SACRAMENTO DEL MATRIMONIO

1.CATEQUESIS SOBRE EL SACRAMENTO DEL MATRIMONIO

 

Al desarrollar esta catequesis sobre el Sacramento del Matrimonio en un cursillo para novios que se casarán próximamente quiero expresar los acentos que considero relevantes para el poco tiempo del que se dispone.
1.La experiencia del amor humano entre el hombre y la mujer
con vistas a un proyecto de vida común es un ámbito privilegiado de la
intervención de Dios a favor de ellos para salvarlos y fortalecerlos.
2. A este proyecto grandioso, de institución natural, que se perfila como
una comunidad de vida y amor responsablemente abierta a la vida:”ser
una sola carne” JESUS DE NAZARET la eleva a la categoría de
sacramento .

3.Este sacramento, signo sacramental, misterio del amor humano cuya
fuente y sentido es DIOS, actualiza en los esposos la gracia salvadora y
santificadora de la muerte y resurrección de Cristo y pide unidad e
indisolubilidad como signo y expresión del amor irrevocable de Dios por
el hombre

4.El amor matrimonial, bien que enriquece y ennoblece a los esposos, se
guarda con uno compromiso que se hace ley para salvaguardarlo en
momentos de desierto y dificultad.

5.La Palabra de Dios, la Eucaristía, la comunidad en torno a los pastores
constituyen el “viático” o el pan de la vida de Dios para su
sostenimiento y salud a fin de que resulte:”lo imposible para los hombres
es posible para Dios
1. Un cuento de Neishapur.
El amante llamó a la puerta de su amada.
-¿Quién es?,preguntó la amada desde dentro.
-Soy yo, dijo el amante.
-Entonces márchate. En esta casa no cabemos tú y yo.
El rechazado amante se fue al desierto donde estuvo meditando durante meses, considerando las palabras de la amada. Por fin regresó y volvió a llamar a la puerta
-¿Quién es?
-Soy tú. Y se abrió la puerta inmediatamente.

2. El descubrimiento del otro como diferente y distinto pero capaz de enriquecerme y de enriquecerlo es básico en la edificación de nuestra persona. Es una experiencia singular en el caso del amor hombre y mujer.

3. El libro del Génesis nos ofrece un relato bellísimo y descifrador cuando Adán ante Eva exclama: Esto sí que es hueso de mis huesos y carne de mi carne. Por eso “abandonará el hombre a su padre y a su madre , se unirá a su mujer y serán los dos una sola carne”.(Gn.2,23)

4. He aquí el proyecto de Dios sobre el matrimonio :ser una sola carne abierta responsablemente a la vida.”Una comunidad de vida y amor”

5. Un raudo repaso a la sagrada Escritura nos permite observar la belleza del amor conyugal de Abraham y Sara, Isaac y Rebeca, Jacob y Raquel, Ruth y Booz, Tobías y Sara. O el Cantar de los Cantares al amor esponsal. Igualmente significativa la palabra de los profetas que para hablarnos del amor de Dios no encuentran otra imagen como la del amor conyugal.

6. Mantengamos estas ideas iluminadoras que nos brinda la Sagrada Escritura para perfilar el proyecto de matrimonio cristiano.
El amor de Dios, la Alianza con su ejemplo encuentra sus ejemplo y concreción en el amor matrimonial y a su vez el matrimonio cristiano encuentra su fuente e ideal en la Alianza de Dios con su pueblo.

7.Jesús retoma lo original del plan de Dios sobre el matrimonio: abandonará el hombre a su padre y a su madre y se unirá a su mujer y serán los dos una sola carne…Mt.3,10..Mc.10,2-12..
Lc 16,16-18 y I Co 7,10-12 frente a las pretensiones de algunos judíos de justificar el divorcio .

8.En este cursillo de novios en que estáis recibiendo mensajes y sugerencias estupendos acerca del amor es imprescindible volver a recuperar el sentido y la fuente del amor para vivir el “sacramento del amor”.Se trata de “casarse en el Señor”

9. Casarse en el Señor implica optar o decidirse por Jesucristo crucificado y glorioso que en esta opción de vida sale de una manera grandiosa a vuestro encuentro para revelaros que “Yo soy el Camino, la verdad y la vida” y que “quien cree en mi tiene vida”.

10. ¿Conoces a Jesucristo?¿Te sientes amado por Jesucristo? ¿Quieres hacer la experiencia de encontrarte con Jesucristo para apreciar vitalmente lo que significa “casarse en el Señor”.´?
11.La historia de tu vida tiene a veces momentos de alegría, fiesta, gozo, amistad, amor que te hacen sentir vivo, feliz. Te gustaría vivir siempre así .También reconoces las dificultades, sufrimientos, la enfermedad ,la muerte que nos hacen sufrir. Pues en este camino aparece una luz, una vida, una persona humana que es divina, preciosa, Jesucristo que es el mismo “ayer, hoy siempre”,amigo del alma interesado en el éxito de este proyecto vuestro que habéis de realizar con amor inteligente.
.
12.Cuando aceptas a Jesucristo en tu vida y lo llamas para que bendiga tu matrimonio, esa experiencia rica y entrañable que se ha de desarrollar con amor e inteligencia y no desprovista de dificultad EL viene a vosotros y os constituye en Sacramento, signo, señal visible de la presencia de su gracia salvífica. En vuestras propias vidas,en vuestro encuentro de amor se verifica el encuentro con Jesucristo muerto y resucitado que actualiza en vosotros la gracia, la unción, la alegría de Dios que os ayuda a vivir vuestro proyecto y que además os convertís en signo visible del amor de Dios invisible.

13.Al ser el matrimonio cristiano, sacramento, signo del amor de Dios al hombre y del amor de Jesucristo a su Iglesia que no se arrepienten de amarnos se ha revelado en el Nuevo testamento que Dios QUIERE Y DA LA INDISOLUBILIDAD como fruto y signo de su amor.

14. Se ha de reconocer que la evolución del sentimiento amoroso bajo el influyo de las ideas bíblicas del matrimonio cristiano ha permitido liberarse a la gente de las alianzas forzadas, raptos o compra de la mujer ,organizadas por el clan o los padres.

15.El matrimonio cristiano ha servido de instancia culturizadora e interiorizadora de la vida afectiva al privilegiar el SENTIMIENTO AMOROSO, LA LIBERTAD, EL CONSENTIMIENTO, LA AYUDA MUTUA Y LA VISION DEL HIJO como fruto de esta relación.

16.Sabemos que no es fácil edificar la persona conyugal. Con amor e inteligencia es como se puede construir la convivencia matrimonial familiar.

17.Una pregunta que se hacen las jóvenes parejas:¿Por qué dos jóvenes que se aman tienen necesidad de vincularse por la ley del matrimonio?.Es preciso descubrir a través de la Sagrada Escritura la relación profunda entre el amor y la ley, entre la elección y la institución.

18.El amor guarda la ley, se expresa en el mandamiento y la ley, el mandamiento guardan al amor. Pensemos en el caso de una mujer embarazada que se siente feliz y pletórica por el hijo de sus entrañas. Es novata y desconoce lo que tenga que hacer para llevar a cabo un alumbramiento feliz. La madre, las amigas, los médicos le dirán: haz esto y evita lo otro…toda una serie de leyes ,mandatos que la mujer llevará a cabo por amor a su hijo. El amor guarda la ley y la ley guarda el amor.
Sabemos la grandeza del amor humano, de una vocación de consagración especial. Sabemos lo frágiles y tornadizos somos en nuestros sentimientos y emociones. Podemos sentirnos cansados. Veríamos muy lamentable la pérdida de una gran amor. Por eso atamos el amor con la ley, el compromiso para no desesperar.

20.El proyecto de matrimonio cristiano, un gran sacramento, uno e indisoluble en el plan de Dios incluye la apertura generosa y responsable a la vida. Ya se ha explicado lo que implica la paternidad responsable y las exigencias del amor.

21. Traemos a nuestra conciencia lo que seguramente intuimos todos de acuerdo a la relación con nuestros padres .Cada hijo lo que anhela y desea es que sus padres se amen. O lo que es lo mismo él se sentirá amado en el amor de sus padres.

22.Finalmente,”casarse en el señor” expresa una intencionalidad que va más allá de realizar un rito social o una ceremonia bonita. También incluye el esplendor, la celebración. Casarse en el Señor es más que un acto piadoso .Es acoger a Jesucristo resucitado presente en tantos gestos y signo de la vida pero solemne y eficaz en la escucha de LA PALABRA DE DIOS, LA FRACCION DEL PAN, LA COMUNIDAD EN TORNO A LOS PASTORES. Es muy relevante que el sacramento del matrimonio, sacramento del amor se celebre de manera ordinaria en el contexto del SACRAMENTO DE LA EUCARISTIA, SACRAMENTO del AMOR SUPREMO.

23. Jesucristo muerto y glorioso bendecirá vuestro gozo y alegría compartidos, os enseñara a perdonar, a sufrir y a morir a dar la vida para recuperarla

 
2.LA VOCACIÓN AL MATROMONIO CRISTIANO
Notas para los monitores

El sentido de esta charla es comunicar una vivencia, no dar una lección magistral sobre doctrina del matrimonio. Es transmitir por parte de los esposos que es posible y hace feliz, vivir el matrimonio como cristianos, siendo por ello originales, puesto que a la manera de Cristo, nosotros podemos amarnos con una trascendencia que no tienen los que no quieren vivir la presencia de Jesús en sus vidas.
Los que escuchan esta charla, han elegido el matrimonio por la Iglesia para manifestar su compromiso de vida, y sin olvidar que muchos de ellos pueden no tener más que un breve recuerdo de su Fe, no podemos obviar lo que somos, testigos de Jesús resucitado y apóstoles de su Buena Noticia; no somos especialistas en temas matrimoniales, no estamos en un congreso para demostrar nuestras teorías y conocimientos. Somos cristianos y no podemos dejar de serlo ni dejar de hablar de ello, intentando contagiar por lo menos inquietud, por la manifestación viva de la presencia del Espíritu Santo en nuestro modo de ver y entender nuestro mundo.

Resaltaría nuestra intención de que quedaran claras por lo menos tres ideas:

El matrimonio cristiano es PROYECTO DE AMOR PARA TODA LA VIDA.
Los esposos cristianos se COMPROMETEN CON TODA SU VOLUNTAD, A LA FIDELIDAD, AYUDA MUTUA Y A SER FECUNDOS.
El matrimonio de los cristianos está encaminado a formar una FAMILIA, sintonizando el disfrute de la SEXUALIDAD con la PATERNIDAD RESPONSABLE.

El proyecto de vida común y el plan de Dios

¿Qué significa o distingue el casarse “por la Iglesia”?

“Los esposos cristianos, cumpliendo su misión conyugal y familiar, animados por el espíritu de Cristo… llegan cada vez más a su pleno DESARROLLO PERSONAL Y A SU MUTUA SANTIFICACIÓN y, por tanto, conjuntamente a la glorificación de Dios” (Gaudium et Spes 48).

El matrimonio cristiano es un proyecto de vida: un diseño que va formándose en el tiempo. No es un mero contrato, no es una institución jurídica, es un PUNTO DE PARTIDA de un proyecto de dos, para alcanzar juntos nuestro pleno desarrollo como personas, como hombre y mujer cristianos, ayudando el uno al otro a tirar del carro de las dificultades de la vida, de los distintos momentos que a cada uno le va deparando el vivir, desde los extremos y desde los cotidianos.

El psiquiatra Enrique Rojas lo expresa así: “No podemos vivir sin amor, ya que este sentimiento responde a la necesidad de salir de uno mismo hacia la persona amada, primero en un momento de enamoramiento que implica en primer lugar encontrarse a sí mismo, fuera de sí mismo; en segundo lugar, decirle a alguien que no concibe la vida sin él o ella, es decir que es una parte fundamental de su Proyecto; y por último, dos condiciones básicas, ADMIRACIÓN Y SENTIRSE ATRAIDO FÍSICAMENTE POR LA OTRA PERSONA”.

Para el hombre y la mujer cristianos que se van a casar, cuando deciden dar este paso, saben o empiezan a intuir, que su proyecto de vida se identifica con el plan de Dios, creador del hombre y la mujer que son imagen de sí mismos.

Desde el principio de los tiempos, los creyentes oímos las palabras: “No es bueno que el hombre esté solo, LE DARÉ UNA AYUDA APROPIADA” (Génesis 2,18), puesto que necesitamos de un compañero. Y también hemos escuchado tantas veces “Por eso dejará el hombre a su padre y su madre, y SE UNIRÁ A SU MUJER y se harán una sola carne”. Es la expresión de todos los tiempos del hombre que sale de sí mismo y va al encuentro del otro, sale de su casa, de su familia, de sus caprichos, de sus manías, de sus egoísmos porque merece la pena ser creador de una nueva comunidad, de una nueva familia.

PROYECTO ES VOLUNTAD, y amor es voluntad: ES QUERER QUERER, tal como Dios PADRE nos ama en el principio de la Creación, a cada uno con su nombre, a cada uno en todos los momentos de su vida, cuando nace, cuando es joven, cuando es viejo, para siempre y hasta el final. Dios se ha comprometido a amarnos hagamos lo que hagamos y PARA QUE CON SU CONFIANZA EL HOMBRE SE DE CUENTA DE QUE PUEDE SER MEJOR Y HACER UN MUNDO MEJOR, dándonos siempre la oportunidad de cambiar el hombre VIEJO AL HOMBRE NUEVO, DEL MUNDO QUE CONOCEMOS AL REINO DE DIOS. Este amor es el ejemplo de nuestra vida conyugal; no vale amar hasta que el amor se pase, puesto que el verdadero amor no acaba nunca. Y estas palabras las escogéis muchos de vosotros en la segunda lectura de la boda de San Pablo a los Corintios: “El amor nunca falla”.

A pesar de las dificultades, contamos con la ayuda de Jesús, nuestro maestro y hermano para salir adelante en la aventura de nuestra vida, para amarnos con pasión y fuerza como hombre y mujer, para amar, cuidar y educar a nuestros hijos con la esperanza de que algún día veremos un mundo mejor, y para llegar como Tobías y Sara a ver el rostro del Padre, los dos juntos, en el final.

“Bendito seas,
Dios de nuestros padres,
Y bendito tu nombre para siempre…
Tu creaste a Adán
Y le diste a Eva, su mujer,
Como AYUDA Y COMPAÑERA…
Tú dijiste:
No está bien que el hombre esté solo,
Hagámosle una ayuda semejante a él.
TEN MISERICORDIA DE LOS DOS Y HAZ QUE VIVAMOS UNA LARGA VIDA.
(Tobías, 8)
La originalidad del matrimonio cristiano: la indisolubilidad y la fidelidad

El matrimonio cristiano no es solamente una institución legal, ni un formalismo ni un acto social. El matrimonio de dos cristianos es una COMUNIDAD DE AMOR, y el amor es creador, da, recibe, se hace responsable y cuida al otro, es generoso, es FIEL, no tiene término, es promesa de vida para siempre.

Vivimos en un mundo inconstante, superfluo, infiel, en el que el amor es un sentimiento que nace, crece y va muriendo; así estamos acostumbrándonos a oír que la relación no funcionaba porque se acabó el amor, o porque aparece otra persona, y se cambia a la pareja como se cambia a los amigos que ya no interesan, y se podrían dejar de querer a los hijos que nos quitan independencia, o a los padres, que ya llegan a la vejez y son molestos.

El matrimonio cristiano nace para siempre, es indisoluble, esto es, que hay que estar juntos hasta el final, cuando pasan los primeros años, cuando se llega a la madurez y cuando se va llegando al final.

La antropóloga estadounidense Helen Fisher explica al ser preguntada: “Dudo que exista la pareja perfecta, pero sí existen personas más dispuestas a que su relación sea más duradera que otras. Saben cómo comprometerse y superar los momentos difíciles, se esfuerzan en disfrutar juntos para que el tiempo en común sea pleno”.

Nuestro modelo de amor es el Amor que Dios Padre nos tiene, un amor ÚNICO, PARA SIEMPRE, FIEL Y FECUNDO.

El cristiano ama con un amor aprendido de Jesús, y cada pareja lo va descubriendo en su vida común, un amor que empieza muchas veces de nuevo, que perdona, mejora, ayuda al otro a dar lo mejor de sí mismo y va moldeándose con las circunstancias de la vida de cada uno.

Sabemos que en la sociedad que vivimos hablar de fidelidad, de amor hasta la muerte, de fecundidad y de vocación familiar parecen teorías fundamentalistas o por lo menos utópicas, pero ante estas críticas nuestra pregunta es ¿No lo ha sido siempre seguir a Jesús?. Denunciar las injusticias de un mundo que atesora ávidamente el pan de los otros, que está sordo a los lamentos del débil, que premia a los que alcanzan sus metas sin importarles el precio en vidas humanas que pagan por ello.
Fecundidad y paternidad responsable

Hemos paseado por la historia de amor Dios con el hombre y la mujer, contemplando el regalo del cuerpo y el espíritu que nuestro Padre nos ha hecho; nos ha creado hombre y mujer a su imagen, y nos ha dado nuestros cuerpos y el placer que supone el gozo de nuestra sexualidad. Todo ha sido creado bueno y para el bien, porque el amor de Dios es un don FECUNDO, EL AMOR DE LOS ESPOSOS CRISTIANOS ES TAMBIÉN FECUNDIDAD.

Fecundidad es generación física de nuevas vidas: los hijos, futuros miembros de la familia a la que por vocación al matrimonio habéis sido llamados, y de la que nadie ni nada os puede privar, y fecundidad es también generosidad para con todos los que os rodean y a los que irradia la fuerza de vuestro amor.

La pareja que no es fecunda, es la que crea un mundo cerrado donde sólo caben ellos dos, donde no hay cercanía de amigos, ni padres ni familiares que molesten en esta torre de cristal que es una vida dedicada a disfrutar de viajes maravillosos por el mundo entero, de tiempo para ir al gimnasio para estar en forma, de apartamento en la montaña para esquiar, de todo-terreno de lujo, de modelos de última generación… que es el modo de vida que nos venden para no dejar de consumir, primero cuando éramos solteros, luego como consumidores en pareja, después separados, … Así en cada estado de nuestra vida, diferentes necesidades para satisfacer, más productos vender.

Una pareja fecunda es la que nace en una familia cristiana, la que espera en un mundo solidario con los que no tienen nuestra oportunidades y medios; es la pareja que, por ejemplo, comparte sus bienes y su tiempo libre con otros, que pueden ser amigos, padres, otros matrimonios que necesitan su ayuda, la que decide adoptar, la que intuye que hay necesidades en el mundo que no se satisfacen con las tarjetas de crédito.

Fecundo no es el que tiene muchos hijos biológicos sin responsabilidad, puesto que el hombre y la mujer cristianos saben ser padres y madres responsables, y la Iglesia, nuestra madre, nos ayuda con su definición de la PATERNIDAD RESPONSABLE.

Frente al control de la natalidad la Iglesia postula la paternidad responsable que se basa en que los hijos que se tengan lo sean de modo responsable, es decir, PUDIÉNDOLES TENER PARA EDUCARLES Y CRIARLES EN UNAS CONDICIONES OBJETIVAS DE DIGNIDAD. Estas condiciones no son las comodidades, ni el cambio de coche ni los viajes que faltan por hacer para recorrer el mundo… Condiciones objetivas son las que tras valorarlo seriamente en conciencia, los futuros padres que sois los que ahora vais a casaros, tienen el peso suficiente para perjudicar a los hijos; porque frente al control de la natalidad que busca el bien de la pareja, la paternidad responsable, en este punto, atiende antes al bien de los hijos no nacidos todavía, pero que como parte más débil, prioriza, para que se tengan, cuando a ellos, no a la pareja, les convenga. El control de la natalidad utiliza cualquier método para su fin: evitar la concepción o incluso abortar la concepción ya realizada; no distingue sino que el fin justifica los medios. La paternidad responsable, respeta la vida que siempre es aceptada como don.

 
3.EL SACRAMENTO DEL MATRIMONIO

Elegir la forma de casarse: arrejuntarse, matr.civil o matr.cristiano en la Iglesia Católica.
Lo que es cada una de estas formas
Es una decisión seria y madura que ha de tomar la pareja.
Pero no es sólo cosa de la pareja: Contrato social y/o eclesial: Socialización/Educación …
No comprometerse ni complicarse la vida si no hay amor verdadero (arrejuntarse)
Si no hay fe sincera y viva (civil)

EL MATRIMONIO CRISTIANO

Es el camino NATURAL e incuestionable de dos jóvenes que viven su fe.
Es una VOCACIÓN a la que Dios nos llama: Don y tarea
Es vivir la realidad matrimonial desde la profundidad de la Fe:
FE: Criterios evangélicos
ESPERANZA: Tensión hacia el futuro, apertura a Dios…
CARIDAD: Amor cristiano
No es sólo el modo de casarnos; es un COMPROMISO con Dios y con la Iglesia para toda la vida.
Es un matrimonio “a tres” con todo lo que conlleva
Es un SACRAMENTO…

¿Qué es el matrimonio cristiano?

Es signo, “encarnación”, del amor de Dios a la humanidad y del amor de Cristo a la Iglesia
Matrimonio como Nueva Alianza.( De ahí que sea indisoluble)
Es poner a Cristo como fundamento y sentido de la vida conyugal.
Es un compromiso a fundar UNA FAMILIA según las exigencias del Evangelio (Iglesia Doméstica)

Requisitos del matrimonio cristiano

Estar bautizado
Libertad y Madurez para cumplir con sus obligaciones/fines

Fines del matrimonio cristiano:

La procreación (paternidad responsable/educación)
La unión progresiva y complementariedad de los cónyuges

Estructura de la celebración:

Decidir si CON misa o SIN Misa
Ritos de ACOGIDA
Liturgia de la PALABRA: Historia de la salvación/ Alianza
Sacramento del MATRIMONIO:
Escrutinio (sobre las intenciones)
Consentimiento de los ESPOSOS: Ministros/ Tres fórmulas
ANILLOS: signo de la alianza. Su bendición implora la fidelidad
ARRAS: Implorar la providencia de Dios

Sigue la misa con las ofrendas…
Plegaria de Bendición sobre los esposos
Comunión bajo las dos especies (conveniencia de confesión previa)
INVITACIÓN:
A vivir la liturgia en sí (no preocuparse de otras cosas)
A invitar a vuestros familiares y amigos a participar de la ceremonia activamente. (Ejemplo ABS. compañeros de psicología)

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