VIGESIMOQUINTO DOMINGO ORDINARIO

VIGESIMOQUINTO DOMINGO ORDINARIO

 

1ªLct.:Sabiduría 2.12.17-20:Lo condenaron a muerte ignominiosa.

Sal.53,3-4.5.6 y 8:El Señor sostiene mi vida.

2ªLct.:Sant.3,16-4,3:Los que procuran la paz están sembrando la paz.

Evangelio Mc.9,30-37:El Hijo del hombre va a ser entregado

              

     EL HIJO DE DIOS VA A SER ENTREGADO

La liturgia de la palabra del domingo pasado nos centraba en la identidad de Jesús ”que tenía que subir a Jerusalén, ser juzgado y condenado a muerte de cruz y al tercer día resucitaría” Esto exasperó a quien tuvo que reprender Jesús. Hoy también la Palabra de Dios abunda en la identidad de Jesús crucificado y glorioso vencedor sobre la muerte y sus aledaños: sufrimiento, persecución, injusticia. Nos invita a entrar en su alma doliente

movida por la paciencia y el perdón cuando el alma del hombre malvado maquina contra el inocente y el justo   

El autor sagrado del libro de la Sabiduría refiere de una manera precisa la sicología del hombre acosador y malvado que intenta derrumbar el alma del justo y probar su resistencia”…para comprobar su moderación y apreciar su paciencia, lo condenaremos a muerte ignominiosa pues dice que hay quien se ocupa de él”. Pero al mismo tiempo la actitud del justo es una denuncia del desorden de hombre injusto:” se opone a nuestras acciones, nos echa en cara nuestros pecados”

Esta situación lo que nos hace es recordar cómo el es el hombre, su grado de maldad y perversión que infecta a su alrededor. Los medios de comunicación nos refieren casos de acoso en la vida familiar,  escolar, en el trabajo y en la profesión a veces con final trágico que conmociona socialmente y desata las iras ante tamañas injusticias.

Nos revela cómo es el hombre por dentro. Pero también nos revela cómo es Dios “que hace salir el sol sobre buenos y manos y llueve sobre justos e injustos”:lo someteremos a prueba para probar su paciencia”.La paciencia del justo y la paciencia de Dios manifiestan a lo que está llamado el hombre :vivir la sabiduría de  de la paz.

 Cuando Tomás Moro, Canciller del Rey Enrique VIII de Inglaterra, se negó a aceptarlo como Jefe de la Iglesia de Inglaterra en oposición al Romano Pontífice,”último eslabón que nos une a Jesucristo” para divorciarse de Catalina de Aragón  todos se ponen en contra de Tomás Moro al que obligan para que jure que el rey es el Jefe de la Iglesia de Inglaterra Guardó silencio hasta que al fin confesó que en conciencia no podía hacerlo. Hasta su hija  preferida, Margaret y su propia esposa le dice: ”tienes la posibilidad de desdecirte mentalmente de este juramento pero Tomás responde: “¿Y qué es un juramento sino palabras que dirigimos a Dios? Cuando un hombre pronuncia un juramento, Meg, se tiene a sí mismo en sus propias manos. Cual si fuese agua. Y si entreabre los dedos, no existe la menor esperanza de que pueda recuperarse a sí mismo…”(Un Hombre para la eternidad”)

«Cristo sabía que muchos, por su propia debilidad física, se sentirían aterrorizados ante la idea del suplicio.., y quiso llevarles consuelo al espíritu con el ejemplo de su dolor, de su tristeza, de su angustia, de su miedo. Y al que estuviera constituido físicamente de ese modo, es decir, débil y temeroso, quiso decirle, hablándole casi directamente: ‘Ten valor, tú que eres tan débil; aunque te sientas cansado, triste, atemorizado y agobiado por el terror de tormentos crueles, ten valor: porque también yo, cuando pensaba en la pasión tan amarga y dolorosa que se cernía sobre mí, me sentía todavía más cansado, triste, asustado y oprimido por una angustia interior…

Piensa que sólo tendrás que caminar detrás de mí… Confía en mí, si no puedes hacerlo en ti mismo. Mira: yo camino delante de ti por este camino que tanto te asusta; agárrate a un pliegue de mi vestidura y de allí sacarás las fuerzas que evitarán que tu sangre se disperse en vanos temores y que dará firmeza a tu ánimo al pensar que estás caminando detrás de mis huellas.

Fiel a mis promesas, no permitiré que sea que seas tentado por encima de tus fuerzas’» 

Este es el destino de Jesús, el hombre justo condenado injustamente. A los cristianos nos llama mucho la atención el que ya Platón piense en la figura de un justo sea capaz de sufrir la injusticia con tal de que reine la verdad. Este se realizó en Jesús crucificado y glorioso.

Esta es la vocación a la que nos llama el Señor: ”hombre nuevos” ,”renovados” ,”nacidos del agua y del Espíritu”, “ser como niños ingenuos, libres de prejuicios” en una niñez adulta” .Esta es la conciencia de Jesús doliente: dar la vida en rescate por muchos e invitándonos a entrar en nuestra alma pa a modelarla con la misma actitud de servicio y entrega  pues “el que quiera ser el primero sea vuestro servidor”.

Señor, concédenos cumplir tus mandamientos para llegar así a la vida eterna. Que tu auxilio nos acompañe siempre a los que alimentas con tus sacramentos .

 

 

 

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