VIGÉSIMO QUINTO DOMINGO ORDINARIO

VIGÉSIMO QUINTO DOMINGO ORDINARIO

1ªLct.:Sabiduría 2.12.17-20:Lo condenaron a muerte ignominiosa.

Sal.53,3-4.5.6 y 8:El Señor sostiene mi vida.

2ªLct.:3,16-4,3:Los que procuran la paz están sembrando la paz.

Evangelio Mc.9,30-37:El Hijo del hombre va a ser entregado

 

El autor sagrado del libro de la Sabiduría refiere de una manera precisa la sicología del hombre acosador y malvado que intenta derrumbar el alma del justo y probar su resistencia”…para comprobar su moderación y apreciar su paciencia, lo condenaremos a muerte ignominiosa pues dice que hay quien se ocupa de él”. Pero al mismo tiempo la actitud del justo es una denuncia del desorden de hombre injusto:” se opone a nuestras acciones, nos echa en cara nuestros pecados”

Esta situación lo que nos hace es recordar cómo el es el hombre, su grado de maldad y perversión que infecta a su alrededor. Los medios de comunicación nos refieren casos de acoso en la vida familiar, escolar, en el trabajo y en la profesión a veces con final trágico que conmociona socialmente y desata las iras ante tamañas injusticias.

Nos revela cómo es el hombre por dentro. Pero también nos revela cómo es Dios “que hace salir el sol sobre buenos y manos y llueve sobre justos e injustos”:lo someteremos a prueba para probar su paciencia”.La paciencia del justo y la paciencia de Dios manifiestan a lo que está llamado el hombre incluso cuando su maldad clama al cielo como la de aquellos : Homicidio voluntario , Pecado impuro contra naturaleza, Opresión del pobre, Defraudar al obrero su jornal

Desatan una ola de sufrimiento injusto e insoportable. Cuando Tomás Moro, Canciller del Rey Enrique VIII de Inglaterra, se negó a aceptarlo como Jefe de la Iglesia de Inglaterra en oposición al Romano Pontífice,”último eslabón que nos une a Jesucristo” para divorciarse de Catalina de Aragón todos se ponen en contra de Tomás Moro al que obligan para que jure que el rey es el Jefe de la Iglesia de Inglaterra Guardó silencio hasta que al fin confesó que en conciencia no podía hacerlo. Hasta su hija preferida, Margaret y su propia le dice:”tienes la posibilidad de desdecirte mentalmente de este juramento pero Tomás responde: “¿Y qué es un juramento sino palabras que dirigimos a Dios? Cuando un hombre pronuncia un juramento, Meg, se tiene a sí mismo en sus propias manos. Cual si fuese agua. Y si entreabre los dedos, no existe la menor esperanza de que pueda recuperarse a sí mismo…”(Un Hombre para la eternidad”)

«Cristo sabía que muchos, por su propia debilidad física, se sen­tirían aterrorizados ante la idea del suplicio.., y quiso llevarles con­suelo al espíritu con el ejemplo de su dolor, de su tristeza, de su angustia, de su miedo. Y al que estuviera constituido físicamente de ese modo, es decir, débil y temeroso, quiso decirle, hablándole casi directamente: ‘Ten valor, tú que eres tan débil; aunque te sientas can­sado, triste, atemorizado y agobiado por el terror de tormentos crue­les, ten valor: porque también yo, cuando pensaba en la pasión tan amarga y dolorosa que se cernía sobre mí, me sentía todavía más can­sado, triste, asustado y oprimido por una angustia interior…

Piensa que sólo tendrás que caminar detrás de mí… Confía en mí, si no puedes hacerlo en ti mismo. Mira: yo camino delante de ti por este camino que tanto te asusta; agárrate a un pliegue de mi vestidura y de allí sacarás las fuerzas que evitarán que tu sangre se disperse en vanos temores y que dará firmeza a tu ánimo al pensar que estás caminando detrás de mis huellas.Fiel a mis promesas, no permitiré que sea que seas tentado por encima de tus fuerzas’» (Nell’Orto…, p. 35).

S.Pablo ahonda en esta perversión del corazón infernal del hombre injusto: el deseo absoluto de placer, del tener o del poder que se convierten en dioses de muerte.

La Iglesia no está en contra del placer del tener o del poder. Estas tendencias han de ser ordenadas ,canalizadas, domadas para que no destruyan al hombre. San Pablo da un nombre a estas virtudes o fuerzas constructivas: sabiduría ,paz, comprensión, misericordia, buenas obras, sinceridad. Basta que la persona humana reconozca a su prójimo y a Dios y que su realización está en compartir.

A veces vemos que por uno lado se eleva el bienestar social pero el moral deja mucho que desear. Pensamos en tantos profesionales: médicos, juristas, periodistas, profesores sometidos a chantajes y acosos. Un mundo sórdido e inhumano que pide ser salvado por una gracia poderosa de Dios:”El Hijo del hombre va ser entregado en manos de los hombres, y lo matarán y después de muerto a los tres días resucitará.

Este es el destino de Jesús, el hombre justo condenado injustamente. A los cristianos nos llama mucho la atención el que ya Platón piense en la figura de un justo sea capaz de sufrir la injusticia con tal de que reine la verdad. Este se realizó en Jesús crucificado y glorioso.

Esta es la vocación a la que nos llama el Señor:”hombres nuevos”, ”renovados ”,”nacidos del agua y del Espíritu” “siendo como niños ingenuos, libres… libres de prejuicios”, en una niñez adulta”.»El que quiera ser el primero sea vuestro servidor”.

Señor, concédenos cumplir tus mandamientos para llegar así a la vida eterna. Que tu auxilio nos acompañe siempre a los que alimentar con tus sacramentos .

 

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