CONMEMORACIÓN DE LOS FIELES DIFUNTOS

CONMEMORACIÓN DE TODOS LOS FIELES DIFUNTOS

 

1ªLct.:Isa.25,6ª.7-9:El Señor enjugará las lágrimas de todos los ojos.

Sal.26,1.4.7.8b.9ª.13-14:El Señor es mi luz y mi salvación.

Ev,Mt.11,25-30:Has escondido estas cosas a los sabios y se la has revelado a la gente sencilla.

1ª Misa:

1.Lament.3,17-26: Es bueno esperar en silencio la salvación

Rm.6,3-9: La vida nueva

Sal.129:Desde lo hondo a ti grito,Señor

Jn.14,1-6:En la casa de mi Padre hay muchas estancias

2ª Misa:

1.Rm.8,31-35.37-38: ¿Quién nos separará del amor de Cristo?

Sal.114: Caminaré en presencia del Señor en el país de la vida

Jn.17,24-26:Que donde esté yo estéis también vosotros

 

3ª Misa:

Rm.14,7-9:Ya vivamos,ya muramos,somos del Señor

Sal102: Bendice,alma mía al Señor

Mt.25,31-46:Juicio final.Venid,benditos de mi Padre.

Cuando visitamos las sepulturas de nuestros seres queridos y las adornamos con flores y oraciones ,reconocemos que allí yacen sus restos, que  pertenecen a un nombre y apellidos con una historia a la que está unida nuestra vida personal. Por eso el amor y la fe nos lleva a imaginar que están vivos en el ámbito del Dios de la vida y del amor.

Ellos son “como una bóveda invisible de amor” que nos acompaña hasta que lleguemos a su misma región.Así se expresaba el filósofo de la existencia y de la esperanza,Gabriel Marcel.

Anhelamos que la Palabra poderosa de Dios actualice la que  el ángel dirigió  a María Magdalena junto al sepulcro de Jesús :”No busquéis entre los muertos a la vida”,”No está aquí, ha resucitado”.Porque si Cristo no ha resucitado nosotros tampoco resucitaremos y seríamos unos mentirososos pero no,confiesa S.Pablo:» Cristo ha resucitado,primicia de los que resucitarán».Esta es la gran noticia que nos confirma y consuela y nos impulsa a homenajear a nuestros difuntos.Ellos ,seres queridos, forman parte de nuestras raíces; nosotros ,somos porción de su heredad y nuestro amor pugna por sobreponerse a la muerte que como enemigo  está siempre al acecho.La nada,el vacío,el sinsentido son como un vértigo que nos tienta y oscurece.

“Aunque la certeza de morir nos entristece, nos consuela la promesa de la futura inmortalidad pues la vida de los que en ti creemos no termina, se transforma” reza el prefacio de la misa de difuntos que nos impulsa a elevarnos más allá de nuestras percepciones inmediatas.

Necesitamos abrirnos al mundo de lo invisible con los ojos de fe. S. Agustín respondía a un joven catecúmeno, Cecilio, que tenía dificultades en la fe:”seguramente has soñado muchas veces y luego narras con precisión que en sueños has visto …¿Con qué ojos has visto tales sucesos  si los tenías cerrados durante el sueño? .Así también hay una realidad más amplia ,trascendente,sobrenatural,que la que pueden captar nuestros sentidos.

La visión de la fe y del amor que hemos recibido como regalo de Dios ha sido al precio “de la sangre del cordero” que “muriendo destruyó nuestra muerte y resucitando restauró nuestra vida”.

El enjugará las lágrimas de nuestros ojos porque “al contemplarte como tú eres, Dios nuestro ,seremos para siempre semejantes  a ti”.Así oramos en la plegaria eucarística III cuando recordamos a los difuntos. Nuestra madre la Iglesia ha recogido el sentimiento humano que expresan las lágrimas por una la persona fallecida   para sublimarlo en el amor consolador de Dios que al contemplarlo nos curará

¡Qué hermoso recordar el destino de nuestros difuntos y el propio:”Nuestra vida está escondida con Cristo en Dios”.

Celebrar el memorial de la muerte y resurrección de Jesucristo , banquete comunitario de su Cuerpo y Sangre es participar anticipadamente del Banquete eterno al que somos llamados.

Jesús, lleno de la alegría en el Espíritu Santo, da gracias al Padre por todos los que con sencillez de corazón acogen esta revelación.

Intercedamos para que nadie se cierre a la gran revelación de Dios que “quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la verdad»

Hay algo que traigo a la memoria y me da esperanza:que la misericordia del Señor no termina y no se acaba su compasión»»Es bueno esperar en silencio la salvación del Señor»(Lm1,17-26)»Creemos que Jesús ha muerto y ha resucitado,del mismo modo a los que han muerto,Dios por medio de Jesús los llevará con él»(Iª Ts 4,14).»Salvame,Señor y tocaremos nuestras arpas todos nuestros días en la casa del Señor»(Is.38,10-14;17-20)»Mi alma aguarda al Señor porque en Él está la salvación»(Sal.129)

«Os llevaré conmigo para que donde estoy yo estéis también vosotros»(Jn.14,1-6).Este es el cielo,estar con Jesús y con todos los que nos han querido y hemos querido y con los que el Señor ha asociado a nuestra vida.

Que al confesar la resurrección de Cristo,tu Hijo, se afiance nuestra esperanza de que todos tus hijos resucitarán…Que nuesstros hrmanos difuntos puedan llegar a la mansión de la luz y de la paz.

 

 

 

 

 

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