarás al Señor tu Dios con todo el corazón.
Sal.17,2-3ª.3b-4.47 y 5.51ab.:Yo te amo, Señor, Tú eres mi fortaleza.
2ªLct.:Hebreos 7,23-28:Como permanece para siempre tiene el sacerdocio que no pasa.
Evangelio: Marcos,12,28-34:Este es el primer mandamiento. El segundo le es semejante.

El contexto en que se desarrolla este discurso de Moisés al pueblo lo situamos en la entrega que Dios hace a Moisés en el monte Horeb del decálogo o tablas de la ley.
Fruto de la elección como pueblo de su amor ,Yahvé establece una alianza, un pacto para que “seas feliz tú y tus hijos”.
“Escucha, Israel, el Señor es nuestro Dios, es solamente uno. Amarás al Señor tu Dios con todas las fuerzas. Guarda esto en tu memoria.» Todo ello ha dado lugar a la oración diaria Shema de la liturgia judía.
El amor de Dios no es algo que quede a libre elección, es un mandamiento que responde al amor que Dios tiene a su pueblo que incluye el temor de Dios, la obligación de servirlo y la observancia de sus mandamiento. El amor es compatible con el temor filial que excluye el servil -1ª Jn.4,18:en el amor no hay temor”
La realidad del amor de Dios llena los libros proféticos sobre todo Oseas y Jeremías, los salmos y el evangelio de Jesús que en este domingo en el Evangelio de Marcos 12,28-34, se refiere al libro del Deuteronomio 6,2-6.
El amor de Dios es la posibilidad más increíble y maravillosa del corazón humano. Poder amar a Dios con todo el corazón con toda el alma y con todas las fuerzas o lo que es lo mismo poder creer ,esperar y amar sin límites.
¿Qué le sucedió al pueblo de Dios, a Israel en su Éxodo a la tierra prometida y en su discurrir por la historia? Que se sintió tentado de vivir a su aire, tentado por la idolatría, por los ídolos con nombre: placer, ser y tener ,esos deseos incolmables que pretendemos saciar con cualquier alimento. Lo mismo nos sucede a nosotros que podríamos preguntamos desde la voz de la Palabra de Dios. ¿Quién o qué cosas mandan en mi corazón y son mis señores? A veces hasta a pequeñas cosas les podemos ,dar el corazón y negárselo al Señor…Y el Señor en su paciencia y misericordia susurrarnos :»Escucha ,Israel..Uno es el Señor.
Para Jesús también el amor a Dios es el principal mandamiento. Llama y ha llamado siempre la atención que añada algo por lo que no le habían preguntado: el segundo mandamiento es semejante al primero: amarás a tu prójimo como a ti mismo. El evangelista S.Lucas prolonga el diálogo con la parábola del buen samaritano.
La sublimidad del primer mandamiento a algunos les parece una cómoda inverificabilidad. Por eso Jesús secunda el mandamiento del amor de Dios con el amor al prójimo. No los llamas iguales sino semejantes.
Comenta S.Agustín. “El que te impuso los dos preceptos no podía mandarte que amases primero al prójimo y después a Dios sino primero a Dios y luego al prójimo. Pero como no te es posible ver a Dios, amando al prójimo purifica tus ojos para ver a Dios, como lo enseña S.Juan: si no amas a tu hermano a quien ves ¿cómo amarás a Dios a quien no v es?(1ªJn.4,20)(In,Io 17,8)
Todo esto nos lleva a no olvidar que el amor al prójimo(4º al 10º mandamientos) reaviva la pregunta sobre la necesidad de Dios para el existir humano pues no son simples normas de convivencia sino cláusulas de la alianza, del pacto y por eso van precedidas de un recuerdo fundamental: Yo soy tu Dios que te sacó de Egipto, guarda mis mandamientos pegándote a mi pues en ello te va la vida.
La relación interhumana vive a la sombra de la relación con Dios que la engloba o impulsa opuesto a ahogarla o depauperarla. Al prójimo, siempre amenazado de que la codicia, el poder o la violencia de sus semejantes le roben la vida, la mujer o el mando, la fama o los bienes, Dios mismo quien le respalda.
Recientemente en algún medio un periodista ha escrito un artículo sugerente y provocador:¿Dónde está Dios?¿Por qué algunos creen y otros no?¿Por qué no evita el sufrimiento? Concluye que “Dios juega a los dados” dándoles a unos fe y a otros no. Lamenta el escándalo del mal y el sufrimiento y que él, educado en la fe católica en un momento la perdió. Pues también en estos días en un foro de un importante movimiento cristiano de nuestros días al que habían invitado a susodicho periodista, un importante profesor, antropólogo para quien también había quedado a uno lado el sentido religioso, al encontrarse con tantas familias que sin alharacas y con el testimonio del amor ha abordado a nuestro periodista y le ha confesado su encuentro con Jesucristo.
A esta peripecia humana de su relación con Dios le acompaña lo que hemos orado con el salmista:»Yo te amo,Señor,Tú eres mi fortaleza» y las palabrasw de la carta a los Hebresos:»Jesús, permanece para siempre, tiene el sacerdocio que no pasa, intercede a favor de los que se acercan a Dios: santo, inocente, si mancha, el se ofrece de una vez para siempre».
En este día del Señor os exhorto a interiorizar como anhelado talismán:“Escucha, Israel, el Señor es nuestro Dios,uno es el Señor»
Un obispo italiano decía que cada día él se sentía un pobre ateo dispuesto a ser y a aprender a ser un un humilde creyente cristiano.Por eso hoy también nosotros como S.Agustín rercomendaba a los catecúmenos aprender de memoria y recordar el símbolo de la fe,el credo;con la fuerza del Espíritu Santo recordamos y renovamos nuestra fe en el único Dios y Señor para amarlo con toda el alma y y corazón y al prójimo como a nostos mismos.Y todo lo demás por añadidura.Recordando el amor fuerte el Cantar de los cantares lo llevaré ,lo llevaremos como «un sello en el corazón,como tatuaje en el brazo»»El amor es fuerte como la muerte,las aguas no lo apagarán»
Señor, concédenos caminar sin tropiezos hacia los bienes que nos prometes;
Que este sacrificio sea para nosotros una generosa efusión de tu misericordia: que alimentados con estos sacramentos tus gracia nos disponga a recibir las promesas con que los enriqueces..

CONMEMORACIÓN DE TODOS LOS FIELES DIFUNTOS

CONMEMORACIÓN DE TODOS LOS FIELES DIFUNTOS

1ªLct.:Isa.25,6ª.7-9:El Señor enjugará las lágrimas de todos los ojos.
Sal.26,1.4.7.8b.9ª.13-14:El Señor es mi luz y mi salvación.
Ev,Mt.11,25-30:Has escondido estas cosas a los sabios y se la has revelado a la gente sencilla.

1ª Misa:

1.Lament.3,17-26: Es bueno esperar en silencio la salvación
Rm.6,3-9: La vida nueva
Sal.129:Desde lo hondo a ti grito,Señor
Jn.14,1-6:En la casa de mi Padre hay muchas estancias

2ª Misa:
1.Rm.8,31-35.37-38: ¿Quién nos separará del amor de Cristo?
Sal.114: Caminaré en presencia del Señor en el país de la vida
Jn.17,24-26:Que donde esté yo estéis también vosotros

3ª Misa:
Rm.14,7-9:Ya vivamos,ya muramos,somos del Señor
Sal102: Bendice,alma mía al Señor
Mt.25,31-46:Juicio final.Venid,benditos de mi Padre.

Cuando visitamos las sepulturas de nuestros seres queridos y las adornamos con flores y oraciones ,reconocemos que allí yacen sus restos, que pertenecen a un nombre y apellidos con una historia a la que está unida nuestra vida personal. Por eso el amor y la fe nos lleva a imaginar que están vivos en el ámbito del Dios de la vida y del amor.
Ellos son “como una bóveda invisible de amor” que nos acompaña hasta que lleguemos a su misma región.Así se expresaba el filósofo de la existencia y de la esperanza,Gabriel Marcel.
Anhelamos que la Palabra poderosa de Dios actualice la que el ángel dirigió a María Magdalena junto al sepulcro de Jesús :”No busquéis entre los muertos a la vida”,”No está aquí, ha resucitado”.Porque si Cristo no ha resucitado nosotros tampoco resucitaremos y seríamos unos mentirososos pero no,confiesa S.Pablo:» Cristo ha resucitado,primicia de los que resucitarán».Esta es la gran noticia que nos confirma y consuela y nos impulsa a homenajear a nuestros difuntos.Ellos ,seres queridos, forman parte de nuestras raíces; nosotros ,somos porción de su heredad y nuestro amor pugna por sobreponerse a la muerte que como enemigo está siempre al acecho.La nada,el vacío,el sinsentido son como un vértigo que nos tienta y oscurece.
“Aunque la certeza de morir nos entristece, nos consuela la promesa de la futura inmortalidad pues la vida de los que en ti creemos no termina, se transforma” reza el prefacio de la misa de difuntos que nos impulsa a elevarnos más allá de nuestras percepciones inmediatas.
Necesitamos abrirnos al mundo de lo invisible con los ojos de fe. S. Agustín respondía a un joven catecúmeno que tenía dificultades en la fe:”seguramente has soñado muchas veces y luego narras con precisión que en sueños has visto …¿Con qué ojos has visto tales sucesos si los tenías cerrados durante el sueño? .Así también hay una realidad más amplia que la que pueden captar nuestros sentidos.
La visión de la fe y del amor que hemos recibido como regalo de Dios ha sido al precio “de la sangre del cordero” que “muriendo destruyó nuestra muerte y resucitando restauró nuestra vida”.
El enjugará las lágrimas de nuestros ojos porque “al contemplarte como tú eres, Dios nuestro ,seremos para siempre semejantes a ti”.Así oramos en la plegaria eucarística III cuando recordamos a los difuntos. Nuestra madre la Iglesia ha recogido el sentimiento humano que expresan las lágrimas por una la persona fallecida para sublimarlo en el amor consolador de Dios que al contemplarlo nos curará
¡Qué hermoso recordar el destino de nuestros difuntos y el propio:”Nuestra vida está escondida con Cristo en Dios”.
Celebrar el memorial de la muerte y resurrección de Jesucristo , banquete comunitario de su Cuerpo y Sangre ,es participar anticipadamente del Banquete eterno al que somos llamados.
Jesús, lleno de la alegría en el Espíritu Santo, da gracias al Padre por todos los que con sencillez de corazón acogen esta revelación.
Intercedamos para que nadie se cierre a la gran revelación de Dios que “quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la verdad»
«Hay algo que traigo a la memoria y me da esperanza:que la misericordia del Señor no termina y no se acaba su compasión»»Es bueno esperar en silencio la salvación del Señor»(Lm1,17-26)»Creemos que Jesús ha muerto y ha resucitado,del mismo modo a los que han muerto,Dios por medio de Jesús los llevará con él»(Iª Ts 4,14).»Salvame,Señor y tocaremos nuestras arpas todos nuestros días en la casa del Señor»(Is.38,10-14;17-20)»Mi alma aguarda al Señor porque en Él está la salvación»(Sal.129)
«Os llevaré conmigo para que donde estoy yo estéis también vosotros»(Jn.14,1-6).Este es el cielo,estar con Jesús y con todos los que nos han querido y hemos querido y con los que el Señor ha asociado a nuestra vida.
Que al confesar la resurrección de Cristo,tu Hijo, se afiance nuestra esperanza de que todos tus hijos resucitarán…Que nuesstros hrmanos difuntos puedan llegar a la mansión de la luz y de la paz.

SOLEMNIDAD DE TODOS LOS SANTOS

SOLEMNIDAD DE TODOS LOS SANTOS

1ªLct.:Apoc.7,2-4.9-14Unas muchedumbre inmensa que nadie podría contar
Sal.23,1-2,3-4ab.5-6:Estos son los que buscan a al Señor
2ªLct.:Jn.3,1-3:Veremos a Dios tal cual es.
Evangelio: Mt.5,1-12ª: Estad alegres y contentos porque vuestra recompensa será grande en el cielo.

Hoy la Palabra de Dios proclamada dirige a nuestra atención hacia ese espectáculo maravilloso del ámbito celestial en que una multitud inmensa de bienaventurados no se cansa de alabar y bendecir al Dios de Santidad:”la salvación es de nuestro Dios y del Cordero…la bendición, la gloria, la sabiduría y la acción de gracias y el honor y el poder son de nuestro Dios por los siglos. Amén”
Al celebrar el 50 aniversario de la Renovación carismática en la Iglesia católica, alrededor de 80.000 personas de 128 países se reunieron en el Circo Máximo de Roma para alabar, bendecir y escuchar y celebrar a Jesús el Señor en la misericordia del Padre y la fuerza del Espíritu Santo. Un prestigioso coro y orquesta de jóvenes y toda la asamblea cantaban :“Alabaré, alabaré a mi Señor…como expresión de un canto universal para distintas lenguas y razas unidas por el Espíritu Santo. Anticipo de la ciudad celeste, la Jerusalén del cielo que acompaña a la iglesia peregrina de la tierra.
¿Quiénes son estos bienaventurados que reconocen al Señor y la alaban y adoran? “Los hombres de manos inocentes y puro corazón”,” los que vienen de la gran tribulación y han blanqueado sus mansos en la sangre del cordero”.Tantos hombres y mujeres ,jóvenes, niños y ancianos, obreros y empresarios ,padres y madres, artistas y gentes sencilla y tantos profesionales y trabajadores que han vivido con actitud creyente en Jesús, cordero degollado.
Hoy se nos invita a recordar a tantos conocidos y desconocidos que por su fidelidad ,honradez, justicia, amor a Jesús, disfrutan de la visión de Dios. Y lo alaban eternamente pues como dice S.Agustín: ”Eres Tú mismo quien le estimula a que halle satisfacción alabándote porque nos has hecho ,Señor para ti y nuestro corazón está inquieto hasta que descanse en ti”(Conf.1,1,).
Los recordamos no porque necesiten nuestros honores .Dice S. Bernardo:” por lo que a mi respecta confieso que al pensar en ellos se enciende en mi un fuerte deseo: gozar de su compañía ,llegar a ser conciudadanos y compañeros de los espíritus bienaventurados: patriarcas, profetas, mártires. Luego resucitar con Cristo que se manifieste su gloria en nosotros”(Liturgia de las horas,vol.IV,p.1336)
Ellos interceden por nosotros. Y nosotros suplicamos al Señor que nos dé ”espíritu de sabiduría y revelación para conocerlo .Ilumine los ojos de nuestro corazón para que comprendáis cuál es la esperanza a la que os llama cuál la riqueza de gloria que da en herencia a los santos”(Ef.1,17-18)
Pues hemos recibido la Palabra de S.Juan: ”Ahora somos hijos de Dios y aún no se ha manifestado lo que seremos. Sabemos que cuando se manifieste seremos semejantes a Él porque lo veremos tal cual es(1ªJn.3,1-3).
Si ya en esperanza sentimos el gozo de Dios que será cuando lo poseamos, advierte S.Agustín.
La celebración de la Solemnidad de todos los Santos nos sitúa ante la palabra de Dios que nos dice: ”Sed santos como Dios es Santo “(1ª Pe 1,15-16).La Santidad de Dios hace referencia a su ser transcendente, separado, distinguido de… más allá de la creación y hace referencia a la pureza o perfección. Y Dios todo lo que toca lo hace Santo. La santidad en los hombres no es una prerrogativa para unos pocos elegidos. El Concilio Vaticano II en el capítulo 5 de la Lumen Gentium lo dedica a la universal vocación a la santidad en la Iglesia que se obtiene mediante la caridad, vínculo de la santidad y plenitud de la ley. Sacerdotes, obispos, religiosos y seglares todos llamados a ser santos.

Señor, que realizando nuestra santidad por la participación en la plenitud de tu amor, pasemos de esta mesa de la Iglesia peregrina al banquete del reino de los cielos” Haz que sintamos interceder por nuestra salvación a todos aquellos que gozan de la gloria de la inmortalidad.”.

TRIGÉSIMO DOMINGO ORDINARIO

TRIGÉSIMO DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO

1ªLct.Jeremías 31,7-9:Congregaré a ciegos y cojos
Sal.125,1-2ab.2cd-3.4.-5.6:El Señor ha estado grande con nosotros ye estamos alegres.
2ªLct.:Hebreos 5,1-6:Tú eres sacerdote eterno según el rito de Melquisedec
Evangelio: Mc.10,46-52:Maestro que pueda ver.

El domingo pasado contemplábamos el rostro de Jesús, Siervo doliente que ha venido a servir y no para que le sirvan, inaugurando una corriente de discípulos y servidores de un mundo nuevo y reconciliado que transciende el mundo sometido por los grandes de la tierra.
Vuelve hoy la Palabra de Dios en la Carta a los Hebreos, a prolongar la revelación del rostro de Jesús que como Sumo y eterno sacerdote, lleno de debilidades, excepto del pecado, y por ello compresivo y compasivo, que se ofrece a Dios por la humanidad doliente. Lo que los sacerdotes de la antigua alianza hacían muchas veces: ofrecer sacrificios por el pueblo, Jesús, siendo sacerdote y víctima al mismo tiempo, lo ofrece de una vez para siempre(«ephafax»). El sacramento del sacerdocio ministerial pone de relieve que este hombre ordenado actúa en la persona de Jesucristo para celebrar los misterios de Dios y es llamado a configurarse con el estilo y vida de Jesús. El sacerdocio común de todos los cristianos diferente del sacerdocio ministerial es también llamado a participar activamente en el culto al Dios vivo de Jesucristo en el Espíritu Y es justamente aquí en la entraña del servicio y la donación ,del cumplimiento de la voluntad del Padre donde se encuentra la contenida la energía salvífica que como una onda expansiva irradia, luz, vida liberación, salud y plenitud.
El cristiano no busca el sufrimiento por el sufrimiento sino que en Jesús ,crucificado por amor, lo transciende en la vida gloriosa del Resucitado. Y así se une al alborozo del profeta: ”Gritad de alegría, regocijaos con el resto que se siente salvado y curado”. El Señor conduce a su pueblo entre consuelos :”ciegos y cojos, preñadas y paridas…una gran multitud…se marcharon llorando, los guiaré entre consuelos”. Dios nos consuela, está con el solo, con nosotros. Así que alguna vez hemos podido decir con el salmista:» Cuando el Señor cambió la suerte de Sión nos parecía soñar. La boca se nos llenaba de risas y la lengua de cantares .El Señor ha estado grande con nosotros y estamos alegres». El profeta Jeremías como los demás profetas que han lamentado el desvarío, el pecado del pueblo, celebra y anima al pequeño resto de Israel y ahora a nosotros a gritar, alabar y regocijarse porque el deseo de Dios es la salvación de los hombres.
Esta historia de Dios con nosotros se hace como más visible en Jesús encontrándose con el ciego Bartimeo. Todos nos podemos imaginar la situación limitada y pobre de aquel hombre y la esperanza que anida en su corazón cuando le dicen que está pasando Jesús. Seguramente ha oído que Jesús de Nazareth ha curado a otros enfermos y se ha dicho así mismo:¿por qué no me va a poder curar a mi. Pensad en la fe que ponemos en la fama de algunos médicos y a lo que estamos dispuestos a hacer por la curación de un ser querido. Los Doctores Barraquer, Castroviejo,en el campo de la oftalmología y tantos otros¡cuanta admiración y agradecimento han despertado¡. Pues él sacando fuerza y coraje de su corazón comienza a gritar:¡Jesús, hijo de David, ten compasión de mi¡ Como si todo su ser se concentrase en un punto y emitiese un dardo, jacula, una saeta disparado al corazón de Jesús. Algunos anacoretas del desierto cifran su oración en esta jaculatoria o corta y penetrante frase. Un impacto ardiente, confiado.
¿Qué quieres que haga por ti? Jesús realizó y continúa realizando un signo poderoso que le devuelve la vista rompiendo aquella situación triste como la de tantos enfermos. Este mundo a veces tan doliente es quebrado y abierto a otro santo libre, amoroso ,reconciliado. Un mundo abierto al Dios de la vida y de la alegría. Este el sentido profundo de los milagros y curaciones: abrirnos a un mundo restaurado, reconciliado salvado. Naturalmente que la medicina es el camino para restaurar a la naturaleza enferma pero a veces el Señor actúa como gracia para reparar nuestro cuerpo enfermo.
Bartimeo ha recibido una curación física una apertura de sus ojos al mundo exterior rico y fascinante, lleno de luz; ha visto a Jesús de quien había oído cosas admirables, ha sido tocado en sus ojos interiores por la grandeza de Jesús que aparece compasivo, misericordioso, atento a los que sufren. A él y a cuántos presencian el signo les suscita una honda pregunta y les regala respuesta grandiosa:¿Quién es éste?¡Magnífico quien da vista a los ciegos¡ Y luego el evangelio nos dice que Bartimeo le seguía por el cam ino,por un camino nuevo de fe, visión y salvación. Los milagros, las curaciones de Jesús mueven a la fe, al seguimiento, a la salvación integral.
Brota no solo la admiración ante el signo sino la luz de la amistaqd y el seguimiento de aquel que se manifiesta con tanto poder y tanto amor: ¡Jesús de Nazareth¡.
Aquí, ahora, hoy, nos reconocemos creyentes cansados, indiferentes, resignados. Jesús que es el mismo hoy, ayer y siempre, presente ahora aquí está pasando entre nosotros Por gracia hemos recibido la fe, una nueva luz, una amplitud de visión que nos impulsa al coraje y la audacia para vivir con esperanza y optimismo .Y nos dice: Pablo, Ainoa, Carmen, Joseba, Carlos ¿qué quieres que haga por ti? Respóndele libre y profundo. Manda al corazón de Jesús un deseo ardiente y audaz: Jesús Hijo de David, ten compasión de mí, que vea, que crea, que ame, que espere,que me cures..
Recientemente se expresaba un no creyente diciendo que encontraba pocos creyentes hablando de Dios. Conviene hablar de Dios, conviene recordar el desafío del gran escritor ruso Dostotoieski: Si Dios no existe, todo está permitido que otro creyente vierte en: Si Dios existe, todo es diferente. Y no para convertirlo en retórica o discusión de inteligentes sino para afirmar el sentido y la profundidad de la vida, del amor, del sufrimiento y de la muerte. La fe no es una carencia de conocimiento que un día la ciencia pudiera conseguir. Ella se mueve en un ámbito trascendente diferente al ámbito del conocimiento científico que tiene sus leyes y estrategias.
El gran dramaturgo español Antonio Buero Vallejo se sirve de personajes ciegos para describir la realidad trágica de la existencia y en algún momento llega a decir que la imagen con que mejor definiría a Dios sería la luz. La fe como “nuevo ojos para ver”
Tanto creyentes como no creyentes necesitamos una luz, una esperanza :pase lo que pase Dios está en la cruz y en la luz ,en la muerte y en la resurrección.
Vamos todos a la obra de la fe en el Dios vivo Padre de Ntro Señor Jesucristo que ha derramado en nuestros corazones con el Espíritu Santo. Que nos dediquemos, como dice San Agustín ,a la obra mayor de nuestra vida: “curar los ojos del corazón para ver a Dios”.
Señor aumenta nuestra fe, esperanza y caridad y para conseguir tus promesas concédenos amar tus preceptos.¡Que nuestra celebración sea para tu gloria y tu alabanza. Que un día poseamos plenamente cuanto celebramos ahora en estos ritos sagrados.

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