VIGESIMONOVENO DOMINGO ORDINARIO

DOMINGO VIGÉSIMO  NOVENO DEL TIEMPO ORDINARIO

 

1ªLct.:Ex.17,8-13:Mientras Moisés tenía en alto la mano, vencía Israel

Sal.120;1-2.3-4-5-6.7-8:El auxilio me viene del Señor.

2ªLct.:2ªTim.3,14-4,2:El hombre de Dios estará perfectamente equipado para toda obra buena.

Evange.:Lc.18,1-8:Dios hará justicia a sus elegidos que claman a él..

Un modo de expresar el sentimiento de dependencia que el hombre tiene respecto de Dios es la oración, especialmente de súplica. Otra manera de expresar dicha relación es a través de su acción colaboradora en la creación pues como dice S.Agustín: “Dios que te creó sin ti no te salvará sin ti”.En el lenguaje coloquial lo resume el refrán:”A Dios rogando y con el mazo dando”.La dimensión religiosa del hombre vertida en dos tonalidades :activa y contemplativa.

Así lo ha referido el fragmento del libro del Ëxodo que se acaba de proclamar. Moisés envía a Josué a combatir al campo de batalla mientras él sube al monte para orar” con las manos alzadas hasta la puesta del sol” y luego ayudado por Aarón y Jur que sostenían los brazos a cada lado”.La confianza incesante de Moisés sostenida en la comunidad es atendida por el Dios que cuida de su pueblo. Ante una situación tan grave como el ataque de Amalec, Moisés acude a Dios que se manifiesta en la altura, en la montaña, en el lugar solitario, sosteniendo a brazo partido, también un  combate con Dios, una súplica ardiente, vigorosa, persistente, confiada, al Dios de la vida, al Dios de su pueblo, mientras  Josué y unos cuantos hombres peleaban en la llanura. Cuantos hombres y mujeres, creyentes y de buena voluntad cada día, contra viento y marea, deciden cumplir su deber, hacer el bien. Es un motivo de agradecimiento a ellos y de impulso para hacer el mundo más humano y habitable.

Con el salmista que trasluce la situación de dificultad y agobio por las que pueda estar pasando el creyente ,elevamos nuestra oración: Levanto mis ojos a los montes ¿de dónde me vendrá el auxilio? .El auxilio me viene del Señor que hizo el cielo y la tierra” “No permitirá que resbale tu pie ,tu guardián no duerme. No duerme ni reposa el guardián de Israel”. Así  lo reconoce el fiel creyente. Porque también el hombre es duro de cerviz para reconocer a su creador. Se siente soberbio, orgulloso, ”pagado de sí” como un muro de contención. De hecho Dios ,ha creado al hombre capaz de decirle: No.

Esta es también la enseñanza evangélica que nos transmite Jesús en el fragmento evangélico que hemos escuchado. El discípulo es exhortado a mantener una actitud incesante de fe y confianza ante el Señor, capaz de perforar el corazón de Dios con audacia y atrevimiento ,  con fe vigorosa y activa. Orar, suplicar con osadía y persistencia .  Jesús recurre de nuevo a una parábola en la que una mujer viuda, ávida de justicia, fue capaz de convencer a un juez injusto y ateo por el tesón y convencimiento con que llamaba a la puerta de su  conciencia.  Por puro egoísmo  e interés actuó el juez: ”para que no le diese más la tabarra” le hizo justicia. Y ,he aquí el detalle cálido de Jesús: ”¿no hará Dios justicia a sus hijos que le gritan día y noche?

¡Cuántas madres no habrán gritado al Señor por el destino de sus hijos¡¡Cuántas súplicas y lágrimas¡¡Cuánta confianza probada¡ Pero cuando venga el Hijo del hombre¿ encontrará esta fe en la tierra?

La Palabra de Dios de este domingo nos ha mostrado cómo ha de ser la oración de súplica: viva, incesante(sin cesar, sin interrupción) e intercesora para robar un milagro a Dios, ganar una  contienda.

“Para que lográramos una vida dichosa nos enseñó a orar a aquel que conoce nuestras necesidades antes de que se las expongamos……Pretende que por la oración se acreciente nuestra capacidad de desear para ser capaces de recibir sus dones…Oremos con deseo ininterrumpido…desear la vida eterna”(S.Agustín…a Proba.Carta.130,8.15.17-9,18: L.H.IV,317).Dice él que los monjes de Egipto para “Vivir la oración ininterrumpidamente” dirigen jaculatorias(saetas,flechas) al corazón de Dios

Jesús también nos dirige  un interrogante radical. “Cuando venga el Hijo del hombre encontrará fe, encontrará creyentes audaces, pertinaces, atrevidos con una fe capaz de mover montañas… ¿Estamos dispuestos a que nos llamen fachas, retrógrados, pasados de moda, intolerantes por confesar la fe y sus exigencias?.

Humildes, aceptamos el consejo ardoroso de Pablo a Timoteo: proclama la palabra, reprende, reprocha, exhorta “con toda comprensión y pedagogía”. En cada Eucaristía al proclamarse la Sagrada Escritura se derrama la Sabiduría de Dios que en Jesús es salvación y así a fin de que “estemos equipados para toda obra buena”. Hemos de decidir «guardar la Palabra», leer, meditar, rumiar, «dejarnos llenar de la Palabra de Dios que enseña, reprende, educa, exhorta con comprensión y pedagogía. 

Señor, te pedimos entregarnos con fidelidad y sincero corazón, que tu gracia no purifique y libere , para que disfrutemos de tus bienes en la tierra y que crezca  nuestro conocimiento de los bienes del cielo.

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