LA ASCENSIÓN DEL SEÑOR

ASCENSION DEL SEÑOR

1ªLct.:Hch.1,1-11:Se elevó a la vista de ellos

Sal.46,2-3.6-7.8-9:Dios asciende entre aclamaciones

2ªLct.:Ef.1,17-23:Lo sentó a la derecha ene. cielo

Evang.:Mc.16,15-20:Actuaba con ellos y confirmaba las palabras con signos.

Los testimonios de los apóstoles y discípulos de Jesús narrados en los Evangelios y en Hechos nos ofrecen una visión sobria, serena, realista, en ocasiones intensamente gozosa y estupefacta, de sus encuentros con el Resucitado.

Aparece, se presenta en medio de ellos ”con las puertas cerradas”,desaparece. Dudan, lo reconocen…Se llenan de alegría. El que vive, Jesús resucitado, lleno de gloria ,lleva la iniciativa en dichos encuentros y va realizando una pedagogía para enviarlos con “poder” a continuar anunciando el reino de Dios.

En días pasados, en el evangelio de  San Juan ,Jesús se ha dirigido a sus apóstoles a quienes les nota tristes por su partida y leS dice :Conviene que yo me vaya…Os sentís tristes pero vuestra tristeza se convertirá en gozo””

Hay un momento en el acontecer de la comunidad cristiana primitiva en que Jesús resucitado deja de manifestarse visiblemente.

Estamos celebrando la Solemnidad de la Ascensión de Jesús a los cielos. Es otro modo de confesar la Resurrección de Jesús, la exaltación del Señor sentado a la “derecha del Padre”.

Las lecturas nos dicen que “lo vieron levantarse hasta que una nueve se lo quitó de la vista. Mientras miraban fijos al cielo viéndole irse…hasta que unos ángeles le dicen: qué hacéis ahí plantados mirando al cielo.

Todos recordamos la escena de la Transfiguración del Señor en el monte Tabor,el anhelo de Pedro de hacer tres tiendas pues ¡qué bien se está aquí¡ y la bajada con Jesús que les prohíbe hablar de ello hasta después de su resurrección.

Jesús desaparece de su visión terrena después de haberles instruido y ordenado:”Id por todo el mundo a proclamar el evangelio con los mismos signos con los que el lo anunció.”Y el Señor actuaba con ellos y confirmaba la palabras con los signos que los acompañaban” Ahora la comunidad cristiana es la prolongación en la tierra de Jesús glorioso que ha ascendido, que ha  dejado de mostrarse visiblemente pero que continúa realizando la salvación en el mundo.

La noticia objetiva: Jesús crucificado y glorioso, que ascendiendo “está sentado a la derecha del Padre continúa operando en la subjetividad de los creyentes que “con ojos iluminados””con sabiduría y revelación” comprenden la esperanza a la que les llama y la eficacia de su fuerza poderosa.

Más aún:”Y todo lo puso bajo sus pies y lo dio a la Iglesia como Cabeza, sobre todo. Ella es su Cuerpo, plenitud de l que lo acaba todo en todos.

Como veis no estamos recordando un acontecimiento pasado. La Iglesia ,Cuerpo de Jesús, movida por el Espíritu Santo, dispensadora de la Salvación actualiza el Acontecimiento más sublime de toda la historia: Jesús crucificado ha sido constituido Señor y Mesías y está sentado a la derecha del Padre.

Por eso podemos interiorizar cada uno y todos juntos:”Concédenos exultar de gozo y darte gracias en esta liturgia de alabanza porque la ascensión de Jesucristo tu Hijo es nuestra victoria y donde nos ha precedido  El, que es nuestra cabeza, esperamos llegar también nosotros como miembros de su Cuerpo”

DOMINGO SEXTO DE PASCUA

SEXTO DOMINGO DE PASCUA

1ªLct.:Hch.10,25-26.34-35.44-48:El don del Espíritu Santo se derrama también sobre los gentiles.

Sal.97,1-2-3ab.3cd-4:El Señor revela a las naciones su justicia

2ªLct.:1ªJn.4,7-10:Dios es amor

Evang:Jn.15,9-17:Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por sus amigos

La lectura  de  los Hechos de los apóstoles, pone de manifiesto la llamada universal a la salvación. El apóstol Pablo recibe el impulso del Espíritu Santo para anunciar el evangelio a los “gentiles”(los no judíos).Y ahora el mimo apóstol Pedro constata que el Centurión romano Cornelio ha sido tocado por la gracia de Jesucristo, por el Espíritu Santo.

Y Pedro “mandó bautizarlos en el nombre de Jesucristo, solemnizando esta acogida de la gracia con el Sacramento del Bautismo y con la incorporación a la comunidad eclesial.

Al mismo tiempo que se verifica esta línea de expansión del evangelio de Jesús por el testimonio y contagio de los apóstoles y discípulos, la iglesia continúa proclamando y celebrando la Palabra con el poder del Espíritu Santo que se derrama y provoca la admiración y el reconocimiento de las maravillas de Dios “En lenguas extrañas”,un lenguaje jubiloso, un balbuceo feliz como el de los niños que desean pero no saben expresar el gozo y el júbilo al ser tocados por la gracia de Dios.

El mismo Espíritu Santo que mueve a Pedro y a Pablo a predicar con audacia y coraje, al discípulo amado, San Juan, le introduce en una meditación prolongada y fructuosa sobre Jesús y la relación con sus discípulos.

Lo primero que destaca Juan en la relación del creyente con Jesús es:”A vosotros os llamo amigos””No sois vosotros los que me habéis elegido, soy yo quien o he elegido”.

También en la primera carta de Juan(2ª lectura):”En esto consiste el amor :no en que nosotros hayamos amado a Dios sino en que Él nos amó  y nos envió a su Hijo.

Volvamos a recordar el movimiento asombroso en nuestra fe de discípulos cristianos: Dios, Jesús, se acerca a nosotros. Jesús viene a nosotros para darnos un mandamiento nuevo:”Que os améis unos a otros como yo os he amado””el amor más grande es dar la vida por los amigos”.

La vida de los santos canonizados y no canonizados ,o la de tantos héroes y heroínas en la vida ordinaria son pruebas de que lo “imposible para los hombres es posible para Dios: dar la vida por los amigos

Álvaro Iglesias, el héroe de Madrid que en los años ochenta, al pasar con su moto frente a un piso en llamas, se bajó de la misma, entró  en el edificio y fue sacando personas hasta que volvió a entrar y ya no pudo salir. O el héroe, más reciente,  Jesús Neira que por defender a una mujer recibió una salvaje paliza con el peligro de haber pedido la vida. Ha manifestado que “volvería a hacer lo mismo”.

Y aquí se halla  la gracia y el valor para “dar la vida”:”Todo lo que he oído a mi Padre os lo he dado a conocer…todo lo que pidáis al Padre en mi nombre os lo concederá”

De esta respuesta a la gracia y al amor del Señor se deriva un signo y un fruto transformante: la alegría ”Os he hablado de esto para que mi alegría esté en vosotros y vuestra alegría llegue a plenitud”

Hoy estamos celebrando la jornada del enfermo. Nos hacemos conscientes del mundo de los enfermos para acercarnos a ellos con el amor de Jesús. Nos acercamos a sus familias y a los profesionales de la salud. Damos gracias al Señor por cuantas personas visitáis a los enfermos en nombre de la comunidad parroquial.

Par a todos “que los sacramentos pascuales  den en nosotros fruto abundante y el alimento que acabamos de recibir fortalezca  nuestra vidas

DOMINGO QUINTO DE PASCUA

QUINTO DOMINGO DE PASCUA

1ªLct.Hch.9,26-31:Les contó cómo había visto al Señor en el camino.

Sal.21,26b-27.28.30.31-32:El Señor es mi alabanza en la gran asamblea

Jn.3,18-24:Este es su mandato: que creamos en El y nos amemos.

Evangelio:Jn.15,1-8 Permaneced en mí y yo en vosotros.

Los relatos que los evangelios y los Hechos de los apóstoles nos ofrecen sobre la Resurrección de Jesús siempre se refieren a encuentros de Jesús glorioso con personas con nombre, identificadas: María, Pedro, Juan, Tomás y “muchos otros discípulos, no todos”.

Estos encuentros fueron acontecimientos personales tan vivos y reales que transformaron la vida de las personas dando una orientación nueva a su estilo de vivir.

A la altura del capítulo nueve de los Hechos de los apóstoles aparece una persona excepcional, Pablo de Tarso que no habiendo vivido con Jesús y habiendo sido su perseguidor, confiesa “haber visto al Señor” en el camino de Damasco. Su conversión a Jesucristo le llevó a entrar en contacto con la iglesia en la persona de Ananías que se puso a la defensiva ante aquel intruso perseguidor ahora cristiano. También la iglesia tuvo sus reservas frente a quien de la noche a la mañana pasa de perseguidor  a apóstol de fuego perseguido.

Primero los judíos y luego los gentiles recibieron la buena noticia de la salvación de labios de este apóstol de amor y de fuego que vivía por y para Jesucristo en la fe de la iglesia ”que gozaba de paz en toda Judea, Galilea y Samaría…animada por el Espíritu Santo”.

La fe en Jesucristo antes que  nada es un acontecimiento personal, un encuentro con Jesucristo que nos cambia el corazón y nos lleva a expresar la fe en la confesión de la verdad, en la celebración festiva del misterio y en la coherencia moral.

Jesús se ha servido de una alegoría: la vid y los sarmientos, para prepararnos el perfil de quienes quieren ser sus discípulos: Yo soy la vid y vosotros los sarmientos, sin mi no podéis dar fruto.

Y así nos lo resume la primera carta del apóstol San Juan:”Y este es su mandamiento: que creamos en el nombre de su Hijo Jesucristo y que nos memos unos a otros tal como nos lo mandó”.

Si personalizamos e interiorizamos la Palabra de este domingo pudiéramos volver a preguntarnos con audacia y coraje:¿Me conoce Jesús a mi entre tantos millones y millones de personas?¿Me siento conocido y amado por Jesús? .Y  también:¿Conozco yo a Jesús?¿Entro en el círculo de su amistad e intimidad?

Como podemos constatar también nuestra fe puede caer en la rutina y en la costumbre y Jesús nos habla de amistad, de amor, de conocimiento, de cercanía, de frutos de vida

Otro gran converso a Jesucristo, Agustín de Hipona, buscador infatigable de la verdad a través de tantos sistemas filosóficos llega a expresarse en sus Confesiones :

Andaba yo buscando el procedimiento para adquirir fuerzas que me capacitaran para gozarte, pero no lo hallaba sino abrazándome con el Mediador entre Dios y los hombres ,el hombre Cristo Jesús que es sobre toda las cosas Dios bendito por los siglos…Al no ser humilde ,no me cabía en la cabeza que ese Jesús humilde fuera mi Dios. Tampoco comprendía de qué podría ser maestra su debilidad…Buen sistema para hacer que desciendan de su  encumbramiento personal todas aquellos que se le van a rendir .Para atraerlos hacía sí , curando la hinchazón de su orgullo y tonificando su amor ,no sea que por exceso de confianza en sí se vayan mas lejos de El. .(Conf.VII,18,24).

Vive e interioriza esta oración sobre las ofrendas: por el admirable trueque de este sacrificio nos haces partícipes de tu divinidad; concédenos que nuestra vida sea manifestación y testimonio de la verdad que conocemos”…y con la de la comunión:…vivamos ya desde ahora la novedad de la vida eterna”.

Que hoy Jesús  sea nuestro médico y amigo del alma.

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