DECIMOSEXTO DOMINGO DEL T.ORDINARIO

DOMINGO XVI DEL TIEMPO ORDINARIO

1ªLct:Gn.18,1-10ª:Señor, no pases de largo junto a tu siervo.

Sal.14,2-3ab.3cd-4ab.5:Señor, ¿quién puede hospedarse en tu tienda?

2ªLct:Col.1,24-28:El misterio de Dios escondido lo ha revelado ahora a su pueblo.

Evang.:Lc.10,389-42:Marta lo recibió en su casa .María ha escogido la mejor parte.

SEREMOS SEMEJANTES A ÉL,LO VEREMOS TAL CUAL

                                      ES

“Marta, Marta, tu te afanas en tantas cosas…Una sola es necesaria. María ha elegido la mejor parte.

Este festín de la sabiduría , hospitalidad y  amistad de Dios no fue posible sin el cuidado y el ajetreo de Marta que Jesús tanto aprecia pero reconoce que María ha elegido la mejor parte. Se ha querido ver aquí la dimensión activa y contemplativa de la fe cristiana y la superioridad de esta última: «María ha elegido la mejor parte y no se la quitarán». Pues sí, este será el futuro del creyente: «ver a Dios». «Aún no se ha manifestado lo que seremos, sabemos que cuando se manifieste seremos semejantes a Él por lo veremos tal cual es»(1ªJn.3,2)»Ahora vemos como en un espejo de adivinar, entonces veremos cara a cara. Mi conocer es ahora inmaduro, entonces podré conocer como Dios me conoce»(1ªCo13,13)

Desde que Dios creó el mundo y mandó al hombre continuar la obra de la creación, la actividad honrada del hombre en el mundo es valiosa y buena y perfecciona al hombre. Dice San Francisco de Sales: «el cristiano padre de familia cuanto más sueldo honrado traiga a casa mejor. El no puede estar todo el día en la iglesia, ni el obispo ha de ser como un cartujo ,ni un cartujo como un obispo. «No obstante Jesús al sufrir las tentaciones en el desierto dirá: no sólo de pan vive el hombre sino de toda palabra que sale de la boca de Dios. La persona necesita trabajar, actuar pero con sentido, con sabiduría con plenitud. Ha de saber el por qué y el para qué de su vida, de su trabajo, de su familia, del amor ,de la enfermedad y de la muerte. Y eso lo recibe de arriba, de lo alto. El gran psiquiatra vienés Dr.Viktor Frankl que vivió la terrible experiencia de un campo de concentración, dirá que «cuando alguien tiene un por qué  y un para qué soporta cualquier  cómo…?

Es preciso ser Marta y María, acción y contemplación, sentimiento y razón, inteligencia y amor. Vivimos, nos movemos, trabajamos, actuamos, nos fatigamos para desarrollarnos como personas. Necesitamos el descanso y  la fiesta, el juego , la contemplación.

Dios visita a Abraham bajo la forma aparente de tres hombres a los que ofrece una digna hospitalidad: «se prosternó en tierra…les lavó los pies y les ofreció pan…».Luego recibió una bendición: «cuando vuelva a verte, Sara habrá tenido un hijo». Recuerdo la hospitalidad que los seminaristas combonianos de Valencia  dispensaron  a treinta seminaristas agustinos acogiéndolos en su casa. Habíamos acudido a Valencia para honrar al Gran Arzobispo Sto.Tomás de Villanueva y nos admirábamos de tan extraordinaria acogida. Bernabé y Juan y su familia en Monterrey(Méjico)habían decidido acoger a un sacerdote de los 1700 que habían acudido a celebrar unos ejercicios espirituales con motivo del V centenario(1992) de la evangelización de América. Dudaron y al fin se decidieron. Acudieron al supermercado para comprar alimentos y esta fue su sorpresa: recibieron un premio,90% de descuento. Ya no había duda en la acogida del sacerdote. Fue una bendición del Señor para aquella familia Otras familias que habían acogido a sacerdotes dieron estupendos testimonios de la presencia del Señor durante aquellos ejercicios impartidos por el P.Raniero Cantalamessa, predicador de la Casa Pontificia. 

Pablo ha recibido la visita del Señor. Se le apareció en el camino de Damasco, tocó su vida ,lo transformó y con plenitud reconoce: «me ha nombrado ministro de la iglesia para anunciar el misterio que ha tenido escondido desde siglos y que ha revelado a su pueblo santo»: «Cristo sufriendo por la Iglesia» ,»Cristo rico y glorioso, esperanza para nosotros». Y con este por qué y para qué vive el cómo: «me alegro de sufrir por vosotros: así completo en mi carne los dolores de Cristo sufrimiento por su cuerpo que es la iglesia.

Señor, que encendidos de fe , esperanza y caridad perseveremos fielmente en el cumplimiento de tu ley, «que la oblación que ofrece cada uno de nosotros en honor de tu nombre sirva para la salvación de todos»

 

 

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