Continúo con Poesía y declamación.2.
Con el recuerdo de GUSTAVO ADOLFO BÉCQUER, FRANCISCO VILLALÓN y su Diligencia de Carmona que con tanta gracia algún compañero recitaba…JOSE MARÍA GABRIEL Y GALÁN, maestro de escuela, que nos animaba a recitar Mi vaquerillo y la Pedrada. Don MANUEL MACHADO y Castilla,poema también aprendido y recitado…Y algunos poemas TAN INTERESANTES Y RECORDADOS de ANTONIO MACHADO.Y el premio nobel de Literatura :JUAN RAMÓN JIMÉNEZ con fragmentos de Platero y yo. Con LEPOLDO PANERO , leonés de Astorga y JOSE CARLOS DE LUNA con el Piyayo,excelente poema pra recitar y declamar. JOSÉ MARÍA PEMÁN, tan gaditano y excelente escritor. Luego nos adentramos en los poemas del catedrático y rector de Salamanca, MIGUEL DE UNAMUNO..Ellos nos permiten asomarnos a un alma y sus combates de fe. La lógica y la cardíaca le mantienen en una búsqueda agónica de Dios. El P.José Vega nos dictó y declamó ante nosotros ,Corral de muertos. JOSÉ HIERRO cierra esta serie de poetas y poemas
GUSTAVO ADOLFO BECQUER:
Gustavo Adolfo Claudio Domínguez Bastida (Sevilla, 17 de febrero de 1836–Madrid, 22 de diciembre de 1870),1 más conocido como Gustavo Adolfo Bécquer, fue un poeta y narrador español, perteneciente al movimiento del Romanticismo
RIMA LIII
Volverán las oscuras golondrinas Pero aquellas que el vuelo refrenaban Volverán las tupidas madreselvas Pero aquellas, cuajadas de rocío Volverán del amor en tus oídos Pero mudo y absorto y de rodillas |
RIMA VII
Del salón en el ángulo oscuro, ¡Cuánta nota dormía en sus cuerdas —¡Ay! —pensé—; ¡cuántas veces el genio |
.RIMA LXXIII
Cerraron sus ojos La luz que en un vaso Despertaba el día, —¡Dios mío, qué solos * De la casa, en hombros, Al dar de las Ánimas De un reloj se oía —¡Dios mío, qué solos * De la alta campana Del último asilo, La piqueta al hombro —¡Dios mío, qué solos * En las largas noches Allí cae la lluvia * * * ¿Vuelve el polvo al polvo? |
FRANCISCO VILLALÓN
Fernando Villalón-Daoíz y Halcón, conocido como Fernando Villalón (Sevilla, 31 de mayo de 1881–Madrid, 8 de marzo de 1930), VIII conde de Miraflores de los Ángeles, fue un poeta y ganadero español
«Diligencia de Carmona»
Diligencia de Carmona
la que por la vega pasas
caminito de Sevilla
con siete mulas castañas,
cruza pronto los palmares,
no hagas alto en las posadas,
mira que tus huellas huellan
siete ladrones de fama.
Diligencia de Carmona,
la de las mulas castañas.
Remolino en el camino,
siete bandoleros bajan
de los alcores del Viso
con sus hembras a las ancas.
Catites, rojos pañuelos,
patillas de boca de hacha.
Ellas, navaja en la liga;
ellos, la faca en la faja;
ellas, la Arabia en los ojos;
ellos, el alma a la espalda.
Por los alcores del Viso
siete bandoleros bajan.
– Echa vino, montañés,
que lo paga Luis de Vargas,
el que a los pobres socorre
y a los ricos avasalla.
Ve y dile a los milicianos
que la posta está robada
y vamos con nuestras novias
hacia Écija la llana.
Echa vino, montañés,
que lo paga Luis de Vargas.
JOSE MARÍA GABRIEL Y GALÁN
: José María Gabriel y Galán (Frades de la Sierra,Salamanca 28 de junio de 1870-Guijo de Granadilla,Cácer3es 6 de enero de 1905) fue un poeta español que desarrolló su obra en castellano y en dialecto extremeño.12
Mi Vaquerillo
He dormido esta noche en el monte LA PEDRADA I Cuando pasa el Nazareno de la túnica morada, con la frente ensangrentada, la mirada del Dios bueno y la soga al cuello echada.
El pecado me tortura, las entrañas se me anegan en torrentes de amargura, y las lágrimas me ciegan, y me llenan de ternura…
Yo he nacido en estos llanos de la estepa castellana, cuando había unos cristianos que vivían como hermanos en república cristiana.
Me enseñaron a rezar, enseñáronme a sentir y me enseñaron a amar; y como mar es sufrir, también aprendí a llorar.
Cuando esta fecha caía sobre los pobres lugares, la vida se entristecía, cerrábanse los hogares y el pobre templo se abría.
Y detrás del Nazareno de la frente coronada, por aquel de espinas lleno campo dulce, campo ameno de la aldea sosegada.
Los clamores escuchando de dolientes Misereres iban los hombres rezando, sollozando las mujeres y los niños observando…
¡Oh, que dulce, qué sereno caminaba el Nazareno por el campo solitario, de verduras menos lleno que de abrojos el Calvario!
¡Cuán suave, cuán paciente caminaba y cuán doliente con la cruz al hombro echada el dolor sobre la frente y el amor en la mirada!
Y los hombres abstraídos, en hileras extendidos, iban todos encapados con hachones encendidos y semblantes apagados.
Y enlutadas, apiñadas, doloridas, angustiadas, enjugando en las mantillas las pupilas empañadas y las húmedas mejillas.
Viejecitos y doncellas de la imagen por las huellas santo llanto iban vertiendo… ¡Como aquéllas, como aquellas que a Jesús iban siguiendo.
Y los niños, admirados, silenciosos, apenados, presintiendo vagamente dramas hondos no alcanzados por el vuelo de la mente.
Caminábamos sombríos junto al dulce Nazareno, maldiciendo a los judíos, “que eran Judas y unos tíos que mataron al Dios bueno”.
II
¡Cuántas veces he llorado recordando la grandeza de aquel hecho inusitado, que una sublime nobleza inspiróle a un pecho honrado.
La procesión se movía con honda calma doliente, ¡qué triste el sol se ponía! ¡Cómo lloraba la gente! ¡Cómo Jesús se afligía!…
1Qué voces tan plañideras el Miserere cantaban! ¡Qué luces, que no alumbraban, tras de las verdes vidrieras de los faroles brillaban!
Y aquel sayón inhumano que al dulce Jesús seguía con el látigo en la mano, ¡qué feroz cara tenía! ¡Qué corazón tan villano!
¡La escena a un tigre ablandara! Iba a caer el Cordero, Y aquel negro monstruo fiero ¡iba a cruzarle la cara con el látigo de acero!
Mas un travieso aldeano, una precoz criatura de corazón noble y sano y alma tan noble y tan pura como el cielo castellano.
Rapazuelo generoso, que al mirarla, silencioso, sintió la trágica escena, que le dejó el alma llena de hondo rencor doloroso.
Se sublimó de repente, se separó de la gente, cogió un guijarro redondo, miróle al sayón de frente con ojos de odio muy hondo;
paróse ante la escultura; apretó la dentadura, aseguróse en los pies, midió con tino la altura, tendió el brazo de través;
zumbó el proyectil terrible, sonó un golpe indefinible, y del infame sayón cayó botando la horrible cabezota de cartón.
Los fieles, alborotados por el terrible suceso, cercaron al niño airados, preguntándole admirados: “¿Por qué, por qué has hecho eso?»
Y él contesta agresivo, con voz de aquellas que llegan de un alma justa a lo vivo: “¡Porque sí, porque le pegan sin hacer ningún motivo!”
III
Hoy que con los hombres voy viendo a Jesús padecer, interrogándome estoy: ¿Somos los hombres de hoy aquellos niños de ayer?
MANUEL MACHADO: MANUEL MACHADO: Manuel Machado Ruiz (Sevilla, 29 de agosto de 1874 – Madrid, 19 de enero de 1947) fue un poeta y dramaturgo español, enmarcado en el modernismo, y hermano de Antonio Machado y del pintor José Machado Ruiz
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.CASTILLA
El ciego sol se estrella El ciego sol, la sed y la fatiga. Cerrado está el mesón a piedra y lodo… A los terribles golpes, «¡Buen Cid! Pasad… El rey nos dará muerte, Calla la niña y llora sin gemido… El ciego sol, la sed y la fatiga. |
ANTONIO MACHADO Antonio Machado Ruiz (Sevilla; 26 de julio de 1875-Colliure, Francia; 22 de febrero de 1939) fue un poeta español, el más joven representante de la generación del 98
YO VOY
EN EL ENTIERRO DE UN AMIGO Tierra le dieron una tarde horrible A un paso de la abierta sepultura, De los gruesos cordeles suspendido, Y al reposar sonó con recio golpe, Un golpe de ataúd en tierra es algo Sobre la negra caja se rompían El aire se llevaba —Y tú, sin sombra ya, duerme y reposa, Definitivamente,
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.LA SAETA
¡Oh, la saeta, el cantar
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.LA PRIMAVERA BESABA
La primavera besaba
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PARÁBOLAS
I Era un niño que soñaba
Dios no es el mar, está en el mar, riela VI El Dios que todos llevamos, VII Dice la razón: Busquemos VIII Cabeza meditadora,
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ANOCHE CUANDO DORMÍA
Anoche cuando dormía
soñé ¡bendita ilusión!
que una fontana fluía
dentro de mi corazón.
Dí: ¿por qué acequia escondida,
agua, vienes hasta mí,
manantial de nueva vida
en donde nunca bebí?
Anoche cuando dormía
soñé ¡bendita ilusión!
que una colmena tenía
dentro de mi corazón;
y las doradas abejas
iban fabricando en él,
con las amarguras viejas,
blanca cera y dulce miel.
Anoche cuando dormía
soñé ¡bendita ilusión!
que un ardiente sol lucía
dentro de mi corazón.
Era ardiente porque daba
calores de rojo hogar,
y era sol porque alumbraba
y porque hacía llorar.
Anoche cuando dormía
soñé ¡bendita ilusión!
que era Dios lo que tenía
dentro de mi corazón.
Juan Ramón Jiménez Mantecón. (Moguer, Huelva, 23 de diciembre de 1881 – San Juan, Puerto Rico, 29 de mayo de 1958). Poeta español y premio Nobel de Literatura. Estudia en la Universidad de Sevilla, pero abandona Derecho y Pintura para dedicarse a la literatura influenciado por Rubén Darío y los simbolistas franceses
El viaje definitivo
… Y yo me iré. Y se quedarán los pájaros cantando:
y se quedará mi huerto, con su verde árbol,
y con su pozo blanco.
Todas las tardes, el cielo será azul y plácido;
y tocarán, como esta tarde están tocando,
las campanas del campanario.
Se morirán aquellos que me amaron;
y el pueblo se hará nuevo cada año;
y en el rincón aquel de mi huerto florido y encalado,
mi espíritu errará, nostálgico…
Y yo me iré; y estaré solo, sin hogar, sin árbol
verde, sin pozo blanco,
sin cielo azul y plácido…
Y se quedarán los pájaros cantando.
39.LXXXI – LA NIÑA CHICA
La niña chica era la gloria de Platero. En cuanto de la veía venir hacia él, entre las lilas, con su vestidillo blanco y su sombrero de arroz, llamándolo dengosa: – ¡ Platero, Plateriiillo !- , el asnucho quería partir la cuerda, y saltaba igual que un niño, y rebuznaba loco.
Ella, en una confianza ciega, pasaba una vez y otra bajo él, y le pegaba pataditas, le dejaba la mano, nardo cándido, en aquella bocaza rosa, almenada de grandes dientes amarillos: o, cogiéndole las orejas, que él ponía a su alcance, lo llamaba con todas las variaciones mimosas de su nombre:- ¡ Platero ! ¡Platerón ! ¡ Platerillo ! ¡ Platerete ! ¡ Platerucho !
En los largos días en que la niña navegó en su cuna alba, río abajo, hacia la muerte, nadie se acordaba de Platero. Ella, en su delirio, lo llamaba triste: ¡ Plateriiilo !… Desde la casa oscura y llena de suspiros, se oía, a veces, la lejana llamada lastimera del amigo. ¡ Oh estío melancólico !
¡ Qué lujo puso Dios en ti, tarde del entierro ! Setiembre, rosa y oro, como ahora, declinaba. Desde el cementerio ¡ cómo resonaba la campana de vuelta en el ocaso abierto, camino de la gloria !… Volví por las tapias, solo y mustio, entré en la casa por la puerta del corral y, huyendo de los hombres, me fui a la cuadra y me senté a pensar, con Platero.
40.CXXXVI – A PLATERO – EN EL CIELO DE MOGUER
Dulce Platero trotón, burrillo mío, que llevaste mi alma tantas veces —¡sólo mi alma!— por aquellos hondos caminos de nopales, de malvas y de madreselvas; a ti este libro que habla de ti ahora que puedes entenderlo.
Va a tu alma, que ya pace en el Paraíso, por el alma de nuestros paisajes moguereños, que también habrá subido al cielo con la tuya; lleva montada en su lomo de papel a mi alma, que, Caminando entre zarzas en flor a su ascensión, se hace más buena, más pacífica, más pura cada día.
Sí. Yo sé que, a la caída de la tarde, cuando, entre las oropéndolas y Ios azahares, llego lento y pensativo, por el naranjal solitario, al pino que arrulla tu muerte, tú, Platero, feliz en tu prado de rosas eternas, me verás detenerme ante los lirios amarillos que ha brotado tu descompuesto corazón.
41.XII – LA PÚA
Entrando, en la dehesa de los Caballos, Platero ha comenzado a cojear. Me he echado al suelo…
– Pero, hombre, ¿ qué te pasa ?
Platero ha dejado la mano derecha un poco levantada, mostrando la ranilla, sin fuerza y sin peso, sin tocar casi con el casco la arena ardiente del camino.
Con una solicitud mayor, sin duda, que la del viejo Darbón, su médico, le he doblado la mano y le he mirado la ranilla roja.
Una púa larga y verde, de naranjo sano, está clavada en ella como un redondo puñalillo de esmeralda. Estremecido del dolor de Platero, he tirado de la púa; y me lo he llevado al pobre al arroyo de los lirios amarillos, para que el agua corriente la lama, con su larga lengua pura, la heridilla.
Después, hemos seguido hacia la mar blanca, yo delante, él detrás, cojeando todavía y dándome suaves topadas en la espalda.
I-42 PLATERO
Platero es pequeño, peludo, suave; tan blando por fuera, que se diría todo de algodón, que no lleva huesos. Sólo los espejos de azabache de sus ojos son duros cual dos escarabajos de cristal negro.
Lo dejo suelto, y se va al prado, y acaricia tibiamente con su hocico, rozándolas apenas, las florecillas rosas, celestes y gualdas…. Lo llamo dulcemente: «¿Platero?», y viene a mí con un trotecillo alegre que parece que se ríe, en no sé qué cascabeleo ideal….
Come cuanto le doy. Le gustan las naranjas mandarinas, las uvas moscateles, todas de ámbar, los higos morados, con su cristalina gotita de miel….
Es tierno y mimoso igual que un niño, que una niña … pero fuerte y seco como de piedra. Cuando paso sobre él los domingos, por las últimas callejas del pueblo, los hombres del campo, vestidos de limpio y despaciosos, se quedan mirándolo:
—Tiene acero …
–Tiene acero. Acero y plata de luna, al mismo tiempo.
LEOPOLDO PANERO:
Leopoldo Panero Torbado (Astorga, León, 17 de octubre de 1909 –Castrillo de las Piedras, León, 27 de agosto de 1962) fue un poeta español, miembro de la Generación del 36, dentro de la corriente de la poesía arraigada de posguerra.
43.DECIR CON EL LENGUAJE…
En esta paz del corazón alada Solas quedan la luz y la mirada ¡Decir con el lenguaje la ventura La oración escuchar del agua pura, Leopoldo Panero |
44.ESCRITO A CADA INSTANTE
Para inventar a Dios, nuestra palabra Leopoldo Panero |
45.HIJO MÍO
Desde mi vieja orilla, desde la fe que siento, Voy contigo, hijo mío, frenesí soñoliento Voy, me llevas, se torna crédula mi mirada, me arrastras de la mano… Y en tu ignorancia fío,
46.LAS MANOS CIEGAS Ignorando mi vida,
48.A UNA ENCINA SOLITARIA La gracia cenicienta de la encina, Como el silencio de la nieve fina, La luz afirma la unidad del cielo y asida a la esperanza por el vuelo 50.LEJANA COMO DIOS, PERO MÁS CERCA… Lejana como Dios, pero más cerca, 51.SONETO Señor, el viejo tronco se desgaja, del viejo tronco haciendo pobre caja su noble fuerza. Cada rama, en nudo, Señor, el hacha llama al tronco mudo,
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JOSÉ CARLOS DE LUNA: 1890-1964
Escritor español nacido en Málaga y fallecido en Madrid. Es autor de una prolífica obra poética muy influida por la tradición popular, especialmente la de sabor andalucista, y por algunas obras de Lorca y Villalón
52.JEL PIYAYO
¿ Tú conoces al «Piyayo», un viejecillo renegro, reseco y chicuelo; la mirada de gallo pendenciero y hocico de raposo tifioso…, que pide limosna por «tangos» y maldice cantando «fandangos» gangosos…? ¡A chufla lo toma la gente, y a mí me da pena y me causa un respeto imponente! Ata a su cuerpo una guitarra, que chilla como una corneja y zumba como una chícharra y tiene arrumacos de vieja pelleja. Yo le he visto cantando, babeando de rabia y de vino bailando con saltos felinos, tocando, a zarpazos, los acordes de un viejo «tangazo»: Y el endeble «Piyayo» jadea, y suda…, y renquea, y, a sus contorsiones de ardilla, hace son la sucia calderilla. ¡A chufla lo toma la gente! A mi me da pena y me causa un respeto imponente. Es su extraño arte su cepo y su cruz, su vida y su luz, su tabaco y su aguardientillo…, y su pan y el de sus nietecillos; «churumbeles» con greñas de álambre y panzas de sapo, que aúllan de hambre tiritando bajo los harapos; sin madre que lave su roña; sin padre que «afane», JOSÉ MARÍA PEMÁN: José María Pemán y Pemartín (Cádiz, 8 de mayo de 1897–Ibídem, 19 de julio de 1981) fue un escritor español que cultivó todos los géneros literarios, destacando como periodista, dramaturgo y poeta, además de notable orador.
¡Cristo de la Buena Muerte, Por eso a tus pies postrado; Quiero, Señor, en tu encanto Y Tú, Rey de las bondades, Señor, aunque no merezco
.ORACIÓN A LA LUZ Señor: yo sé que en la mañana pura Yo sé que te refleja la segura Por eso te celebro yo en el frío por eso yo te adoro, mudo y quieto:
FEDERICO GARCÍA LORCA: Federico García Lorca (Fuente Vaqueros, Granada, 5 de junio de 1898 – camino de Víznar a Alfacar, Granada, 18 de agosto de 1936) fue un poeta, dramaturgo y prosista español. Adscrito a la generación del 27, fue el poeta de mayor influencia y popularidad de la literatura española del siglo xx
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porque pena una muerte en Santoña; sin más sombra que la del abuelo… ¡Poca sombra, porque es tan chicuelo! En El Altozano tiene el cuchitril -¡a las vigas alcanza la mano! -, y por lumbre y por luz un candil. Vacía sus alforjas – que son sus bolsillos -. Bostezando, los siete chiquillos se agrupan riendo. Y, entre carantoñas, les va repartietído pan y pescao frito con la parsimonia de un antiguo rito: -¡Chavales! ¡Pan de flor de harina!… Mascarlo despasio. Mejó pan no se come en palasio. Y este pescaito, ¿ no es ná? ¡Sacao uno a uno del fondo der má! ¡Gloria pura é! Las espinas se comen tamié’, que to es alimento… Así…, despasito. Muy remascaíto. ¿ No yores, Manuela! Tú no pués, porque no tienes muelas ¡Es tan chiquitita mi niña bonita!… Así despasito. Muy remascaito, migaja a migaja – que dure -, le van dando fin a los cinco reales que costó el festín. Luego, entre guiñapos, durmiendo, por matar el frío, muy apiñaditos, la Virgen María contempla al «Piyayo» riendo. Y hay un ángel rubio que besa la frente de cada gitano chiquito. ¡A chufla lo toma la – gente!… ¡A mí me da pena y me causa un respeto imponente! |
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