VIGILIA PASCUAL

HOMILÍA EN EL SÁBADO SANTO

1ªLct:Gn.1,1-31;2,1-1:Vio Dios lo que había hecho y era muy bueno
Sal.10·:Envía tu Espíritu ,señor y repuebla la faz de la tierra.
3ªLct.:Ex.14,15-15,1:Los israelitas entraron en medio del mar a pie enjuto
Sal.Ex.15,1-2.3-4-5-6.17-18:Cantemos al Señor, sublime es su victoria.
5ªLct.Is.51,1-11: Sellaré con vosotros alianza perpetua.
Rm.6,3-11:Cristo una vez resucitado ya no muere más.
Sal.117:Este es el día en que actuó el Señor.
Evan.:Mt.28,1-10:Ha resucitado y a delante de vosotros a Galilea.

El Dios eterno, el invisible que con sabiduría y poder ha creado de la nada este mundo grandioso y espectacular y ha resucitado a su Hijo Jesucristo también de una manera sublime y prodigiosa, para nuestra salvación ,con su pedagogía divina se acerca a nuestra frágil personalidad humana con un lenguaje cercano y apropiado, aunque también sublime, para que nosotros podamos interiorizar, comprender y maravillarnos de esta acción poderosa de Dios Omnipotente y Padre misericordioso.
El viento, el agua, el fuego, la luz, la sangre y la palabra humana como cuna que Dios ha elegido para nacer y renacer en nuestro corazón y en nuestra historia. «Porque gracias al misterio de la Palabra hecha carne, la luz de su gloria brilló ante nuestros ojos con nuevo resplandor para que conociendo a Dios visiblemente Él nos lleve al amor de la invisible» tal como proclamamos en el Prefacio del día de Navidad. Así que en esta noche santa a través de tantos signos y ritos, a través de nuestras personas y ministros, de toda esta atmósfera inanimada y también personal, el Señor nos da esta Magnífica y admirable Noticia:» A Jesús crucificado, Dios lo ha resucitado», le ha dado la razón y entonces todo cambia…todo comienza de nuevo. Así lo reconoce la Iglesia en la oración realizada después de la 1ªlectura y el salm:»que tus redimidos comprendan cómo la creación del mundo no fue obra de mayor grandeza que el sacrificio pascual de Cristo en la plenitud de los tiempos».
En la catequesis de S.Juan Crisóstomo del oficio de lecturas del viernes santo(Vol.II ,p.393)así de atrevido e iluminado dice el santo. «uno de los soldados se acercó con la lanza, le traspasó el costado y al punteo salió agua y sangre: agua como símbolo del bautismo, sangre como figura de la Eucaristía. El soldado le traspasó el costado, abrió la brecha en el muro del templo Santo y YO ENCUENTRO EL TESORO ESCONDIDO Y ME ALEGRO CON LA RIQUEZA HALLADA…si la madre se siente impulsada por su misma naturaleza a alimentar con su propia sangre y con su leche a aquel a quien ha dado a luz, así también alimenta Cristo a quien él mismo ha hecho renacer»
¿Qué nos pide el señor en esta noche? Que por la renovación del bautismo(también sacramento de la iluminación)nos incorporemos de nuevo a su muerte y resurrección porque sabemos que Cristo «una vez resucitado de entre los muertos ya no muere más» y si creemos…viviremos con Él.
Este acontecimiento de su muerte tan real y humano ,tan sangriento y escandaloso como expresión de un amor extremo y de su resurrección, va elevando su tono hasta el nivel de lo sublime, maravilloso y misterioso no porque no podamos comprender sino porque no «terminamos de comprender». Sí, sabemos que el amor de Dios, el amor de Jesús, el amor de los hombres es digno de fe.
Luego, el relato del evangelio, unas mujeres que no podían ser testigos válidos, pero que han estado con Jesús hasta los momentos más duros y dramáticos, reciben el anuncio de la resurrección por esta causa: «han amado mucho», han creído más que los discípulos que lo negaron o abandonaron.
Se sintieron impresionadas, marcharon a toda prisa del sepulcro y llenas de alegría corrieron a anunciarlo…¡Os imagináis el cambio del dolor y abatimiento a una alegría contenida y convencida ¡Jesús les sale al encuentro les saluda: Alegraos, se postran, le abrazan los pies y reciben esta palabra :No tengáis miedo»
Señor, que iluminas esta noche santa con la gloria de la resurrección del Señor, aviva el espíritu filial para que renovados en cuerpo y alma nos entreguemos más plenamente a tu servicio…Para que la nueva vida que nace de estos sacramentos pascuales sea ,por tu gracia, prenda de vida eterna. Derrama tu Espíritu de caridad…»

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