DOMINGO XIX ORDINARIO

DOMINGO XIX DEL TIEMPO ORDINARIO

 

1ªLct.:1ºRe.19,4-8:Con la fuerza de aquel alimento caminó hasta el monte de Dios

Sal.33,2-3-.4-5.6-7.8.9:Gustad y ved qué bueno es el Señor

2ªLct.:Efesios 4,30-5.2.:Vivid en el amor como Cristo.

Ev.Jn.6,41-52:Yo soy el pan bajado del cielo

 

                        NOS DISTE EL PAN DEL CIELO

Después de haber confundido a los profetas de Baal y haber mostrado la superioridad de Yahvé, Dios de Israel ,Elías es perseguido por la reina Jezabel y tiene que huir al desierto. También a él le llegó la prueba , la tentación. Se sentía cansado, abandonado y deseaba morir ”Basta ya, quítame la vida puesto no valgo más que mis padres”.

Se nos cuenta de dos grandes Santos :Francisco de Asís e Ignacio de Loyola sintieron la tentación de la desesperación. Muy fuertes y duras fueron las pruebas y tentaciones que soportaron. Sta Teresa de Lisieux: “me importunan las ideas de los materialistas peores”, ”me siento en el pellejo de los pecadores”

En nuestro caminar  diario podemos sentirnos cansados, secos, insípidos, aburridos, hastiados, rutinarios. Podemos sentirnos incomprendidos.

Pues aquí y ahora se actualiza la palabra de Dios por el ángel de la lectura primera: “Levántate y come que el camino es superior a tus fuerzas”. Le da un pan natural para saciar el hambre, pues sin él nadie puede vivir y un alimento de aliento y fortaleza.

¿Qué comer? El pan de cada día y no es poco que podamos comer todos los días frente a la miseria y hambre de tanta gente .Y algo más: pan de sentido. Come, rumia, la palabra de Dios. ”Este es mi consuelo en la tristeza, sentir que tu palabra me da vida” ”Yo consulté al Señor y me respondió ,me libró de todas mis ansias” ”Gustad y ved qué bueno es el Señor”

Somos tentados por un realismo desmesurado y de estrechez de miras: lo inmediato, lo que entra por los sentidos. El alimento, la bebida, todo esto nos parece natural. Es común a todos los hombres. Pero cuando Jesús aúpa a los hombres para transcender el alimento natural por el alimento de vida eterna ahí hace detenerse a sus oyentes que extrañados se preguntan :»¿No es éste el hijo de José?¿Cómo dice semejantes cosas: yo soy el pan de vida? ¿En qué escuela se ha formado este hombre?

Jesús es el pan de vida, el da la gracia, una nueva visión y sabiduría de las cosas :”Todo el que escucha lo que dice el Padre y aprende, viene a mí”. Y aquí surge el escándalo y la incomprensión porque la gracia,la llamada a una vida plena, al alimento perfecto implica una respuesta libre y amorosa pues el amor de Dios no se impone por presión o coacción sino por atracción:” No es que nadie haya visto al Padre a no ser el que viene de Dios: ese ha visto al Padre” .He aquí la conciencia de grandeza de Jesús y de relación íntima y filial con el Padre que desconcierta a sus oyentes Y además “Nadie puede venir a mi si el Padre no lo atrae”. ”Os lo aseguro: el que cree tiene vida eterna”. Aquí se sitúa la tragedia humana de poder rechazar la nueva dimensión de la existencia humana iluminada por Dios y su Hijo Jesucristo ”pan de vida”,”palabra que da vida”,”luz para mis ojos”.Aquí se sitúa el drama del hombre que en el hombre Jesús no acepte al divino, al Ungido, al Hijo unigénito del Padre”.Por eso “nadie puede ir al Padre si no es por mi” y “nadie puede venir mi si no lo atrae  el Padre que me ha enviado”

El pan de cada día ,el alimento cotidiano, a veces lo recibimos  sin la luz y la sal de Aquel que da pan del cielo para la vida eterna. ”El pan que yo daré es vida para el mundo.

Comer a Jesucristo, comulgar a Jesucristo, entrar en comunión con Jesucristo para sentirnos dilatados capaces de ver, sentir, amar y dar la vida por quien nos atrae hacia sí.

Dios todopoderoso y eterno a quien podemos llamar Padre, aumenta en nuestros corazones el espíritu filial para que merezcamos alcanzar la herencia prometida.

Hoy también, aquí ahora se está derramando el Espíritu Santo sobre toda esta asamblea. Dejémonos bendecir por el dedo de Dios, el Espíritu Santo del amor y de la paz.

“Que estos dones que le has dado a tu Iglesia para que pueda ofrecértelos ,transfórmalos en sacramento de nuestra salvación” “que la comunión en tus sacramentos nos ayude y no afiance en la luz de tu verdad.

Esta palabra de Dios circunscrita en estos últimos domingos sobre el relato de la “multiplicación de los panes y peces” nos centra en la Eucaristía, memorial de su muerte y resurrección, sacrificio de alabanza y suma entrega, banquete de comunión ,sacramento del amor y de  comunidad,prenda de la futura gloria.     

 

 

 

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