INMACULADA CONCEPCIÓN

ALÉGRATE,MARÍA,LLENA DE GRACIA

1ªLect.:Gn.3,9-15.20:Establezco hostilidades entre ti y la mujer
Salmo97,1.2.-3ba.3bc-4:Cantad al Señor un cántico nuevo
Ef.1.3-6.11.12:Dios nos elIgió oen la persona de Cristo
Evangelio:Lc.1,26-38:El Señor está contigo

La confesión de Jesús muerto y resucitado por nuestra salvación difunde luz desbordante sobre el misterio de la humanidad redimida. Y en esta humanidad adquiere singular relieve la persona de María, Madre de Jesús, que en su adolescencia recibió una especial visita del ángel Gabriel. Fue saludada en el gozo del Señor: Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo.
Decir Inmaculada, sin mancha, sin pecado es decir llena de gracia, llena de Dios, agraciada con la simpatía de Dios. Y sorprendida por esta abundante bendición que la conturba María con fe y confianza exclama: HAGASE EN MI SEGUN TU PALABRA
Ninguna reserva, ningún egoísmo cabe entre Dios y aquella joven mujer. Por don, por gracia, María se halló íntegra, sin pecado, sin doblez, sin egoísmo. Toda entregada a Dios coopera para que lo “imposible para los hombres sea posible para Dios: redimir al hombre empecatado, autosuficiente, curvado sobre sí.
El misterio de la Concepción Inmaculada de María por los méritos de su Hijo Jesucristo apunta al misterio de iniquidad y pecado de los hombres.
El fragmento del libro del Génesis que ha sido proclamado nos descubre a Adán (primer hombre) y a la primera mujer Eva involucrados en la tragedia del pecado. Prescindiendo, desobedeciendo, fascinados por la fruta del conocimiento prohibido deciden su propio vivir y al caer en la cuenta de su mal paso, al sentirse culpables, desplazan su culpa también a la serpiente, al tentador. Arraigados en su egoísmo y complacencia han perdido el horizonte de Dios de la vida.
Pero el mismo Señor que al crear todo lo hizo bien, que creó al hombre y a la mujer a su “imagen y semejanza”,no se arrepintió de su creación y pensó en una estirpe nueva, una mujer nueva, María madre de Jesucristo, Nueva Eva. Ella será digna morada de su Hijo en quien ”nos eligió-antes de crear al mundo-para que fuésemos santos e irreprochables ante El por el amor”(Ef.1,3ss.) .
María, la llena de gracia, sin pecado, hermosa ,Nueva Eva, con su Sí a Dios ha cooperado para que en Jesús volvamos a vivir la condición de Hijos de Dios
Celebrando la Inmaculada Concepción de María, exaltamos su presencia, nos unimos a la corriente de generaciones que desde su prima Isabel la han llamado dichosa, bienaventurada,”porque ha creído en el Señor”.Y junto a ella reconocemos que su Hijo Jesucristo redunda en alabanza de Dios y nosotros mismos “seremos alabanza de su gloria”
Concédenos, Señor, por intercesión de María llegar a ti limpios de nuestras culpas.

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