DECIMOSÉPTIMO DOMINGO ORDINARIO

DECIMOSÉPTIMO DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO

1ªLct.:1º Re 3,5.7-12: Pediste discernimiento.

Sal.118,57.72.76-77.127-128.129-130:¡Cuánto amo tu voluntad, Señor¡

2ª Lct.:Rm.8,28-30:Nos predestinó a ser imagen de su Hijo.

Evangelio: Mt.13,44-52:Vende todo lo que tiene y compra el campo

 

 

Los niños quieren ser como Raúl, Messi, Nadal,Márquez,o  una de esas importantes figuras del cine  o de la canción que nos muestran los medios de comunicación. Los padres desean que sus hijos estudien una carrera universitaria porque les parece poco que acudan a una escuela profesional para aprender un oficio. Si un hijo comunica  a su familia su deseo de ser sacerdote o religioso o una joven desea consagrarse como monja contemplativa  encuentran resistencia, oposición y hasta la sorpresa de hallarse ante un verdadero drama.

Pues la súplica y la oración más pura de un rey como Salomón que agrada a Dios no es otra que :”Da a tu siervo un corazón dócil para gobernar a tu pueblo, para discernir el mal del bien”.

En la película La tienda negra, un soldado inglés combatiendo en el Norte de África, Libia, se casa con la hija de un jeque beduino y después de la guerra un hermano de aquél que lo busca,  encuentra al abuelo, a la mujer y al hijo a quien le espera una grandiosa fortuna con la condición de regresar con él a Inglaterra. El joven adolescente pensando en sus seres queridos y su propia tierra renuncia a su fortuna, quema el legado y se queda con su familia y su tierra. Tuvo que realizar un discernimiento ante aquella oferta de riqueza y de lujo y se quedó con los suyos.

Nuestro anhelo, nuestro deseo, nuestra súplica bien pudiera ser: Vivir con sentido, saber vivir, que cada persona sea feliz. A la persona humana le resulta difícil ir a lo profundo de la vida, al valor profundo de la existencia y fácilmente se entretiene con “alimentos terrestres”  y  distrayéndose,se desvía  de lo único y necesario. A veces ocurre que después de los avatares y sin sabores de la existencia, después de la grandes zozobras y alguna luz que se le acerca,  elige el sentido y la sensatez .Bien pudieran apropiarse de las palabras del Apocalipsis para tantos creyentes que han sido fieles a su fe y a su sentido:  ”Estos son los que vienen de la gran tribulación y han lavado sus vestiduras y las han blanqueado en la sangre del cordero”(Ap.7,14) Por eso con el salmista decimos. ”He resuelto guardar tus palabras. Más estimo los preceptos de tu boca que miles de monedas de oro y plata”.La voluntad de Dios expresada en los mandatos que iluminan y dan inteligencia ”son mis delicias.”

La dicha del hombre y la gloria de Dios es que el hombre viva con la conciencia de la gracia de Dios “que le predestinó a ser imagen de su Hijo” y a “los que aman a Dios todo le sirve para el bien.“

Esta dicha, este sentido, esta gracia de Dios en labios de Jesús tiene un nombre: Reino de  Dios. Y de nuevo volvemos a ver a Jesús explicando qué es el reino de Dios, sirviéndose de parábolas o relatos de la vida ordinaria que nos trasladan a un plano más profundo de la vida porque nuestros ojos, habituados a toparse con lo ordinario e inmediato, son perezosos para ver más allá de lo que nos entra por los sentidos. Necesitamos luz.

Así el reino de Dios es como un tesoro escondido , una perla preciosa a una pesca selecta .Son como la gracia de Dios, el don que ofrece al hombre para que sea feliz acogiéndolo, interiorizándolo, amando y saboreando.

Naturalmente que ha de sufrir un despojo, una liberación. Ha de vender pequeños tesoros de ambiciones, deseos, ideas estériles que se han adherido a lo largo de su historia. Despojado para llenar el corazón del amor de Dios. ”Ha de servirse de los bienes de la tierra amando intensamente los del cielo” reza una preciosa oración de la iglesia

En una entrevista el gran cómico español Paco Martínez Soria respondía al periodista que uno de los grandes disgustos que recibió en su vida fue cuando su hijo universitario le confió que había decidido hacerse sacerdote, pero el gran regalo de felicidad lo recibió en la ordenación de su hijo que se convirtió para él en confidente espiritual.

Un joven músico con una hermosa melodía expresó el hallazgo del tesoro

He encontrado uno tesoro, el que siempre he buscado y lo tengo tan dentro que  nunca lo perderé. Lo que había en mi vida como nada ha pasado. He dejado aquello que no me hablaba de ti.Tú eres mi gran tesoro, tú que me has dado el amor. Vivo y cada día encuentro en el gozo de amar mi libertad .

El año pasado acompañé a la Comunidad de religiosas capuchinas misioneras del trabajo en Fontanil de los Oteros(León).Y les dije:Hoy el Reino de los cielos se parece a la fiesta que con motivo de S.Joaquín  y Santa Ana habéis preparado para los ancianos .La Eucaristía…alegría, música, cantos, poemas, danzas… en que todos han participado. ¡Estupendo¡  Christian y Marta y sus abuelos han colaborado con vosotras a en esta fiesta tan espléndida en la que a los ancianos les brillaban los ojos por la paz y el cariño derramados ,signos del amor de Dios.

Señor, que de tal modo nos sirvamos de los bienes pasajeros que podamos adherirnos a los eternos. Que estos santos misterios donde tu Espíritu actúa eficazmente santifiquen los días de nuestra vida y nos conduzcan a las alegrías eternas.”. 

 

 

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