TRIGÉSIMO TERCER DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO

TRIGÉSIMO TERCER DOMINGO ORDINARIO

1ªLct.:Prov.31,10-13.19-20:Trabaja con la destreza de sus manos

Sal.127,1-2.3.4-5:¡Dichoso el que teme al Señor¡

2ªLct.:1ªTes.5,1-6:El día del Señor legará como el ladrón en la noche.

Evangelio: Mt.25,14-30:Como has sido fiel en lo poco pasa al banquete de tu Señor.

 

AL QUE TIENE SE LE DARÁ Y AL QUE NO TIENE SE LE QUITARÁ

Estamos finalizando el año litúrgico y la palabra de Dios tanto en los días ordinarios como en los últimos domingos orienta nuestra atención al tiempo final de nuestra vida, a nuestra muerte. En el antiguo catecismo se nos hablaba de los novísimos : muerte, juicio, infierno y gloria. La Palabra de Dios que hoy hemos escuchado nos muestra con sobriedad y sin alarmismos estrafalarios cuanto se refiere a la gravedad de nuestra vida y de nuestra muerte.

Al escuchar este fragmento del libro de los Proverbios que canta la excelencia de la mujer hacendosa, inmediatamente llega a nuestra mente la figura de nuestros padres, abuelos o conocidos y nos decimos interiormente  : en ellos se ha cumplido esta palabra: ”cantadle por el éxito de su trabajo, que sus obran la alaben en la plaza”.

De estas personas podemos decir: han tenido una vida lograda. Nos hemos sentido beneficiados por su vida entregada y nos brota espontáneo: ”Dios se lo premiará”

Cuando nos acercamos a la vida de estas personas tan alabadas por la palabra de Dios: ”abre sus manos al necesitado y extiende el brazo al pobre…la que teme al Señor merece alabanza”, descubrimos que el camino de su vida está iluminado por el sentido transcendente de Dios. ”Sois hijos de la luz e hijos del día”. El Señor, nosotros mismos les sorprendemos en su entrega diaria y constante.

Hoy también Jesús recurriendo a una parábola, la de los talentos, ilumina la gravedad y seriedad de la vida del hombre. Llamada por Dios a la existencia toda persona humana recibe unos dones, talentos, habilidades, aptitudes y se siente impulsado a plasmarlos en su vida concreta, negociando, trabajando. O también con un sentido vitalista y desparramado queriendo vivir el “carpe diem” de una manera inconsciente y perezosa abierto al abismo de la nada

La parábola nos remite a la vida ordinaria donde se negocia con éxitos y fracasos, donde las personas lo intentan de nuevo o se retiran y viven con bajo rendimiento y se vuelven parásitos de la sociedad. Pero esta misma parábola nos envía a la dimensión trascendente de nuestra vida, creada para algo grandioso y sublime y nos sitúa ante el destino de nuestra existencia transida por la enfermedad y la muerte. Creados libres para algo grandioso se nos exige responsabilidad. En el final de nuestras vidas en la presencia de Dios que nos ha regalado la existencia y que nos pide cuentas. “Y este día del Señor llegará como un ladrón e la noche”. Ya nuestra vida de cada día tiene un tono trascendente, ”El más allá se hace presente en el más acá” pues “el reino de los cielos está dentro de vosotros” ,”el que cree tiene ya vida eterna”. La llegada como un ladrón en la noche y la vigilancia debida, pone de manifiesto la gravedad y seriedad de la vida humana: ”vivamos sobriamente” El tremendismo o desasosiego por la llegada de la hora final el creyente la tiene moderada porque “vosotros nos vivís en tinieblas sino que sois hijos de la luz e hijos del día” 

“Dios quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la verdad”. Dios-dice S.Agustín-no predestina a nadie a la condenación” pero” Dios que te creó sin tu consentimiento no te salvará sin tu colaboración”. Dios por gracia es quien no salva. Es la persona quien se “autocondena”.

En el marco de la  pasada celebración de la Iglesia Diocesana trajimos a nuestra conciencia la Misión de la Iglesia ,prolongación de Jesús glorioso que movida por el Espíritu Santo actualiza el misterio de la salvación de Cristo en el mundo por la Palabra de Dios, la celebración de los sacramentos y la actuación de la caridad.. En una magnífica conferencia, pronunciada en Murcia, el año 2002,el entonces cardenal Ratzinger sobre universalidad salvífica de Jesucristo y de la Iglesia acudiendo a la parábola de los talentos dijo: ”El talento que se nos ha dado, el tesoro de la verdad, no se debe esconder, debe transmitirse a otros con audacia y valentía para que sea eficiente y para que penetre y renueve la humanidad como lo hace la levadura .

Hace unos años el ministro pakistani de minorías religiosas Shabahz Bhatti,fue asesinado en un atentado en Islamabad perpetrado por integristas islámicos. Pese a todo, cuando el ministro fue asesinado, su hermano Paul ha narrado cómo se vio ante la disyuntiva fundamental de su vida: “En su funeral me di cuenta de que sólo tenía dos opciones: rendirme ante los enemigos de Shabahz y quitarme de en medio o continuar con su lucha”. Fue entonces cuando acepté el encargo de seguir la labor de su hermano, como Delegado Especial del Gobierno Paquistaní para las minoría religiosas.

La Iglesia de Jesucristo humildemente, pastores y fieles, continua anunciando y celebrando la salvación de Jesús y pide al Señor ”concédenos vivir siempre alegres en tu servicio porque en servirte a ti, creador de todo bien, consiste el gozo pleno y verdadero”. ”Que el memorial que tu Hijo nos mandó celebrar aumente la caridad en todos nosotros.»

 

 

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