TRIGÉSIMO TERCER DOMINGO ORDINARIO

TRIGÉSIMO TERCER DOMINGO

1ªLct.: Malaquías 4,1-2ª:Os iluminará un sol de justicia

Sal.97,5-6.7-8.9:El señor llega para regir la tierra con justicia

2ªLct.:IIªTesal.3,7-12:El que no trabaja que no coma

Evangelio: Lc.21,5-19: Con vuestra perseverancia salvaréis vuestras almas.

 

                        EL MOMENTO ESTÁ CERCA

 

Estamos ya en los últimos domingos del tiempo litúrgico y sabiamente nuestra Madre la Iglesia nos ofrece la Palabra de Dios que ilumina cuanto se refiere al tiempo final de la existencia del hombre y a la venida de Jesucristo al final de los tiempos. Confesamos con solemnidad: “Creo que desde allí ha de venir a juzgar a vivos y a los muertos”

El profeta Malquías en los pocos párrafos que se han proclamado concentra nuestra atención en lo que tanto Jeremías como Isaías y Sofonías denominan “Día del Señor”, intervención del Señor contra el poder del mal ,el tremendo ”Dies illa, dies irae”que el poeta compuso con gravedad y temblor.

¡A veces pensamos como si el poder del mal en sus diversas manifestaciones tuviese la última palabra ¡Esto nos angustia y acobarda¡¡Cómo lamentamos el que se cometan injusticias y el que sufran los inocentes¡ Pues bien, el Señor llega con fuego abrasador contra el malvado y el perverso, contra el mal ¡Ojalá el pecador se convierta y viva¡ es también deseo de los profetas y de Dios. ”Pero a los que honran mi nombre los iluminará un sol de justicia que lleva la salud en las alas” Es verdad que para manifestar la importancia de la venida del Señor S.Lucas se sirve de un ropaje literario y espectacular para envolver esta noticia .El mismo S.Lucas(17,20) nos dice que el Reino de Dios no vendrá espectacularmente, sino que el Reino de Dios está en vosotros. Y lo que es cierto también que el Hijo del Hombre que vendrá al final de los tiempos antes padecido  y   ha sido reprobado.

Por eso la gravedad y contundencia del Día del Señor , su manifestación lleva también un tinte de triunfo y de gloria: ”Aplaudan los ríos, aclamen los montes al Señor que regirá la tierra con justicia y rectitud”

La intervención de Dios en la vida del hombre no es una amenaza, como si él fuese una víctima pasiva y tuviese que andar huyendo de ese día. S.Pablo en la carta a los Tesalonicenses advierte que vendrá Jesucristo pero que eso no es una disculpa para cruzarse de brazos, no trabajar y estorbar a quien cumple con el estupendo deber de hacer lo que hay que hacer .Por eso denuncia y advierte: ”el que no trabaje que no coma”

Nos encontramos con Dios, con Jesucristo cuando cada día realizamos nuestra vocación, nuestra profesión o asumimos la limitación de la edad o la enfermedad. Nuestro tiempo final con el Dios del amor  lo estamos ya realizando en camino, nuestra salvación la estamos ya viviendo de ahí  la estupenda y feliz  oración colecta con que nos hemos dirigido al Señor: ”Señor, concédenos vivir alegres en tu servicio porque en servirte a ti consiste el gozo pleno y verdadero”. ¡Es verdad que lo sentimos algunas veces¡¡El gusto de hacer bien las cosas¡¡Tener la conciencia tranquila¡¡Dormir con buena conciencia ¡

El Evangelio de S.Lucas nos ha dibujado un escenario trágico en los últimos días: guerras , catástrofes ,persecuciones para indicar la llegada del Señor. No sabemos ni el tiempo ni la hora de la última venida del Señor. Sí sabemos que hay catástrofes naturales: tsnamis, terremotos, hambres, injusticias, persecución de cristianos…guerras con un lastre inmenso de sufrimiento .Para cada persona ese tiempo de sufrimiento es desconcertante y es tiempo de revelación de Jesús en el sufrimiento. Estas visitas dolorosas del Señor a algunos les lleva a una profunda revisión y orientación de su vida. Nos lo han contado Un joven irlandés con una infancia y adolescencia difíciles ha estado preso en varias  cárceles de Inglaterra con el sufrimiento que llega consigo. Una noche a altas horas se inundó su celda de un impresionante resplandor que cambió su vida e hizo que su celda se convirtiese en una capilla y lugar de confidencias de los presos que habían notado el cambio en él y ahora buscaban su consejo. Al salir de la prisión contó a una periodista su testimonio, ingresó en una abadía benedictina y al poco tiempo murió. Le sobresaltaron graves crisis espirituales pero Jesús lo liberó y ha quedado este excelente testimonio en el libro Un Mensajero en la noche. El preso liberado de su infeliz historia   Por eso “no tengáis pánico”. Seréis perseguidos “pero yo os daré palabras de sabiduría”. ”Os odiarán por causa de mi nombre”. Pero con vuestra perseverancia salvaréis vuestras almas

 

 

 

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