XI.LAS CONFESIONES O EL GENIO RELIOSO DE SAN AGUSTIN
1.LIBRO DE LAS EPIFANÍAS DEL SEÑOR
Las confesiones son una prodigiosa exhibición de una de las almas más prodigiosas que ha regalado al mundo el creador para lucir su misericordia y su grandeza. Uno de los mayores méritos del autor de las Confesiones es el haber incorporado al cosmos una zona oscura, cual es la vida de un indiviuum ineffabile. Sobre ella ha proyectado el santo dos luces: la de Dios y la de la propia alma..
2.ESTRUCTURA DE LA CONCIENCIA RELIIGIOSA
El hombre sujeto de miseria ,polvo y ceniza delante de Dios…El hombre se reconoce como finito ante el infinito, como relativo ante lo absoluto. Entre el cielo y la tierra se hallan incomunicados ambos se interpone la atmósfera uniendo al creador con la criatura, el sol con el valle de lágrimas Los actos religiosos son medios de comunicación con Dios.
3.BUSCANDO A DIOS EN EL CIELO INTEIOR
Las confesiones son una historia de una ascensión a Dios, Quid es ergo Deus meus?¿Qué sois vos , Dios mío?(Conf.I,4).Verbos: transcendere, transire, elevare animum…
4.SOIS LA VERDAD
Para s.Austín la conciencia individual es teatro de las apariciones del Señor .El espíritu humano es un ser teofánico, no solo en su estructura, sino en su vida, con lo cual se realizan y dignifican todos los acontecimientos aun los privados .La ontología divina de las Confesiones está expresada con un caudal inagotable de fórmulas en que S.Agustín traduce su experiencia..
5.EL ORDEN
S.Agustín ha visto realizado cierto orden en los acontecimientos de su vida, cierta pedagogía insistente, que le ha levado a los pies de Cristo. Personajes prividenciales: Saanta Mónica, San ambrosio, simpliciano, Ponticiano, Nebridio, Victorino, Antonio. Hasta el diabólico Fauesto…
6.LA CONVERSIÓN
Es un fenómeno de sublimación que le hace capaz de señorío sobre las tendencias desviadas del hombre caído. Al instante, la instantaneidad pertenece a la plenitud de la experiencia agustiniana de la conversión .
El Dios de las confesiones es el Dios íntimo el amante secreto y avasallador que sigue a las almas por las más tortuosas sendas hasta clavarles el dardo fino de su misericordia:Dios ,as íntimo a mi mismo que yo mismo y más alto que la mayor altura(Conf.III,6)
7.TARDE TE AMÉ
Algunas frases de las Confesiones , por su turgente realismo justifican la conjetura de una experiencia mística del autor .Es difícil no ver un residuo de ella en este pasaje purpúreo y musial: ”tarde deconocí y tarde te amé, Hermosura tan antigua y tan nueva; tarde os amé .He aquí que vos estábais dentro de mi yo de mi mismo estaba fuera. Y por fuera yo os buscaba y en medio de las hermosura que creasteis irrumpía yo con toda la insolencia de mi fealdad(Conf.X,27)
8.TIERRA HUMANA
Con el problema terebrante de Dios se combina el humana .Factus sum mihi terra difficultatis edt sudoris nimii: soy para mí mismo un erial de difícil laboreo y demasiado sudor(Conf.X,16)
9.EL CORAZÓN INQUIETO
El desequilibrio y malestar íntimo le forzaba a buscar a Dios.El hombre es esencialmente un ser que busca a Dios aun en las más profundas tenebrosidades del pecado le ruge en el pecho un hambre sorda de lo divino…Alejado de Dios el hombre nunca pierde cierto destello de luz divina y verdad…Todos los vicios implican un movimiento secreto hacia Dios, destino esencial y resorte último de las criaturas racionales.-
10.ENIGMA DEL SER HUMANO
Factus eram mihi magana quaestio et interrogabam animam meam.El dolor aguzó su curiosidad antropológica y le abrió los ojos para escudriñar un tema existencial. La muerte al separarle de un amigo le devolvió a sí mismo.Episodio de más categoría y más rico de contenido antropológikco es el de la conversión.
11.REDENCION
Las experiencia de ambos hechos, encadenamiento y sed de redención forman los estratos primordiales del ser humano o del sujeto religioso de las confesiones
El hombre redimido se analiza en las confesiones con una sinceridad ejemplar .El estudio de la memoria , de su capacidad inmensa, de cierta infinidad donde todo cabe .Aquí se vislumbra la grandeza del hombre y también la del genio religioso que ha realizado tan profunda excavación en el ser espiritual sin tocar su fondo .Pero la máxima dignidad de la memoria y del hombre consiste en poseer a Dios
12.LA ATMOSFERA DE LAS CONFESIONES
S.Agustín ora ante Dios y esto le yergue del suelo, le hace más ágil, más vaporoso y puro Don sentimientos: uno de distancia y otro de proximidad Se echa en falta un poco más de alegría y serenidad en el orante de las confesiones que es un libro de lágrimas y por eso tienen un sabor amargo y e estimulante. San Agustín no se cree todavía suficientemente puro.
13,PAVOR Y AMOR
Siento amor, siento horror; siento horror en cuanto soy desemejante a él; siento amor en cuanto le soy semejante :Inhorresco et inardesco; inhorresco in quantum dissimilis ei sum; inardesco in quantum similis ei sum(Conf.XI,9)
14.CULPA Y ARREPENTIMIENTO
El yo desparramado en dos partidos, duae voluntates(Conf.VIII,9), el uno conservador para seguir en el pasado y el otro nuevo, revolucionario…en una conciencia tan vigorosa como la de Agustín no podía sostenerse este estado de cosas .El arrepentimiento para S.Agustín no un proceso negativo o un producto antivital o una enfermedad, ni tampoco un estado de pura depresión. El arrepentimiento contiene un alto sentido teleológico en la economía espiritual .Lo pasado está en el presente en el ánimo de S.Agustín quien se avergüenza y horroriza y lo apalea con dicterios tremendos .El asco de sí mismo, el vómito de sí mismo contribuye a la salud el espíritu
“El arrepentimiento-dice Max Scheler- es una forma de autocuración del alma, el camino único para recobrar las fuerzas perdidas. Y en el aspecto religioso, el arrepentimiento devuelve a Dios el alma y la dispone para que retorne a El, de quien se había alegrado(Vom Ewigen in Menschen, I,p.12, Leipzig, 1923).
Para S.Agustín toda la masa lútea y pecaminosa de la vida antigua se ha convertido en plasma germinal del espíritu. La cristiandad de todos los tiempos amará el pequeño y oloroso libro de laudes agustinianas,…Las confesiones se han convertido en el más bello turíbulo de oro que arde en el templo de la cristiandad en alabanza del Señor; maldades lloradas y dones de Dios, todo se consume en olor de suavidad.