DECIMOTERCER DOMINGO ORDINARIO

DOMINGO DÉCIMO TERCERO DEL TIEMPO ORDINARIO

1ªLct.:1º re.19,16b.19-21: Eliseo se levantó y marchó con Elías.

Sal.15: El señor es mi lote y heredad.

Ga.4,31b-5.1.13-18: Vuestra vocación es la libertad.

Ev.:Lc.9,51-62: Jesús tomó la decisión de ir a Jerusalén. Te seguiré a donde vayas.

 

En nuestra condición de discípulos de Jesús, inhabitados por la Divina Trinidad, templos del espíritu Santo, reconocemos que Él continúa instruyéndonos y enseñándonos y que lo reconocemos esto “en las Escrituras y en la fracción del pan”.

Hoy, Jesús, subiendo a Jerusalén con sus apóstoles nos va ofreciendo el estilo de vida de quienes  como los apóstoles y algunos discípulos reciban una llamada gratuita y especial para anunciar el Reino de Dios o a Jesucristo Salvador.

Indica algo que nunca un apóstol o un discípulo ha de hacer ante aquellos que se resistan a aceptar el anuncio: “Señor ¿quieres que mandemos fuego del cielo que acabe con ellos?

En días pasados al proclamar la Palabra de Dios  hemos  sorprendido a un profeta de Dios, Elías, desafiando a los sacerdotes de Baal a quienes mató en un exceso del celo de Dios.¡Como se ha desplegado la revelación de Dios hasta esta toma de postura de Jesús¡El Señor actúa con pedagogía y así vemos el progreso de la revelación desde formas y costumbres e imperfectas hasta la verdad total….”Ved que en otro tiempo se os dijo …pero yo os digo…”.

A los discípulos les señala su propio modo de vivir: “¡El Hijo del hombre no tiene dónde reclinar la cabeza¡ Si alguien buscase alguna ventaja, prestigio o interés Jesús nos ofrece la gracia gozosa de seguirle: Si quieres, ven y sígueme…

Jesús que vivió bajo la autoridad de sus padres, que sabía el cuarto mandamiento de la ley de Dios(“honrarás a tu padre y a tu madre”), que Él no vino a abolir sino a dar plenitud; a quien le dijo: Sígueme y le respondió déjame enterar a mis padres, Jesús contesta enigmáticamente pero exigente : ¡que los muertos entierren a los muertos.¡ Claro que también dijo. Abandonará el hombre a su padre y a su madre y se unirá a su mujer.El seguimiento de Jesús implica siempre un despojo para camianr «ligeros de equipaje».

Un joven a los 13 años abandonó el seminario para atender a la hacienda de su padre que tuvo que alejarse del hogar. Cuando se fue del seminario, a la Virgen de la Consolación  le pidió que no perdiera la fe. A los treinta años con trabajo y  “novieta” ,decidió reanudar el impulso de su vocación y ahora es un excelente sacerdote. Personalmente pude estar  al lado de mi padre y de mi madre en la hora de su muerte,porque los hermanos de mi comunidad pudieron sustituirme algún tiempo.

Es radical y fundamental la conciencia de grandeza de Jesús y del encargo de su Padre: Anunciar el Reino y luego anunciarle a Él como Salvador.»Buscad el reino de Dios y su justicia y se os dará lo demás como añadidura

Si nosotros hemos recibido como don la fe es porque algunos apóstoles y discípulos emprendieron el camino misionero de expandirse por el mundo: Pablo, Pedro y tantos sacerdotes, religiosos, religiosas, ahora laicos, familias. Se calcula que hay 14000 sacerdotes españoles por el mundo.

Si esto es así ¡qué exigencia la de Jesús ¡Pero los testimonios de tantos consagrados  son tan gozosos  y magníficos¡ de tal forma que muchos dirán después de recibir gozosos la  llamada. Señor, a quién vamos a acudir,Tú tienes palabras de vida eterna, nosotros sabemos que Tú eres el Santo de Dios¡ ¡Envíame…Doy testimonio de acción de gracias por haberme llamado…y poder seguir su camino  

Pero además hay un apostolado y discipulado al interior de nuestras comunidades cristianas. Al endemoniado de Geresa que después de su exorcismo quiso seguir a Jesús , le dijo: No, tu vete y anuncia el Reino a los tuyos. Alguien  necesita del sentido de la esperanza, de la fe. Alguien a tu lado necesita escuchar la palabra de S.Pablo: “Para vivir la libertad de Cristo Él nos ha liberado”. Alguien necesita que les manifestemos que la liberad se vive conforme al Espíritu Santo:  amando al prójimo como a uno mismo, rechazando los deseos desordenados de la carne: envidias, rivalidades,, atentados contra la vida humana y contra la naturaleza.

Ser discípulo de Jesús es peligroso porque anunciar a Jesucristo que nos ha liberado, nos ha hecho libres a algunos les incomoda. Señor, nos ha hecho hijos de la luz, concédenos vivir fuera de las tinieblas del error y permanecer en el esplendor de la verdad

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