SOLEMNIDAD DE LA SMA. TRINIDAD
1ªLct.:Prov.8,22-31:Antes de comenzar la tierra, la Sabiduría ya había sido engendrada
Sal.9,4-5.6-7.8-9:Señor, dueño nuestro, qué admirable es tu nombre en toda la tierra.
2ªLct.:Rom.5,1-5-El amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones con el Espíritu Santo que se nos ha dado.
Evangelio: Jn.16,12-15:Todo lo que tiene el Padre es mío; el Espíritu recibirá de lo mío y os lo anunciará
El fragmento del libro de los Proverbios nos refiere algunos aspectos del atributo de Dios llamado Sabiduría. Insinúa que el Señor la estableció al comienzo de sus obras, como una compañía al crear los abismos, los manantiales, las montañas: ”cuando trazaba la bóveda sobre la faz del abismo ,cuando ponía límite al mar…yo esta allí como aprendiz”; ”yo era su encanto cotidiano”, ”jugaba con la bola de la tierra, gozaba con los hijos de los hombres”
Como si la Sabiduría fuese una compañía entrañable de Dios que nos previniese de pensar en un Dios solitario y distante, aséptico y sin sentimientos. De ahí que también el corazón del salmista ante la belleza de la obra de Dios no pueda por menos de prorrumpir en una feliz exclamación :¡Señor, Dios nuestro, qué admirable es tu nombre en toda la tierra ¡Se felicita por la creación entera y el poder dado al hombre, coronado de gloria y dignidad”
La fe del pueblo de Israel en un solo Dios, el eterno ,nos revela no sólo su poder y salvación, sino también su misericordia y su amor. Ha elegido a un pueblo humilde como interlocutor y vive con él en alianza y amistad.
Con Jesús, el Verbo de Dios, la Palabra hecha carne, Dios revela su intimidad a los hombres manifestándoles que es una familia, una comunidad de amor. Así, hoy en el evangelio advertimos la familiaridad con la que Jesús nos habla del Padre y del Espíritu de la Verdad que “nos guiará a la verdad plena”
La gran revelación en Jesucristo: Dios es uno pero no solitario, es solidario, como en el S.VII declaró el VI Concilio de Toledo. Tres personas en unidad de naturaleza divina. Dios es una comunidad de personas que se relacionan entre sí: Padre, Hijo y Espíritu Santo. Un diálogo de amor eterno desbordado en el tiempo y en el que el hombre “creado a imagen y semejanza de Dios” se desborda siendo “alabanza de la gloria de Dios “ pues en el hombre “el amor de Dios ha sido derramado en su corazón con el Espíritu Santo que le ha sido dado” Por eso se siente inhabitado por la divina Trinidad
Los Santos Padres, aquellos obispos santos y sabios de los primeros siglos del cristianismo ;y tantos teólogos a lo largo de la historia, han derrochado talento, arte ,inteligencia y amor para acercar ese misterio a nuestra comprensión: ”para profesar la fe verdadera, conocer la gloria de la eterna Trinidad y adorar su unidad todopoderosa” como hemos suplicado en la oración colecta.
Se cuenta que hallándose S. Agustín reflexionando para su gran libro”De Trinitate”,a la orilla del mar, observaba como un niño echaba agua en un hoyo construido en la arena. Al preguntarle qué intentaba hacer y responderle el niño que deseaba meter todo el agua del mar en aquel recipiente, S.Agustín le contestó que eso sería muy difícil. El niño replicó:”más difícil es el que tu comprendas el misterio de la Trinidad sobre el que estás meditando”.
Se en cuenta que el Hno. Reinaldo, secretario de Sto.Tomás de Aquino le apremiaba para que escribiese más y más a lo que él contestó:”desde que he experimentado, desde que he gustado, me parece nada lo que he escrito”.Y ¡cuántas y geniales obras no nos legó este santo ilustre filósofo y teólogo¡
El misterio de la Sma. Trinidad no es un ámbito para elucubraciones y lucimientos intelectuales sino para la meditación serena y nutricia de nuestra vida interior ,para el agradecimiento pues “dichosa es la nación cuyo Dios es el Señor”.
Frente al ateísmo que amenaza al hombre a su soledad y frustración, el cristiano da testimonio en su debilidad, confiesa con fe que Dios uno y trino es eterno, todopoderoso, misericordioso y es una comunidad relacional de tres personas. Es una familia bien avenida reflejada en la familia humana integrada y feliz: padre, madre e hijo. Es decir ,el hombre encuentra su felicidad dando y recibiendo amando y siendo amado y abierto al Dios de la vida que le llevará a la plenitud.
La Santísima Trinidad, la comunidad eterna de amor es nuestro cielo y participamos ya de este cielo cuando intentamos vivir la comunidad el altruismo y la confianza en Aquel que ha derramado el Espíritu Santo y su amor en nuestros corazones.
“Concédenos, Señor, al confesar nuestra fe en la Trinidad santa y eterna en su unidad indivisible encontrar la salud del alma y cuerpo en el sacramento que hemos recibido”.
Hoy es la jornada “Pro orantibus”,”La Vida contemplativa”, la vida consagrada de monjes y monjas que oran, trabajan, alaban e interceden en el corazón de la iglesia . Nos unimos a su intercesión el mundo y la iglesia.